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Diez PAI emblemáticos y unas 50 actuaciones urbanísticas, muchas de ellas en pleno centro de la ciudad, esperan un empujón del consistorio para ser concluidas. Llevan 'atascadas' en la burocracia -y en la crisis- más de dos décadas 

VALENCIA. Un recorrido por Valencia ciudad permite contemplar facilmente edificaciones con signos de abandono o solares que albergan chatarra incluso en pleno centro de la capital. Algunos de estos retazos de urbe inacabada se encuentran entre las decenas de Programas de Actuación Integrados (PAI) en suelo urbano que el Ayuntamiento de Valencia no ha podido sacar adelante pese a que, muchos de ellos, tienen actuaciones previstas desde hace dos décadas. 

En algunos casos, la entrada en vigor de la Ley Urbanística Valenciana (LUV) en 2005, obligó a reiniciar los trámites, lo que contribuyó al retraso de las actuaciones. En otros, el Gobierno municipal ha achacado a la crisis económica la paralización o demora de los PAIs, algo que rechaza el grupo socialista en el Ayuntamiento de Valencia, argumentando que gran parte de ellos se iniciaron en los primeros años de la entrada en vigor de la LRAU (1994) y son pocos los presentados a partir de 2008.

"Existen mecanismos al alcance del Ayuntamiento para que se desarrollen los proyectos aunque estén en manos privadas: se pueden acelerar los plazos, imponer sanciones e incluso arrebatar la condición de agente urbanizador si los promotores no cumplen. Uno de los objetivos de la Ley es que los promotores no se ‘apalanquen' el suelo ni especulen con él", explican fuentes del grupo socialista.

La situación de ‘atasco' de algunos planes en suelo urbano de Valencia es evidente. Estos son diez de los casos más significativos:

-PAI Eugenia Viñes. Está situado junto al proyecto de las piscinas olímpicas que finalmente se anunció como futura villa termal, una iniciativa de la que todavía no se sabe nada. En principio, el PAI estaba destinado a vivienda protegida pero, dadas las expectativas creadas en el entorno por el citado proyecto, el gobierno municipal la cambió a renta libre (unas 200 viviendas). Tras más de 12 años de gestiones, el proyecto, cuyo promotor es Actuaciones Urbanas Municipales SA (Aumsa) sigue paralizado.

-Calle Brasil en Nou Moles. Cerca del nuevo complejo administrativo de la antigua cárcel Modelo. Incluye 320 viviendas, de ellas 124 serían protegidas (VPP) porque el ayuntamiento dispone de suelo para construirlas.

-PAI Guillem Anglesola. Lo tenía adjudicado Aumsa en 1998, pero se cambió a la iniciativa privada, en concreto, a la empresa Proara. Recientemente se han derribado algunas casas ruinosas, quedando un solar repleto de maleza. El PSPV ha exigido en diversas ocasiones que se urbanice pero sigue empantanado. 

-Calle Llíria y su entorno (Unidad de Ejecución 22 en el Barrio del Carmen). En un principio, iba a ser iniciativa pública pero se cambió a privada. Está atascado desde 1991, fecha en la que se aprobó el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Carmen. En este PAI están las naves industriales protegidas de la calle Gutenberg, que se encuentran abandonadas y se deben rehabilitar para equipamiento público.

-Benifaraig. Atascado desde hace más de una década: se adjudicó pero no se urbaniza. Con su ejecución, los vecinos tendrían una zona verde de la que ahora no disponen. Además, se cedería un edificio protegido para equipamiento público.

-Conde Montornés / Calle En Gordo (Seu-Xerea). El PEPRI es de 1993. Según aseguran fuentes socialistas, se recalificaron los terrenos en el año 2000 para incrementar la edificabilidad con la condición de que en tres meses presentaran el PAI, pero todavía está sin resolver la adjudicación. Además, desapareció un retablo cerámico protegido como Bien de Relevancia Local (BRL) a pesar de que el PSPV pidió años atrás a través de una moción que se custodiara en los almacenes municipales hasta que se rehabilitara la finca.

-Calle Salvador Giner. Sin adjudicar desde 1991. En este solar hay un molino islámico que corre peligro de deterioro, según denunció el grupo socialista tiempo atrás, al encontrarse sin protección.

-PAI de Sant Marcel·lí. URBEM presentó un PAI que debe modificarse porque por allí pasa un colector. En este ámbito hay unas naves abandonadas contaminadas con amianto. La oposición solicitó que se alcanzara un convenio con el aspirante a agente urbanizador para que cedieran provisionalmente los terrenos y se pudieran derribar las naves y dignificar el entorno pero, a día de hoy, la solución todavía está pendiente.

-PAI en la calle Espada (Barrio Xerea). Está atascado desde el año 2000. Hubo que cambiar el papeleo con la entrada en vigor de la LUV en 2005 porque no se había adjudicado aún. A día de hoy, sigue todavía sin adjudicarse ni iniciarse las obras. Dentro del PAI, existe un refugio antiaéreo protegido como Bien de Relevancia Local. 

-PAI Camino Hondo del Grao. La reparcelación se aprobó hace años aunque no se ha urbanizado ni edificado. Al promotor, Vallehermoso, se le aumentó la edificabilidad a cambio de que acometiera una rehabilitación de las naves de Juan Verdeguer por valor de ocho millones de euros, una actuación que finalmente se financió a través del Plan E y que el promotor Vallehermoso, no ha abonado. Hay cuatro casos similares de obras -PAI Camino Hondo, Patraix, Camino Moncada y Quatre Carreres- que debían hacer los agentes urbanizadores por un valor de 17 millones de euros y que se cargaron al Plan E, pero el consistorio no ha conseguido cobrar a estos agentes el dinero.

Estos son algunos ejemplos de PAIs que no arrancan en la ciudad de Valencia. Aunque hay más en la iniciativa privada. En Camí Reial, en Font de San Lluís; en Castellar Oliveral; junto a las Atarazanas; en el núcleo histórico de Patraix; en el Camino de Natzaret; en Torrefiel (calle Río Bidasoa), cuya paralización impide la apertura de esta calle; en el Camino Viejo de Picaña en San Isidro... así hasta 50 PAIs, según contabiliza el grupo municipal socialista, que no han encontrado el camino para desarrollarse bajo el mandato del PP en el Ayuntamiento de Valencia. El nuevo concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, tiene trabajo por delante.