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VALENCIA (VP). Juan Antonio Gisbert, director general de Ruralcaja, y Juan de la Cruz Cárdenas, consejero delegado de Cajamar, continúan trabajando en la integración de ambas entidades -y de las que penden de ellas- en el mayor proyecto del cooperativismo español: Cajas Rurales Unidas (CRU). Un proceso que se está demorando algo más de lo esperado y que el próximo puente del Pilar tendrá su prueba de fuego en la integración de los sistemas informáticos.

"Será el momento de la verdad donde esperamos que la integración de Ruralcaja y su grupo (Cajas Rurales del Mediterráneo) en Cajamar sea un éxito, pero hay que tener en cuenta que se trata de un proceso arduo y complejo que abarca todos los medios de pago", apuntan fuentes próximas a la operación.

PÉRDIDAS POR DOTACIONES

Las mismas que quitan hierro a las fuertes pérdidas de Ruralcaja durante el primer semestre -presentó unos números rojos de 57 millones de euros- por haber dotado todo el riesgo inmobiliario antes de la integración en CRU. 

"Ha tenido que dotar contra los beneficios, pero dentro del grupo lo hará contra provisiones, tal y como lo permite la ley, por lo que retornará a beneficios". Lo que tienen claro es que el proceso completo "culminará antes del cierre del presente ejercicio para arrancar ya operativos en 2013", lo que dará lugar al nuevo grupo cooperativo (CRU), que al cierre del pasado año contaba con 69.763 millones de euros de negocio gestionado, activos por un importe de 39.614 millones, un coeficiente de solvencia del 12,62%, 6.660 empleados, 1.478 oficinas, 1.004.555 socios y 3.362.000 clientes.

Ambas entidas, que lideran sus respectivos grupos (Grupo Cooperativo Cajamar y Cajas Rurales del Mediterráneo) mantendrán sus marcas a través de ellos hasta el 30 de junio de 2014, mientras que la valenciana seguirá operando como tal en la Comunitat pese a 'solaparse' con las oficinas de Cajamar vía la extinta CajaCampo.

PRIMERO BANCOS Y CAJAS

El retraso ha venido dado por los contínuas reformas dentro del sector financiero, que se ha hecho más patente en el caso de bancos y cajas de ahorros, así como en el plan de rescate bancario solicitado por España a Bruselas. 

"Las cooperativas no tenemos el mismo peso que el resto de entidades, por lo que el Gobierno ha considerado primero poner orden en aquellas y dejarnos a nosotros para el final", manifiesta la fuente próxima a la operación de CRU.

Fuentes oficiales del Banco de España consultadas por Valenciaplaza han declinado hacer comentario alguno; mientras que desde la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unaac), su secretaria general Marta de Castro, declaraba ayer que "las cooperativas de crédito son una pieza fundamental en el sistema financiero español. Gracias a su modelo de banca mantenemos la variedad del ecosistema financiero de nuestro país y contribuimos a minimizar el riesgo global de todo el sistema".

De Castro tiene claro que tras esta crisis, el modelo de banca cooperativa saldrá fortalecido y que lo realmente importante es que se fomente y se permita la diversidad del sector financiero. Solo con esa diversidad se creará riqueza y se generará una sana competencia, que a su juicio es lo que realmente importa al ciudadano. 

TRECE SIGUEN SOLTERAS

Mientras tanto todavía trece rurales valencianas -Central de Orihuela, Caixa Popular, L'Alcudia, La Vall San Isidro, San José de Alcora, Algemesí, San José de Almassora, Nuestra Señora de la Esperanza de Onda, Betxí, Albal, Benicarló, Les Coves de Vinromá y Vinarós- se mantienen al margen de cualquier grupo cooperativo. Las dos primeras, que son las de mayor tamaño, tienen claro que de momento van a continuar por libre.

Fuentes de la rural oriolana reconocen las buenas relaciones con Cajamar y Ruralcaja, "pero estamos completamente al margen de su proceso y seguimos contentos dentro de la Asociación Española de Cajas Rurales y del Banco Cooperativo".

Por su parte, desde Caixa Popular se reafirman en su figura independiente bajo el amparo también de la Asociación Española de Cajas Rurales, que conforman cerca de sesenta cooperativas.

PRIMA EL INTERCOOPERATIVISMO

"Nuestro futuro no pasa por ganar tamaño sino en seguir dando servicios de proximidad bajo el arraigo del intercooperativismo que siempre nos ha caracterizado".

Caja Rural Central de Orihuela y Caixa Popular sumaban a 31 de diciembre pasado, según los datos oficiales de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc), más de la mitad de los activos (52,95%), créditos a la clientela (56,31%), número de empleados (64,64%) y oficinas operativas (76,30%) de las trece rurales al margen de CRU.