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VALENCIA (EP). El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval), José Vicente González, mantiene "negociaciones en marcha" tanto con la Generalitat como con el Gobierno, a través de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), de la que es vicepresidente, para reclamar los impagos públicos por cursos de formación y otros servicios que prestan, ya que "para cobrar, hay que ir por todos los lados".

En una entrevista concedida a Europa Press, explica que están "dando pasos para intentar cobrar, en la medida que se pueda y las cantidades que se puedan, porque lo lógico es que la gente, cuando debe dinero, lo pague". De hecho, confía en poder cobrar "en un plazo relativamente corto, como mínimo, parte de esos impagos", que algunos datan de 2008 e incluyen "algo de 2009 y 2010 y 2011 casi enteros".

Valora, en este sentido, la adhesión de la Comunitat al Fondo de Liquidez Autonómico y la posibilidad de ser incluidos "en una segunda fase del mecanismo de pagos a proveedores" tras haber "sobrado dinero" del primero, del que les dejaron fuera por razones que no entiende al ser "proveedores suyos, tanto directos como indirectos".

"Está claro que eso puede ser y hay negociaciones en marcha al respecto tanto aquí con la Generalitat como desde la CEOE, que está teniendo conversaciones sobre ese tema con el Gobierno central", explica González, que fue precisamente quien planteó esa interlocución con el Ejecutivo estatal desde CEOE y que hace hincapié en que esa doble vía no implica "ir 'baipaseando' a nadie".

Al respecto, asegura que la Generalitat valenciana "es conocedora y consciente de lo que se está haciendo en CEOE" porque se lo ha dicho él mismo. Es más, sostiene que "está de acuerdo".

En cuanto a los cursos de formación que imparten organizaciones empresariales y sindicatos, sufragados con fondos finalistas que provienen de las aportaciones de empresas y trabajadores en las nóminas y que la Generalitat debe transferirles, defiende que han "demostrado hasta la saciedad" que es algo que saben hacer y, además, "de una forma transparente". "Y en eso hay que continuar", añade.

SISTEMA DE EVALUACIÓN PARA CURSOS DE FORMACIÓN

Admite, no obstante, que "hay que hacer reformas inteligentes" y que "en vez de más controles burocráticos, que hay demasiados, habría que incluir un sistema de evaluación que permita ver si los cursos que se dan son los que de verdad son necesarios; si los trabajadores que asisten a esos cursos, aprenden; y si realmente las empresas, que los pagan mediante una cotización especial, evalúan que eso es útil".

Sobre este tema, reitera que se trata de "fondos finalistas, de cotizaciones que se tienen que emplear para eso y no para cualquier otra cosa, por importante que sea, igual que no se puede usar las cotizaciones de la Seguridad Social para hacer puentes".

En cuanto al mecanismo de financiación "similar" al de los partidos políticos que reclamó para las organizaciones empresariales en la asamblea de Cierval, "en función de su representatividad", precisa que "esa es una vía más". "No es la única, pero me parece una vía simple, limpia, transparente y razonable, aunque no sé si a los partidos políticos les ha sentado muy bien", añade González.

En este punto, recalca que las organizaciones empresariales tienen que hacer "un debate intenso y profundo en este último trimestre acerca de cómo dar a las empresas lo que necesitan, cómo hacerlo al menor coste posible y cómo financiar todo eso".

Como presidente de Cierval, asegura no querer "condicionar ese debate" pero remarca que "hay cosas que claramente hay que adaptar a los tiempos" y avanza que "en algunos casos, está claro que harán falta fusiones porque no hace falta tener dos organizaciones que hacen prácticamente lo mismo, y lo más lógico es la fusión". No obstante, insiste en que "estas cosas son voluntarias y que, además, la fusión no es la única solución".

A su juicio, "es cuestión de que cada uno mire dentro de su organización y de abordar los temas sin prejuicios de ningún tipo, ni diciendo 'esto tiene que ser así' ni tampoco 'esto no se puede tocar'". "Hay que abrir el debate de verdad y lo ideal sería alcanzar un consenso generalizado, lo que consiste en que no todos obtengan lo que querían pero se sientan más o menos satisfechos", explica.

PARECERSE "A LAS EMPRESAS, NO A LA ADMINISTRACIÓN"

González asegura que ese debate "no necesariamente" implicará la eliminación de las patronales provinciales y recalca que él no va a "imponer condiciones". Eso sí, recuerda que son "representantes de las empresas" y que, como tal, deben "hacer cosas parecidas a las empresas, no a la administración pública", al tiempo que añade que no está de acuerdo en que "las cosas sean inmutables y no haya que tocarlas porque eso, a veces, es porque hay gente que no está cómoda con el cambio y no es cuestión de comodidad, sino de necesidad".

De su primer año al frente de Cierval, destaca su trabajo para "comunicar a las empresas cuáles son las salidas a la crisis" aunque también deja espacio para "una cierta autocrítica" y reconoce que su "mayor frustración" ha sido "dedicar demasiado tiempo al cortísimo plazo y poco a las cosas a medio y a largo plazo". "Le he dedicado demasiado tiempo a lo urgente, en detrimento de lo importante", lamenta González, que se marca como reto "abrir ese debate, mejorar el sistema de financiación y ser más útil a las empresas, no a Cierval".