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VALENCIA. El Gobierno valenciano está trabajando ya en la búsqueda de alternativas para los 360 millones de euros que pensaba ingresar como canon a las empresas que se quedasen con la gestión de la sanidad pública. Según ha podido saber ValenciaPlaza.com el Consell ya tiene asumido que el plan que presentó el pasado mes de abril será imposible de sacar adelante. Tal y como ha venido informando este periódico, los servicios jurídicos de la Generalitat han tumbado una tras otra las tres alternativas presentadas para la externalización de la gestión sanitaria, dejando sin opciones viables a corto plazo para su aplicación.

La consecuencia más inmediata del fracaso del proyecto es la imposibilidad de ingresar unos fondos, los mencionados 360 millones de euros, que están contabilizados en el plan de ajuste presentado por la Generalitat al Gobierno y por el que se compromete a cumplir con un déficit máximo del 1,5% del presupuesto para este año. Es decir, sin esos fondos, el cumplimiento de ese plan es imposible.

"El proyecto de externalizar la gestión de la sanidad como se había diseñado inicialmente no saldrá", reconocen en privado fuentes próximas al Consell. "Eso no significa que la Generalitat no vaya a realizar todos los esfuerzos necesarios para cumplir con el objetivo de déficit", insisten las mismas fuentes.

En este sentido, el equipo económico del Consell de Alberto Fabra está trabajando ya en alternativas para ajustar ya sea por la vía del gasto o las de los ingresos esos 360 millones comprometidos inicialemente por el canon que se iba a cobrar a las empresas adjudicatarias por el uso de las instalaciones, un concepto que, todo sea dicho, nunca fue asumido por el sector.

"Cabe la posibilidad de que se apliquen algunas de las ideas de privatización parcial de los servicios sanitarios que se incluían en el plan inicial, pero el ahorro que se pueda obtener será una cantidad menor comparada con el montante total, con lo que será necesario acudir a otras partidas para conseguir el resto", explican las fuentes consultadas por este periódico.

CIERRE ANTICIPADO DEL GASTO NO ORDINARIO 

Aunque desde el entorno del Consell se asegura que hay "plan A, B, C y hasta D" para conseguir ajustarse al objetivo de déficit, de momento no ha trascendido en qué consisten. Sí que se maneja, como última instancia, un 'cierre anticipado del presupesuto'. Esta opción consiste en cancelar cualquier tipo de subvenciones o transferencias de capital previstas en el presupuesto y que no estén ya en marcha. Se trata de cerrar el grifo del gasto no corriente y evitar que el desfase en las cuentas sea mayor del que marca el Gobierno. 

Estas vías de recorte o de incremento de los ingresos -a los que habrá que unir, de seguir como hasta ahora, los más de 140 millones contabilizados por la venta de patrimonio que no se ha conseguido- deberán aplicarse en un plazo muy corto de tiempo. En caso de optar por el último recurso, la orden de la Consellería de Hacienda al resto de consellerías para que dejen de gastar no se debe retrasar mucho más allá del mes de septiembre.