VALENCIA. A principios de julio un cartelito con blondas de papel comunicaba en los escaparates vacíos de la Pastelería Villanueva que el clásico establecimiento de la calle Don Juan de Austria había "cerrado por vacaciones". Lamentablemente, no era así.
En sólo un par de semanas, un letrero de grandes dimensiones de la inmobiliara Maes anunciaba la puesta en alquiler del bajo y, casi inmediatamente, su colocación. Y sin más novedades pasó el mes de agosto.
La primera semana de septiembre comenzó el trasiego de albañiles que, piqueta en mano, fueron echando abajo paredes y sacando entre trozos de ladrillo y escayola las piezas del obrador sobre la que se prepararon las celebradas tartas capuchinas, además de otras reconocidas obras de confitería.
LA PÉRDIDA DE UNA TRADICIÓN FAMILIAR
La misma suerte han corrido los aparadores de cristal curvo, sus bases de mármol o el marco de madera labrada de la puerta de acceso. También ha terminado en un contenedor de escombros el trabajo de orfebrería en el que figuraba el nombre del establecimiento en finas en letras doradas.
La crisis, que ha afectado a los ingresos del establecimiento, además de la edad de su actual propio, Valentín Villanueva, y imposibilidad de que ninguno de sus hijos heredara el negocio ha llevado a optar por el cierre. Aunque Villanueva asegura que ha tenido ofertas de potenciales socios para seguir adelante, ha preferido no correr el riesgo de perder su independencia y personalidad.
La pérdida de esta pastelería se suma entre otras a la de Mantequerías Castillo, en el cruce de Gran Vía y la calle de Ruzafa, y refleja el riesgo que se cierne sobre algunas de las plazas fundamentales del negocio gourmet de la ciudad de Valencia, víctimas de la restricción del gasto, incluso entre los aficionados a la buena mesa.
UNA FRANQUICIA DE CALZEDONIA
Actualmente cubierto por una suerte de sarcófago negro, en breve se estampará el logotipo de una de las dos marcas la franquiciadora de ropa interior femenina italiana Franchising Calzedonia España, propietaria de Intimissimi, Calzedonia, y Tezenis.
La competencia en el negocio de la lencería en el centro de Valencia ha pasado de testimonial a verse inmerso en una espiral de aperturas en la que también ha participado la cadena Cortefiel, a través de su firma Women's secret, presente a unos metros de la antigua pastelería Villanueva.
Justo antes del verano, Calzedonia abrió una tienda en la antigua agencia de Viajes Turia de la Plaza del Ayuntamiento, junto al Hotel Londres, y hace un año se inauguraba otra de Intimissimi en la plaza de los Pinazo, junto a El Corte Inglés de Pintor Sorolla.
ATENCIÓN POR FAVOR!!! Me es urgentísimo conocer una forma de localizar al que fue el dueño de la confitería, me basta con saber cómo comunicarme simplemente con algún ex-empleado! Si alguien sabe algo, por favor...! MUCHAS GRACIAS....!
En Valencia no interesa el debate sobre la ciudad y sus proyectos urbanos. Ni siquiera con un enfoque minimalista como "Villanueva" o "Castillo". No digamos sobre la ampliación del P. de Congresos o la racionalización de los festivos. A partir de este hecho habría que ver los fracasos de los Grandes Proyectos (pilotados con mano férrea por el poder político de turno)
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