VALENCIA. La Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) avanza por la cuerda floja. Al anuncio de una reducción de capital que le permita reestablecer su situación patrimonial le está siguiendo una intensa negociación con las entidades financieras para evitar la quiebra de la entidad avalista.
Con la reducción de capital anunciada, se cubrirá el agujero de 50 millones de euros detectado por la consultora KPMG con los datos recabados tras la salida de la anterior dirección. Según fuentes conocedoras de la operación, ahora se trabaja para evitar que los bancos ejecuten las garantías de los prestamos fallidos, lo que la dejaría en una situación patrimonial peor de la que atraviesa actualmente.
La posibilidad de una nueva inyección de capital, como la realizada por la Generalitat en abril por un montante de 60 millones de euros, se descarta tanto por parte de la Administración valenciana como de las entidades financieras integradas en la SGR. Los propios problemas de Bankia, nacionalizada el 10 de mayo por la gravedad de su situación, y los que está enfrentado Sabadell CAM para digerir la adquisición de la entidad alicantina hacen extremadamente complicado que puedan aportar una cantidad que permita completar una 'operación acordeón'.
UN DESFASE DE 110 MILLONES DE EUROS
El Banco de España está al corriente de estas medidas de salvamento de la entidad avalista y una de las principales preocupaciones es evitar un efecto dominó que afectara al resto de sociedades de garantía recíproca, dedicadas a la fase final de la intermediación (prestando el aval) y únicamente pueden operar en un segmento del mercado, el de las pymes.
Fue la entidad que actualmente preside Luís María Linde la que advirtió a finales del año pasado de la necesidad de inyectar 36 millones de euros (en función de los datos de los que disponía) para poder generar un "excedente de solvencia" que permitiera a la entidad esquivar la quiebra, en función de las nuevas exigencias de la reforma financiera.
En los siguientes meses se atribuyó al deterioro de la cartera la necesidad de elevar esta cifra hasta los 60 millones de euros en el mes de abril. Con el descubrimiento del nuevo desfase, la cantidad de fondos inyectados tendría que subir hasta acumular 110 millones de euros.
UNA REDUCCIÓN INELUDIBLE
Ante la imposibilidad de seguir poniendo dinero público, teniendo en cuenta los problemas que atraviesa la Administración pública, ha obligado a cambiar el planteamiento inicial y aplicar una reducción de capital, descartada hace cinco meses, pero que se ha hecho ya ineludible.
La reducción responde a que el patrimonio neto de la SGR es inferior a las dos terceras partes del capital. Esto significa que el valor de la entidad, una vez descontadas las deudas, se sitúa en 95 millones de euros, teniendo en cuenta que el capital social de la sociedad es de 142 millones de euros, un 40% de los cuales en poder de la Generalitat y el resto se reparte entre entidades financieras (principalmente Bankia y Sabadell CAM), patronales y pequeñas y medianas empresas.
OS LO DIIIIJEEEEEEE...Reducimos capital,reducimos plantilla,reducimos instalaciones, reducimos numero de operaciones y a volver a empezar. Mejor seria que el ICO absorviera este tipo de Entidades y que se centraran en microcreditos para emprendedores sin ningun tipo de aval.
El que avala paga. Dicho popular. Asi que a pagar que eso les falta a los Bancos. Y una advertencia mas: Euro que se ponga, Euro que se perdera. Que se deje caer y que se haga una nueva ... si es que hace falta una SGR
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