VALENCIA. La empresa Siliken concentrará toda su producción de módulos en las fábricas que detenta en España y Rumanía, después de que la compañía emprendiera un plan de reestructuración a principios de año, con el cierre de las plantas de Casas Ibáñez (Albacete) y Ontario (Canadá), a los que se sumó el reciente expediente de regulación de empleo (ERE) en su fábrica de Rafelbuñol (Valencia) y el próximo cese de la actividad de su planta de Tijuana (México).
En concreto, la compañía, participada por Pablo Serratosa y especializada en el sector de la energía solar fotovoltaica, ha acometido su plan de reestructuración a principios de año en sus unidades de negocio productivas, comerciales y actividades de I+D+i con el propósito de "garantizar el compromiso" adquirido con sus clientes, proveedores y el cumplimiento de sus obligaciones financieras, informó la compañía.
El presidente del grupo, Carlos Navarro ha achacado la obligación de establecer el plan de reestructuración a que, tanto Tijuana como las líneas manuales de Valencia, y antes Canadá, "no eran viables económicamente en el escenario de mercado actual".
Así, Navarro confía en que con la implementación de este plan de reestructuración, que concluirá a finales de este año con la revisión del resto de actividades, Siliken "ganará en eficiencia y competitividad, asegurando el cumplimiento de los niveles de servicio con el cliente, así como la calidad de nuestro producto", remachó.
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