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VALENCIA. El patronato de la futura Fundación Bancaja, la que surgirá tras la desaparición de la caja de ahorros, tendrá entre sus miembros a representantes nombrados por Les Corts Valencianes, "aunque la intención es evitar completamente los perfiles políticos y evitar caer en el mismo error del pasado", según han explicado a ValenciaPlaza.com varias fuentes cercanas a las conversaciones que ya se han mantenido entre las partes implicadas en la trasformación de la entidad.
Según ha podido saber este periódico, el presidente de Bancaja, José María Mas Millet, ya ha mantenido unos primeros contactos de tanteo tanto con la Consellería de Economía y presidencia de la Generalitat como con el primer partido de la oposición. 
El vicepresidente del Consell, José Císcar, reconoció este viernes que la Generalitat está en contacto con todas las partes para este proceso, que debe contar con el visto bueno del Instituto Valenciano de Finanzas. Estas conversaciones también fueron confirmadas por el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, quien destacó el talante del actual presidente de Bancaja por tratar de poner en marcha la nueva fundación con un alto grado de consenso y lo más despolitizado posible.
Esta voluntad choca inicialmente con la obligatoriedad que marca la Ley de Cajas de Ahorros de la Comunitat Valenciana que obliga a elegir a los miembros de los patronatos de la fundaciones de carácter especial que se creen por la desaparición de una caja con los mismos criterios de proporcionalidad que las asambleas y consejos de administración.
"Parece evidente que no se puede ser estríctamente la letra de la ley, ya que la actual representación de impositores o de trabajadores no tendría mucho sentido", apuntan distintas fuentes implicadas en un proceso que, en el caso de Caja del Mediterráneo, se frustró.
LOS DUEÑOS DE LA FUNDACIÓN BANCAJA
La elección de los miembros del patronato, en todo caso, sí tendrán en Les Corts el primer referente. "La caja de ahorros no tiene dueños y es la sociedad la que, con sus ahorros, generó el patromonio que mantiene, y la manera más razonable de elegir a representantes de la sociedad es mediante el parlamento", apuntaron las mismas fuentes.
Con la ley en la mano y con esta filosofía, en lo que sí coinciden tanto desde la dirección actual de Bancaja como en la Generalitat y el PSPV-PSOE es en que los perfiles que se elijan en Les Corts para formar parte del patronato no pueden estar tan politizados. "No podemos caer en el mismo error: habrá que elegir a personas que, por sus conocimientos y trayectoria, puedan aportar algo al desarrollo de la obra social y cultural de la Fundación Bancaja".
En este diseño, aún indiciario, de la composición del patronato, no se descarta dar entrada a "organizaciones representativas de la sociedad civil", según las mismas fuentes. En este ámplio abanico caben desde patronales y sindicatos a organizaciones no gubernamentales. Este aspecto aún está por definir.
LOS PATRONOS 'ECONÓMICOS'
Pero al margen de los patronos institucionales, la Fundación Bancaja deberá contar con patronos que aporten fondos. Aunque la entidad heredará los alrededor de 80 millones de euros de caja de que dispone Bancaja ahora, estos fondos por si solo no permitirían mantener la actividad más allá de un par de ejercicios. La caja de ahorros, una vez se formalice la nacionalización de Banco Financiero y de Ahorros (matriz de Bankia) ya no tendrá ninguna posible vía de ingresos con la que seguir financiando la fundación.
"Habrá que buscar nuevos patronos que puedan aportar dinero, y ahí juega un papel importante la decisión que tome finalmente Bankia", explican las mismas fuentes. El presidente de Bancaja ha dedicado parte de sus esfuerzos en su corto mandato a tratar de reconducir las relaciones entre la caja y Bankia, deterioradas por la crisis de la entidad y por el enfrentamiento entre José Luis Olivas. Mas Millet trata, siempre según los interlocutores consultados por ValenciaPlaza.com, de convencer a José Ignacio Goirigolzarri de establecer algún tipo de acuerdo a futuro para que, una vez saneado el banco y con la expectativa de que genere beneficios, pueda comprometerse a formar parte del grupo de mecenas de la fundación.
En este sentido, el diseño del patronato incluye la posiblidad de guardar varios puestos del órgano de gobierno de la Fundación a los posibles representantes que Bankia (u otras empresas que puedan incorporarse en el futuro) se sienten en puestos con voz y voto.
El proceso de reconversión de Bancaja en fundación de carácter especial se iniciará pasado el verano, para lo cual será necesario convocar una asamblea extraordinaria de Bancaja para acordar la disolución de la caja y la transformación. Más Millet tiene intención de que el proceso se realice de una forma rápida por consistente para que la nueva entidad nazca sin lastres.
Lamentable que para administrar lo público no podamos fiarnos de los representantes que elegimos y lamentable que implicitamente ya ellos mismos lo asuman cuando hablan de a) "evitar completamente los perfiles políticos" (¿falta honestidad en los "perfiles políticos" para desempeñar correctamente la función de administrar lo público?) y b) "elegir a personas que por sus conocimientos y trayectoria puedan aportar algo" (¿los representantes que elegimos los ciudadanos no pueden aportar nada?). Pero... entonces... ¿Son dignos de que les elijamos? ¿Podemos fiarnos de quienes sean elegidos por ellos para administrar lo público? No abundan precisamente los ejemplos de órganos formados por "no políticos" nombrados por políticos que funcionen especialmente bien.
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