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Adolfo Porcar y Joaquín Maldonado han dejado sus puestos en la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) a los dos meses de asumir el cargo por ser incompatible el esfuerzo que requiere reflotar la entidad con el resto de sus responsabilidades privadas

VALENCIA (A. MOHORTE). Cuando parecía que la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) valenciana comenzaba una nueva andadura con un equipo renovado, dos de los consejeros con un marcado perfil financiero han comunicado su abandono del consejo de administración.

Adolfo Porcar, vinculado a Bancaja, y Joaquín Maldonado, delegado en Valencia de banco Mediolanum, comunicaron el pasado mes de julio su renuncia por considerar que sus respectivas ocupaciones privadas no les permiten dedicar a la entidad el tiempo y esfuerzo que requiere.

Cuando asumieron el cargo, carente de retribución económica, su función iba a limitarse a reuniones puntuales para la definición y seguimiento de las nuevas líneas estratégica de la entidad, pero al desvelarse nuevas necesidades de capital por valor de otros 50 millones de euros adicionales, la carga de trabajo ha crecido de forma imprevista.

APOYO AL ACTUAL CONSEJERO DELEGADO

Aunque fuentes conocedoras del proceso reconocen que ambos siguen abiertos a colaborar con el consejo y respaldan la labor que está desarrollando el actual consejero delegado, Santiago de Santos, los dos estiman que es mejor su relevo por otras personas que puedan ofrecer una mayor dedicación a la entidad, cuya situación estiman "complicada, pero solucionable".

A pesar de que su cese ha sido recogido en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) del martes 21 de agosto, el consejo conocerá la decisión formalmente en la reunión del próximo mes de septiembre. Por el momento, se desconoce si para esas fechas la Generalitat presentará el nombre de los sustitutos, ya que ambos estaban en representación de la Administración valenciana.

La decisión ha sido recibida como un contratiempo en la Conselleria de Economía, donde se confiaba haber dejado el asunto de la SGR encarrilado con la elección de la nueva cúpula directiva. La elección de los financieros Porcar, Maldonado y De Santos como consejeros se presentó como un aval de profesionalidad para la organización por el prestigio que todos ellos tienen en la city valenciana.

INTENSA TRANSICIÓN

La dimisión del anterior presidente, José Roca, y del director general, Juan Manuel García Puchol, en la asamblea del pasado 30 de abril, estuvo acompaña de una remodelación del número de miembros del consejo de administración, reduciéndolo a la mitad (18 componentes), y una renovación de buena parte de sus miembros con la incorporación de tres financieros de prestigio en representación de la Generalitat

La consumación de este cambio no se produjo hasta el 31 de mayo, cuando tomó posesión el nuevo consejo y se anunció la designación de la empresaria textil Dolores Font Cortes como presidenta y de Santiago de Santos como consejero delegado. Con las cuentas aparentemente saneadas, los nuevos responsables debía definir el futuro de la organización para que volviera ser una entidad útil para las pymes, sin veleidades de competir con la banca tradicional.

Esta esperanza duró poco. El informe presentado con la consultora KPMG, gracias a los nuevos datos a los que tuvo acceso, desveló que los problemas de la SGR eran mayores de los que se diagnosticaron en un principio. Concretamente, las necesidades de capital han resultado ser de otros 50 millones de euros, en cumplimiento de las nuevas exigencias del Banco de España.

COMPLEJA OPERACIÓN DE RESCATE

Lo que en principio iba a significar una dedicación que no les restaría mucho tiempo a sus actividades privadas, se ha convertido en un trabajo complejo que requería reuniones semanales y actuaciones orientadas a salvar la organización de la quiebra, una vez más.

Antes de desvelarse la situación actual, la institución fue rescatada por la Generalitat cuando reunió los 60 millones de euros comprometidos el 29 de marzo para recapitalizarla y ampliar la presencia públicas hasta alcanzar el 40% del accionariado.

Si los 14 millones de euros para el Fondo de Provisiones Técnicas salieron de la renuncia del IVF a un crédito de 15 millones de euros destinado al 'Fondo social IVF para incrementar participaciones en SGR de la Comunitat Valenciana', los 45 restantes han sido cubiertos con créditos bancarios a un alto interés y con la redistribución de otras partidas presupuestarias.

De este modo, la Administración valenciana cuenta con el 40% del capital (57 millones de euros), mientras que las entidades de crédito han bajado su porcentaje al 4% y el resto de socios protectores al 1%, por efecto de la ampliación de capital.

PÉRDIDAS HISTÓRICAS PARA LA ENTIDAD

De este modo, el capital protector pasa a representar un 45% del total, en la media del resto de las sociedades de garantía recíprocas españolas, frente al 10% anterior a la reestructuración. Como efecto de estos cambios, el coeficiente de solvencia de la entidad alcanzaría el 10%, superando el límite legal del 8%.

Con las últimas cuentas presentadas por la anterior dirección, la SGR cerró 2011 con unas pérdidas de 55 millones de euros, frente a los 2 millones registrados en 2010. Los avales concedidos habrían alcanzado los 263 millones; los avales formalizados acumulados, 6.457 millones y el riego vivo, 1.222 millones. El margen de explotación se situaría en 11,9 millones de euros y se habría destinado 67 millones a dotaciones.

Respecto este último aspecto, 36 millones se habría destinado a dotaciones objetivas por la morosidad de la entidad y 31 millones por motivos subjetivos como el deterioro de la entidad o las pérdidas continuadas.

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