VALENCIA. "Yo no tengo nada que ver con eso y desconozco todo eso". Estas palabras recogidas por las agencias el pasado 29 de mayo, son una muestra de cómo la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha querido dejar clara su nula vinculación con el caso Emarsa, la empresa metropolitana de aguas residuales: un ente público que dejó un ‘agujero' que algunos elevan ya a 40 millones de euros.
La coalición municipa de Compromís, sin embargo, muestra sus dudas sobre el conocimiento de Barberá de lo ocurrido. Fuentes de esta formación recalcan haber remitido unas preguntas a través de su grupo municipal en julio de este año en las que se solicitaba información sobre una reunión mantenida en 2010 sobre el ente que terminó, días después, con la liquidación de Emarsa, dependiente de la Emshi, entidad de la que el Ayuntamiento de Valencia controlaba el 48%.
Estas preguntas inquirían sobre una supuesta reunión mantenida días antes del 26 de julio de 2010, fecha en la que la Emshi disolvió Emarsa. Así, según el enunciado del escrito, el encuentro habría tenido lugar en el despacho de alcaldía donde participaron, al parecer, el entonces conseller de Medio Ambiente, Juan Cotino, el gerente de la Epsar en ese momento, Juan José Morenilla, la regidora Maria Àngels Ramon-Llin, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
Tres de las preguntas de las cinco formuladas, fueron respondidas, según ha comprobado este diario, de forma escueta desde el Ayuntamiento, firmadas por el vicealcalde, Alfonso Grau. Compromís había preguntado sobre la fecha de la reunión, los acuerdos tomados en relación al futuro de Emarsa, y si se alzó acta de los acuerdos alcanzados.
Grau respondió respecto a la primera pregunta, "no se conoce el dato". En la segunda aseguró que "no hubo ningún acuerdo" y en la tercera se limitó a responder "no". De estas breves réplicas, Compromís sobreentiende que, efectivamente, existió tal reunión y que al menos los citados por esta formación estuvieron presentes en la misma dado que no se desmiente el encuentro y sus protagonistas: es decir, la alcaldesa de Valencia participó en la mismo.
Pocos días después, la concejal María Àngels Ramón-Llin procedió a la disolución de Emarsa. Desde Compromís se entiende que fue Barberá la que "dio la bendición" para abordar este paso tras el encuentro explicado anteriormente, lo que, a su juicio, significa que la primera edil sí tomó decisiones en cuanto tuvo conocimiento de la situación del ente.
"No creemos que la alcaldesa pueda tener ninguna responsabilidad sobre el 'saqueo' del ente, pero sí pensamos que tiene responsabilidad política por su falta de control sobre lo que ocurría", señalan fuentes del grupo. Por ello, consideran que la alcaldesa de Valencia debería dar explicaciones públicas sobre sus conocimientos del caso y, aseguran, seguirán solicitándolo.
Por otro lado, según una información publicada por El Pais el pasado mes de septiembre, el exsecretario del consejo de administración y exasesor jurídico de Emarsa, Jesús Pérez Blesa, describió durante su declaración ante el juez cómo la concejal María Àngels Ramón-Llin, en una reunión con consejeros del ente nombrados por el PP que él mismo presenció, fue la encargada de informar sobre la liquidación de Emarsa, decisión que se tomaría a renglón seguido.
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