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VALENCIA. Aunque el 'Tango' que bailaron en la piscina olímpica Andrea Fuentes y Ona Carbonell este lunes fue una pequeña decepción, las dos nadadoras de sincronizada españolas siguen optando a medalla. Y lo hacen, como el resto del equipo de esta especialidad, enfundadas en bañadores 'made in Spain'. Más en concreto en Castellón, donde tiene el centro de diseño, pero también la fábrica, la empresa Dolores Cortés.

La firma valenciana de bañadores ha confeccionado los equipos con los que las nadadoras españolas compiten en sincronizada en los Juegos Olímpicos de Londres. "Ya lo había hecho para el duo en los últimos juegos, y debí darles suerte porque para esta ocasión me pidieron que confeccionara los bañadores para todas", explica Dolores Font Cortés, la presidenta del grupo textil.

El encargo se lo hizo Ana Tarrés, la exnadadora y actual seleccionadora del equipo español. E inspirada en las composiciones que llevan a la piscina las deportistas, que siempre va acompañada por una música especial, la empresa valenciana ha realizado cuatro modelos distintos para cada uno de los ejercicios. El domingo se pudo ver Flamenco, el lunes Tango, y aún están pendientes otros dos diseños.

"Mi favorito es el que está inspirado en el fondo marino, que además tiene una complejidad especial en su confección", explica Dolores Font a ValenciaPlaza.com en una conversación telefónica poco antes de partir de viaje. El cuarto diseño tiene una inspiración precolombina en su estampado.

Los bañadores están diseñados y fabricados en España. "No puede ser de otra manera, ya que se trata de modelos muy exclusivos en los que hemos trabajado mucho para que se adaptasen a las características de la disciplina", explica Font, que reconoce que ha cedido gratuitamente al equipo español de sincronizada todas las colecciones. "No hay ningún acuerdo económico", explica la diseñadora y empresaria. La promoción de la marca en si ya es una ventaja para la marca, pero a Font se le ilumina la voz cuando habla de este proyecto, del que se la nota muy satisfecha en el plano personal.

Y aunque Font preifere no entrar en polémica, reconoce que su ejemplo lo hubieran seguido muchas otras empresas españolas del sector textil. Y a la mente viene el debate mediático sobre la estética y calidad de los uniformes olímipicos del equipo español, realizados por la marca Bosco. Cierto es que en este caso la compañía rusa ha pagado por vestir a todo el equipo olímpico. Al menos, las chicas de sincronizada lucen con orgullo unos diseños valencianos de una empresa que trabaja y da empleo en la Comunitat Valenciana. Por eso cuando a Font se le pregunta si, para hacer estos bañadores tan especiales, adaptados a la competición, ha tenido que recurrir a especialistas contesta divertida: "¿Qué mayor especialista que yo?".