VALENCIA (JOAQUIM CLEMENTE ). El futuro de Banco de Valencia sigue pendiente de las reformas que aprobará el Gobierno la próxima semana. La primera de ellas afecta directamente al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), máximo accionista de la entidad financiera valenciana, con más del 90% del capital. El Ejecutivo de Mariano Rajoy tiene ultimada una profunda reforma de sus funciones que le permitirán actuar de forma más directa en la reestructuración financiera española.
De hecho, una de las principales funciones con las que se dotará al FROB es con la capacidad para liquidar los bancos no viables así como la intervención prematura en entidades que, aunque no estén en pérdidas o cumplan los ratios de solvencia, corran un peligro cierto de incumplirlos. El FROB podrá en esos casos apartar a los gestores y tomar el control del negocio. En el caso de que tras aplicar las primeras medidas de saneamiento la entidad no sea rentable, se liquidará.
Este cambio en las funciones del FROB, que ya apuntó el fin de semana pasado el ministro de Economía, Luis de Guindos, supone un acercamiento a los requisitos de la Unión Europea para el rescate financiero de hasta 100.000 millones de euros, entre los cuales está la puesta en marcha de un proceso ordenado de liquidación de los bancos no viables, tal y como reclamó el comisario de Competencia, Joaquín Almunia.
UN ESCENARIO ADELANTADO
Aunque las nuevas funciones del FROB parecen más diseñadas para atender casos futuros, interviniendo bancos que ahora aún tratan de sobrevivir sin ayudas públicas más allá de las logradas en el FROB 1 (que no implicaba la toma de control), lo cierto es que el nuevo escenario implicar tanto a Banco de Valencia como a Bankia, las dos entidades prácticamente nacionalizadas (o en proceso) con vinculaciones con la Comunitat Valenciana.
En este contexto, Banco de Valencia deberá demostrar que es viable para evitar la liquidación, una prueba que pasa, entre otras, por demostrar que es capaz de generar beneficios a medio plazo para devolver las ayudas públicas que ha recibido. Esto mismo deberán hacer todos los bancos que entren en este proceso en el que la entidad valenciana ya está desde hace diez meses.
En el caso de Bankia, en todo caso, hay una diferencia: se considera un banco sistémico, con lo que su liquidación no se contempla con la misma firmeza que con el resto de entidades, según consta en el borrador del real decreto de reforma del FROB que se aprueba hoy.
EL BANCO MALO, APLAZADO A LA SEMANA PRÓXIMA
La capacidad de Banco de Valencia de generar beneficios netos con los que poder atender sus vencimientos o devolver ayudas públicas están directamente ligadas con la solución final que se dé a los activos tóxicos de las entidades financieras. La aprobación del vehículo al que se transferirán los activos vinculados a la inmobiliaria de los bancos se ha aplazado una semana, ya que el Gobierno sigue negociando con la Comisión Europea los términos de esta operación.
La clave, para todos los bancos, será finalmente el precio de transferencia, es decir el precio al que se pagarán estos activos por parte del banco malo y quiénes y en qué términos podrán acogerse a ese macroproceso de venta de suelo, viviendas y créditos deteriorados.
Para las entidades que se puedan deshacer de sus activos tóxicos, el precio que perciban será una línea de liquidez esencial para poder pagar sus deudas. En el caso de que se opte por valorar los activos con el valor neto contable, una de las opciones que está sobre la mesa, los ingresos en metálico alcanzarán a la parte que no esté provisionada. En caso de que se valoren a precio de mercado, esta cantidad será menor. El volumen de ingresos que llegue por esta vía y la desaparición del balance de activos que se deteriorarán en los próximos meses aún más (el precio de la vivienda aún no ha tocado suelo, según coinciden los expertos), supone un saneamiento que puede hacer rentable el negocio financiero típico.
IMPACTO EN LOS ACCIONISTAS Y EL BANCO PUENTE
En todo caso, y a la espera de que la semana que viene se desvelen más datos sobre este proceso y de que en septiembre se conozcan las valoraciones de todo el sector realizadas por las grandes auditoras, la reforma del FROB, según el borrador que ha trascendido, deja claro que en cualquier proceso de saneamiento de una entidad financiera, los accionistas y los propietarios de deuda subordinada deberán asumir las pérdidas. En el caso de Banco de Valencia, en la última junta de accionistas se consiguió salvar parte del valor de los socios antes de la capitalización. Sin embargo, habrá que ver qué pasa con la segunda inyección prevista y con la valoración del banco.
En caso de que ya sea Banco de Valencia o cualquier otra entidad tenga que ser liquidada, el FROB ya tendrá diseñada su hoja de ruta: los activos tóxicos al banco malo, los productivos a un banco puente (donde se acumularían todos los de las entidades afectadas) y lo que quedase en el banco afectado se liquidaría. El banco puente trasladaría después los activos financieros a terceros.
Podían comenzar por limpiar el segundo y tercer nivel de directivos:hay mucho incompetente que fue puesto por su apellido o amiguismo. Así le ha ido al banco.Menos sueldos,menos BMW de empresa y más profesionalidad es lo que hace falta para volver a la senda de los beneficios.
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