Bueno, el tema de los centros de "investigación" es un poco de risa. Gente que cobra un pastizal (más de 4000€ al mes) y el trabajo lo hacen sus becarios. Investigaciones que se basan en pagar a 10 tios y con un custionario determinan estadísticamente un resultado, pedazo investigación. Despues tenemos que hay ayudas que da la generalitat por ejemplo bonos tecnológicos a empresas que van al centro en cuestión y hacen un proyecto que es una basura, gestionado por un becario, pero después la firma y los méritos se los lleva un "investigador" de turno. No importa lo que se haga ni que funcione, sólo importa trincar la ayuda que ha soltado la generalitat valenciana, el estado o europa. Despues tenemos que hay productos que no cumplen requisitos europeos y se venden como producto sanitario. En su mayoría se trata de gente que se cree funcionaria y vive a costa del trabajo de becarios y que a los dos años te dan una patada al culo. Se trata de una secta de enchufados y amiguetes plagado de incompetentes que no saben gestionar proyectos porque salieron de la universidad y lo único que han hecho es hacer la pelota al los dueños del cortijo. Espero que los pongan en su sitio, en la cola del paro, también es cierto que hay gente válida pero no pueden hacer nada. Siempre utilizan el parapeto de la investigación, pero eso no es investigar eso es sangrar las arcas públicas.

Bueno pues yo voy a puntualizar. Si que son privados, sólo que como realizan muchos proyectos europeos, reciben muchas subvenciones europeas. ¿O acaso yo por recibir una subvención para mi negocio (como una reducción del autónomo) paso a ser empresa pública? NO. Además, la Genralitat sólo hace de intermediario ya que la mayoría de subvenciones vienen de Europa, siendo la Generalitat un simple intermediario. Sólo que este intermediario recibe el dinero de fondos europeos y, en lugar de dárselo a su destinatario, se lo gasta en lo que quiere.

Me gustaría puntualizar algún punto de este buen artículo para dar una información más precisa sobre la verdadera situación de los institutos tecnológicos y otros centros similares de nuestra Comunidad. Estos centros se definen como público/privados y no se dice nada más. Y ahí está la clave. O son públicos y la responsabilidad de su gestión cae directamente dentro del ámbito y los presupuestos de la administración o son privados y su financiación corre de cuenta de sus propietarios o asociados. En este caso sería posible alguna fórmula de financiación pública bajo convenios o contratos como los que se mencionan pero eso no quita para que aparecieran sus verdaderos propietarios. Porque a lo mejor el problema de verdad es que no tienen propietarios ni responsables y durante años han disfrutado de esa indefinición que les ha permitido a sus gestores ponerse el uniforme privado cuando les convenía y el público cuando les interesaban otros entornos. Eran privados, por ejemplo, para contratar libremente a su personal, a diferencia de la universidad, sin someterse a requerimientos legales en cuanto a forma de acceso, requisitos o niveles salariales. Un pequeño muestreo bastaría para conocer cuantos familiares de directivos de los propios institutos y de los políticos de los últimos veinte años forman parte de la plantilla de los mismos. Un número amplio y significativo. O por ejemplo, eran privados a la hora de fijar los sueldos de sus directores. Un sueldo que hace sonrojarse a los que los conocen, bastante superior a los ingresos de muchos empresarios y desde luego a los de consellers y molt honorables, detalle que no se menciona nunca. Y son privados también cuando contratan con proveedores sin que les afecte la ley de contratos de las administraciones, ni haya control acerca de qué empresas contratan ni a qué precio ni por qué. Porque si el control lo ejercen las empresas asociadas, no parece que conozcan estos extremos y si los conocen no les parece mal. Y cuando reclaman deudas y anticipos ¿cómo es que nunca aparecen los supuestos dueños de los intitutos reclamando lo que es suyo? No se dice tampoco que ese porcentaje de ingresos de facturaciones de empresas proviene de proyectos empresariales que en su mayoría también reciben subvenciones de las administraciones por lo que al final el grado de dependencia del dinero público es absoluta. Cualquiera puede entender el monstruo creado sin que se hayan establecido controles efectivos. Se ha estado repitiendo el caso del gigantismo de RTVV con una plantilla desmedida y un déficit inasumible, pero nada se ha dicho de este otro desmadre de los institutos tecnológicos. Desde la empresa y las universidades hemos estado avisando de esta situación, pero las cosas se han dejado correr y aquí hemos llegado. El drama de los EREs no es menos drama por todo esto, pero sabiendo estas cosas uno se explica por qué han podido ocurrir. En resumen, que en la práctica no hay propietarios efectivos, no hay control, ha habido abusos y mala gestión. Pero es más fácil echar la culpa a lo público que dar explicaciones de sus propias actuaciones.