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VALENCIA. Las empresa públicas valencianas se encuentran en plena reconversión y adelgazamiento. Expedientes de regulación de empleo (ERE), posibles privatizaciones, hasta el momento organismos como Radio Televisión Valenciana (RTVV) o la Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA) ya han sufrido la mano dura de la Generalitat Valenciana y se encuentran rebajando personal y costes. Por la misma senda se mueven otras empresas como Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), con un diferencia, antes de llover, chispea, y es que no sólo serán los empleados los que soporten las decisiones tomadas, sino que son los usuarios los que llevan prácticamente un año sufriendo los recortes en los servicios y el aumento de las tarifas en el servicio de Metrovalencia.
Los recortes de personal fueron el primer indicio de que algo no funcionaba. Ya desde 2009 se ha ido prescindiendo de las contrataciones temporales y se ha dejado de cubrir las bajas que se generan, lo que ha hecho que algunas estaciones no tengan personal en sus accesos y los usuarios únicamente dispongan de las máquinas automáticas para la compra de billetes. En caso de registrarse incidencias, los viajeros han de recurrir a los interfonos y esperar a que llegue algún empleado cuando le sea posible.
Al prescindir de las reincorporaciones para los puestos que quedan sin cubrir, se han ahorrado unos 16 millones de euros en tres años, pero esa cantidad es insuficiente para contener el crecimiento de las pérdidas de la empresa, que se situaron en los 194 millones de euros, según la cuenta general de la Generalitat Valenciana de 2010. Aunque fuentes de la compañía reconocen que la condición de servicio público obliga a un déficit estructural, la intención es que el déficit sea mucho más reducido y por ello continuaron aplicando recortes. Esta falta de personal ha ocasionado percances a muchos usuarios dispuestos a coger el metro en verano.
Las máquinas autómáticas, en el caso de líneas como la 1 donde las vías no se encuentran subterráneas, no son accesibles si la estación no se abre por el personal. Según trabajadores de FGV, una misma persona se dedica abrir varias estaciones de forma consecutiva, por lo que en las últimas de la ruta la apertura no se realiza hasta más de las 10 y media de la mañana los sábados, y como consecuencia los usuarios no pueden adquirir un billete hasta esa hora. Según contestaciones de FGV a usuarios que les han hecho llegar sus quejas, en el caso de no llevar un billete validado por este motivo los revisores pueden imponer una multa, lo que limita el uso del servicio.
RECORTES EN LOS HORARIOS, OTRA DE LA MEDIDAS DE AHORRO
Los horarios de paso de los metros fue otra de la bazas a alterar por parte de Metrovalencia. El 1 de febrero la entidad llevó a cabo una reducción del servicio del 5%, que, según FGV, al final del año se traduciría en un ahorro de unos 4 millones de euros. Las líneas 3 y 5 de Metrovalencia mantuvieron los horarios vigentes entre las 7 y las 22 horas, así que las modificaciones se produjeron fuera de esa franja horaria. En éstas se contemplaba la eliminación de los trenes con una demanda menor, dejando a a algunos usuarios sin un servicio público que debería intentar cubrir esas necesidades.
Pero el paso de trenes ha continuado menguando. FGV decidió adelantar 15 días la entrada en vigor del horario de verano, además de atrasarse 15 días más que el resto de años. Entre el 16 de julio y el 15 de septiembre se encuentra el nuevo periodo estival de Metrovalencia, en el que la frecuencia de los metros de las líneas 1, 3 y 5 en días laborables pasan a ser como el de los sábados del resto del año y los horarios de domingos y festivos se mantienen.
Esta disminución conlleva una reducción de un 33% respecto al resto del año. En el caso de las líneas 4 y 6 de tranvia la frecuencia de verano se encuentra vigente desde el 1 de julio. Decisiones que perjudican a muchos trabajadores que ven alterada su hora de coger el transporte público y un problema aún más grave para los usuarios que se desplazan desde poblaciones externas a Valencia, rutas en las que se deben de realizar transbordos en los que deja de cuadrar la llegada de los metros con gran espacio de tiempo entre ambos.
Hace unos días se anunció que el 4 de septiembre entrará en vigor un nuevo ajuste de horarios en la línea 1 aunque desde FGV alegan que no habrá ningún tipo de reducción de frecuencia, sino que simplemente se adelantará un minuto la llegada de los metros.
SUBEN LAS TARIFAS ... POR SEGUNDA VEZ ESTE AÑO
Hace escasos días, FGV, empresa en la que se incluye el servicio de Metrovalencia, procedía a anunciar una nueva subida de las tarifas de los billetes que empezarían a aplicarse el 1 septiembre. El motivo era el aumento de un 2% del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) anunciado por el Gobierno en julio, lo que pasaría a gravar el importe de un 8 a un 10%. Pero los incrementos han sido mayores y se encuentran entre un 5% y un 11%, por lo que es evidente que la Agencia Valenciana de Movilidad y la Comisión de Precios de la Generalitat, encargados de tramitar y aprobar las nuevas tarifas, han realizado un aumento bastante superior a su justificación.
