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VALENCIA. Mariano Rajoy no tiene ‘feeling' con la Comunitat Valenciana. El presidente del Gobierno no ha pisado esta tierra desde que asistiera al mitin de campaña de las pasadas elecciones generales en noviembre de 2011. La ausencia del jefe del Gobierno podría quedar en una anécdota si las políticas y decisiones adoptadas desde Moncloa favorecieran a menudo -o alguna vez- los intereses valencianos.

Más bien al contrario, al nulo cariño presencial transmitido por el presidente, hay que sumar la poca atención a las reivindicaciones de la Generalitat y al propio PP valenciano, una actitud un tanto sorprendente si atendemos a los resultados electorales, donde Rajoy cosechó casi 1,4 millones de votos en su carrera hacia La Moncloa. Las razón más esgrimida entre los 'populares' valencianos es el hipotético 'cordón' sanitario que el líder del PP tiene impuesto a la Comunitat debido a los numerosos procesos judiciales abiertos por presunta corrupción contra dirigentes 'populares'.

INFRAESTRUCTURAS E INVERSIÓN

Esta misma semana, el presidente del Gobierno anunciaba la puesta en marcha de los primeros trenes de Alta Velocidad (AVE) que unirán de forma directa España y Francia. Un anuncio que, a juicio de los socialistas valencianos, "posterga a Valencia, Alicante y Castellón y prioriza a otras 14 capitales españolas" y supone "la prueba que certifica las intenciones de Rajoy y del PP, que optan por el corredor central antes que el Mediterráneo", según señaló el portavoz de Infraestructuras del grupo socialista en Les Corts, Francesc Signes.

Las dudas sobre el Corredor Mediterráneo no se han disipado. Días atrás la propia consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, se cuestionaba el AVE a Castellón al subrayar que no tenía "ningún sentido si no conecta con Tarragona, Barcelona y el centro de Europa" y apuntaba a la opción del tercer carril como solución. Mientras, Rajoy anunció el mes pasado su promesa de que Galicia -donde en breve se celebrarán elecciones- tendría AVE en los próximos años.

Por otro lado, hace pocas semanas, se dieron a conocer los Presupuestos Generales del Estado para 2013, que certificaron una reducción del 35% en las inversiones para la Comunitat Valenciana respecto al año anterior. Un 'tijeretazo' que, por primera vez, hizo elevar la voz al propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.

Más contundentes fueron los empresarios. "Son unos presupuestos injustos e inaceptables. Que nos los expliquen porque no lo entendemos: es necesario un reparto justo del poco dinero que hay", declaró pocos días después el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, quien reclamó la "unión de todos los sectores políticos y sociales" valencianos para reclamar que se enmendaran las cuentas.

FINANCIACIÓN

A este recorte en las inversiones, hay que unir las reivindicaciones no escuchadas en Madrid sobre el actual modelo de financiación que perjudica, algo en lo que coinciden todos los partidos valencianos, a la Comunitat. Fabra logró introducir una referencia en la declaración de la Conferencia de Presidentes celebrada el pasado 2 de octubre aunque no habrá avance en esta cuestión hasta la próxima reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que todavía no tiene fijada fecha. En cualquier caso, no hay señales inequívocas desde Madrid de que esta reforma vaya a acometerse a corto plazo.

Al hilo de la Conferencia de Presidentes, cabe recordar que el jefe del Gobierno se comprometió con Alberto Fabra a celebrar el evento en Valencia, algo que se anunció públicamente y que, tras meses de silencio, fue descartado, en lo que supuso un desplante para el Consell.

El próximo mes de noviembre, está previsto que Mariano Rajoy acuda a Valencia para clausurar las jornadas de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). Una oportunidad para que el presidente del Gobierno y líder del PP mantenga algún tipo de encuentro público con Fabra del que salga algún compromiso que refuerce su posición, delicada por la situación económica y por los pocos guiños recibidos desde Madrid.