VALENCIA. Ruralcaja cerró el primer semestre del año con unas pérdidas de 57 millones de euros, frente a los 2,8 millones de beneficio que se anotó al final del primer trimestre del ejercicio. Según fuentes de la cooperativa de crédito, el resultado obedece a la decisión de la entidad de dotar la totalidad del riesgo inmobiliario de acuerdo con las últimas reformas aprobadas por el Gobierno.
La clave de los datos arrojados por la entidad valenciana a finales de junio estriban precisamente en esas reformas y en el proceso de fusión que tiene en marcha con Cajamar. La consolidación de las dos entidades no se producirá hasta la recta final del año, por lo que de momento, las dotaciones tienen que realizarse contra los beneficios.
Sin embargo, una vez se produzca la fusión, la entidad resultante, Cajas Rurales Unidas, podrá repercutir sus dotaciones contra las provisiones, posibilidad que permite el Banco de España para las cajas y bancos que participan en una fusión, lo que devolverá a la entidad a beneficios antes de que acabe el año, según explicaron las mismas fuentes, que añaden que sus socios de Cajamar están al corriente de este saneamiento extraordinario.
EFECTOS COLATERALES
Con todo, estas pérdidas "coyunturales" que arroja la cuenta de resultados de Ruralcaja tienen un efecto colateral en las socias de la entidad en el grupo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM). Este sistema institucional de protección (SIP) que forman Ruralcaja y otras 14 pequeñas cooperativas de crédito valencianas, obliga a mutualizar el 100% de los resultados que obtienen por separado.
Esto supone que los 57 millones de pérdidas se repartirán, al menos temporalmente y hasta que Ruralcaja culmine la fusión y pueda repercutir los resultados negativos contra el colchón de fondos propios, entre todos sus socios, lo que supone que prácticamente (y a la espera de los resultados que publicará la patronal Unacc), todas las integrantes de CRM entrarán en pérdidas.
Así, los resultados semestrales de Caixa Rural Torrent, Crèdit Valencia, Caixaltea, Burriana, Caixacallosa, Nules, Caixalqueries, Cheste, Alginet, Villar, Vilavella, Almenara, Xilxes y Vilafamés entrarán en números rojos, ya que entre todas tendrán que asumir 12,79 millones de las pérdidas de Ruralcaja.
Los otros 43,74 millones se apuntan en las cuentas de la entidad de Valencia. La mayoría de estas pequeñas cajas tienen unos resultados positivos pero muy limitados por su tamaño, con lo que el impacto de las pérdias de Ruralcaja se notará.
MEJORA DE LOS MÁRGENES OPTIMISTA
Ruralcaja insiste en que estas pérdidas tienen un carácter temporal ante la decisión de poner "punto y final a la crisis del ladrillo". El margen de explotación del grupo CRM ha aumentado un 189% respecto al año pasado, los activos han aumentado un 5% en lo que va de año, hasta los 11.844 millones, el margen de intereses creció un 43% respecto al prmer semestre y el recorte de los gastos un 6% ha situado el ratio de eficiencia en el 66% frente al 82% del primer trimestre.
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