Según explicaban fuentes de FGV, esta subida, mayor al porcentaje del IVA, debería implicar que no se volviera a encarecer el precio de los billetes en el paso a 2013, y está aprobada con la intención de no tener que realizar más aumentos en el resto del año. Este incremento se une al ya realizado el 1 de enero de 2012, en el que se aumentaron un 5% las tarifas. A esta decisión se le suma el paso de la estación de Aeroport de zona B a zona D, incrementando el precio del billete sencillo un 95%. Algunos usuarios de Metrovalencia de poblaciones como Vilamarxant o Ribarroja que acostumbraban a dejar el coche en la zona del Aeropuerto de Manises y se desplazaban en metro al centro de Valencia, ahora tendrán que soportar la nueva Tarifa Aeroport, pensada para los turistas pero que también rascará el bolsillo de muchos trabajadores valencianos.
Pero no solo el aumento de las tarifas fue lo que perjudicó a los usuarios de Metrovalencia en cuestión de precios. A finales de 2011, miles de usuarios de este transporte menores de 30 años vieron como el precio del abono mensual de la EMT y el metro se les incrementaba un 40%. Se acabaron los grandes descuentos para jóvenes y universitarios. Esto fue consecuencia de la falta de renovación del convenio entre FGV y el Instituto Valenciano de Juventud, que subvencionaba parte de este servicio. Cuando se dejó de aplicar el descuento, un usuario de la zona AB con Carnet Jove y convenio universitario pagaba 28,50 euros, cifra que ascendió a 43,50 euros al desaparecer la reducción.
En la última encuesta realizada a los usuarios de la red de Metrovalencia otorgaron una puntuación de 8,03 sobre 10 al servicio en su conjunto, aunque suspendieron con un 4,76 el precio de los billetes, según los datos del Índice de Satisfacción al Cliente (ISC).
Los aspectos del servicio que recibieron mejor valoración fueronla ausencia de colas y la señalización (ambos con 8,08), la seguridad en el trayecto (8,07), la limpieza de los trenes (8,02), el funcionamiento de pasos y canceladoras (8) y la limpieza de estaciones (7,93).
Según especificaba la encuesta, los motivos de los viajes de los clientes en este transporte público son trabajo (42,83%), estudios (22,53%), visitas a familiares y amigos (9,33%), ocio (9,2%), gestiones (5,83%), médicos (4,33%), compras (2,9%) y turismo (0,20%). Esto desmuestra que la mayoría de perjudicados por los recortes en los servicios son trabajadores y estudiantes, un elemento de primera necesidad en cuestión de desplazamiento.
FGV, UN PLAN DE VIABILIDAD QUE PODRÍA LLEVAR A MÁS REDUCCIONES
Hace un mes, la empresa Improven entregó una propuesta de viabilidad para FGV. Actualmente se encuentran negociando como adaptarla a la situación de la compañía pública. FGV pierde alrededor de 194 millones de euros al año, una cifra que el Consell quiere reducir drásticamente, aunque son conscientes de que es un servicio que siempre será deficitario. "La cuestión es reducir las pérdidas de manera notable, porque no es asumible en la situación actual", explican fuentes conocedoras de la operación.
La privatización de parte de FGV ha estado siempre sobre la mesa, pero los avances que se han logrado han sido escasos. El Consell no ha conseguido atraer la atención de posibles operadores privados, por ejemplo, para la linea 2 de Metrovalencia ni para una nueva línea del tranvía. Los pliegos que han circulado en determinados ámbitos se han rechazado primero por las posibles interesadas, que ven complicado obtener rentabilidad y después por la nueva política del Consell de no privatizar servicios a cualquier precio.
Uno de los grandes handicaps que tiene FGV es su elevado número de empleados, que se traslada en un coste salarial de más de 90 millones de euros. Para atajar esa línea de gasto ya se ha especulado con un ERE o la reducción de sueldos. El grueso de los empleados de FGV está destinado al área de circulación: maquinistas, personal de estación... Diversas fuentes del ente apuntan a que la privatización con la que menos se resentiría el servicio corresponderíaal área de mantenimiento.
Otra área donde se estima que podría existir un recorte sensible es la de oficinas, que actualmente está compuesta por cerca de 230 trabajadores. Además, fuentes del ente no descartan la posibilidad de que se eliminen algunos servicios, si bien creen que serían ajustes de "poca importancia" para no disminuir la calidad del servicio público. No obstante, parece que los usuarios de uno de sus servicios, de la red de Metrovalencia, seguirán sufriendo la reducción de prestaciones y el aumento del coste.
¿Agencia Valenciana de Movilidad y la Comisión de Precios de la Generalitat? . Ya solo los nombres me provocan escalofríos. ¿Ahí no hay EREs? .¿No hay responsabilidad para los político-gestores de FGV?. Adivínese quienes son las niñas bonitas que no pagan dinero en las empresas públicas y afines.
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