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VALENCIA. Las grandes inmobiliarias esperan la creación del ‘banco malo' que prepara el Estado con grandes expectativas, a pesar de las incertidumbres. Este cajón de sastre en el que se meterán los activos tóxicos de las entidades financieras intervenidas servirá para separar el arroz y empezar a quemar la paja. O lo que es lo mismo, generar algún dinero en concepto de comisiones por venta a cualquier precio.

Los primeros espadas del negocio en la Comunitat Valenciana ya se han puesto en contacto con los nuevos gestores de Bankia (que valora sus activos tóxicos en más de 37.000 millones de euros), al igual que con otras entidades bajo control del estado, como Catalunya Caixa, con presencia significativa en el territorio valenciano.

Aunque la información que circula en escasa, lo que está claro es que el beneficiario tiene mucho que ganar. "Hacerse con el concurso público para la comercialización de los activos del banco malo puede ser un muy buen negocio", reconocen fuentes del sector. "Con esta fórmula, se pueden asumir pérdidas hasta encontrar un buen precio de colocación y conseguir ingresar comisiones bajas, pero muy necesarias para la empresas del sector".

Por el momento impera la incertidumbre sobre cómo se concretarán las adjudicaciones y cuales serán los criterios de adjudicación, pero sí se tiene como pista una primera fecha, el viernes 24 de agosto, día en el que el Consejo de Ministros aprobará la creación del 'banco malo' y establecerá definitivamente sus características.

LA TERAPIA FREUDIANA DE MATAR AL PADRE

Una vez definido qué activos pasarán a engrosar esta entidad, llegará el momento de establecer cómo se les dará salida. A pesar de que los actuales gestores de las entidades intervenidas han defendido su derecho a gestionar de forma autónoma sus activos tóxicos, el Gobierno ha descartado en repetidas ocasiones esta posibilidad.

La solución que se apunta desde distintas fuentes señala a la convocatoria de un concurso público que sirva para designara a uno o varios comercializadores, que no serán las consultoras que actualmente ejercen la asesoría para la gestión del 'banco malo': Alvarez&Marsal, Nomura, Cuatrecasas y PwC.

La decisión de cortar de raíz toda relación de las antiguas entidades con sus activos tóxicos es una exigencia impuesta por Bruselas, que se niega a que las organizaciones responsables de la sobrevaloración de activos tengan la más mínima relación con la operación, aunque hayan cambiado los gestores que llevaron a las entidades a la situación actual.

ACUERDOS EN EL AIRE

Fuentes conocedoras del proceso prevén que el Ejecutivo determine el funcionamiento del 'banco malo' en el mismo Real Decreto que especifique y desarrollo los compromisos recogidos en el Memorando de Entendimiento (MOU), el documento que concreta las condiciones para que España reciba hasta 100.000 millones de euros para sanear su sistema financiero.

Los principales actores en este proceso en el caso valenciano están siendo Roan, Ágora, Magnum & Partners, Edival, Foro consultores e  Intende, que están llegando a ofertar rebajas del 70% para la venta de determinados activos que, de otro modo tendrían una difícil colocación.

Aunque el negocio no está siendo sencillo, las buenas expectativas que se están generando por las devaluaciones han hecho que grandes firmas como CB Richard Ellis o Jones Lang La Salle hayan creado recientemente sus departamentos específicos de activos adjudicados, que es como se denominan estos inmuebles propiedad de los bancos en el sector. Aunque tradicionalmente se dedicaban a operaciones de mayor envergadura, la situación del negocio les han animado a desarrollar operaciones más mundanas que pueden ser muy bien venidas después de cinco años de crisis.

Lo que no queda claro y sigue generando inquietud en el sector inmobiliario valenciano es qué va a pasar con los acuerdos de comercialización establecidos entre los principales tenedores de activo inmobiliarios en la Comunitat como son Mediterranean, inmobiliaria de la antigua CAM actualmente integrada en la del Sabadell (Solvia), y  Bankia Habitat (que integra los activos de Bancaja desde el pasado mes de febrero, a excepción del suelo). Ambas comercializan una parte de su cartera por medio de otros agentes subcontratados, especialmente para captar a potenciales compradores en el extranjero o con el objetivo de dar salida a activos puntuales, según reconocen fuentes de ambas entidades.