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VALENCIA. Las principales empresas públicas de la Generalitat Valenciana perdieron en conjunto 674,8 millones de euros en el ejercicio de 2011, lo que supone un incremento del 6,7% respecto al ejercicio anterior. El incremento de los costes financieros ha sido la principal causa del aumento de los resultados negativos.

Las mayores pérdidas las acumuló Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), la gestora de Metrovalencia y el Tram de Alicante, que perdió 216,97 millones de euros, un 11% más que el año anterior. A pesar de que la compañía, pendiente de una reestructuración que llevará aparejada un ERE, redujo sus costes de personal en dos millones de euros, los gastos financieros lastraron el resultado final.

El grupo Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) obtuvo unos resultados netos negativos de 171,33 millones de euros. La cadena de televisión y radio pública, en el que será su último ejercicio completo, logró reducir sus pérdidas un 6,7% respecto al año anterior.

Sociedad Proyectos Temáticos (SPTCV), por su parte incrementó sus pérdidas un 24%, hasta los 86,21 millones de euros. El pago del canon de la Fórmula 1 por un montante de 21,94 millones disparó los gastos de explotación y repercutió directamente en el resultado final.

Las dos sociedades dependientes de SPTCV, Ciudad de la Luz y Aeropuerto de Castellón, también se anotaron pérdidas. Los estudios de cine de Alicante prácticamente repitieron los resultados negativos, 20,1 millones de euros. El recorte en los gastos pudo compensar un desplome de los ingresos por el negocio, que cayó de 172.000 euros a 38.997 euros. Por su parte, la propietaria del aún inutilizado Aeropuerto de Castellón (cifra de negocio: 0 euros) perdió 8,43 millones, un 11% menos.

Circuito del Motor y Promoción Deportiva, empresa que gestiona el trazado de Cheste, vio como sus pérdidas más que se triplicaban, hasta los 4,1 millones de euros. Su volumen de negocio se redujo ligeramente, de 11 millones a 10 millones. El recorte de las subvenciones que recibe, cuatro millones menos, está en el fondo del aumento de las pérdidas.

Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa), también en pleno proceso de reestructuración con un ERE en pleno proceso de negociación, cerró el año con unas pérdidas de 55,57 millones, casi un 9% más. Pese a que aumentó el volumen de negocio hasta los 38 millones (8,5%), el incremento de los gastos financieros en siete millones impidió mejorar sus resultados.

Ciegsa, la empresa que se ha encargado en la última década de construir los colegios públicos y que ahora está en proceso de liquidación, aún tuvo tiempo de anotarse unas pérdidas de 78,39 millones de euros, un 42% más, totalmente imputables al aumento del coste de su abultada deuda: pagó 22 millones más por costes financieros que el año anterior.

Otra empresa pública que ha sido reducida a su mínima expresión, Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA) también aumentó sus pérdidas atribuidas respecto al año precedente, según sus cuentas consolidadas: 28,24 millones, un 20% más, por más gastos financieros y menor negocio (-30%).

Vaersa, empresa de gestión de residuos, entró en pérdidas. Era la única que presentaba beneficios el año pasado, 0,4 millones. Dobló sus gastos financieros y se apuntó unas pérdidas de 3,26 millones. En el mismo sector, Epsar, que gestiona depuradoras, se comportó justo en sentido contrario y rebajó de forma radical sus pérdidas: de 24 millones en 2010 a 2,2 millones en 2011 gracias a la reducción de los gastos de explotación precisamente en 20 millones de euros.