VALENCIA. Hospitales Nisa es el grupo privado sanitario más importante de la Comunitat. Dispone de cinco hospitales en tierras valencianas: Virgen del Consuelo, Valencia al Mar, 9 de Octubre, en la capital; Aguas Vivas en Carcaixent, Rey Don Jaime en Castellón y el Centro de Daño Cerebral Vinalopó en Elche. Además, tiene en marcha un proyecto para un nuevo hospital en Valencia.
El grupo se ha expandido fuera de la Comunitat con dos centros: el Hospital Nisa Pardo de Aravaca (Madrid) y el Hospital Sevilla Aljarafe, al que le seguirá otro en la capital hispalense de inminente apertura.
El director general de la compañía, Joaquín Montenegro, reflexiona en Valenciaplaza.com sobre los proyectos de la empresa, las posibilidades de la sanidad privada y el nuevo modelo compartido que intenta sacar adelante la conselleria que dirige Luis Rosado.
-¿Qué proyectos tiene el grupo Nisa en marcha?
-El más inmediato es el Centro Médico de San Bernardo en Sevilla. Tenemos otro en la zona del Aljarafe pero, después de cuatro años, nos dimos cuenta de que necesitábamos un punto en la propia ciudad para los pacientes y los profesionales. En Valencia, tenemos unos terrenos comprados en un proceso que ha sido laborioso y en abril de este mismo año conseguimos la reparcelación. Está en la plaza de los Anzuelos y estamos trabajando con el arquitecto, con la empresa Arco, desarrollando el proyecto y solo falta la licencia para empezar.
-¿Por qué Sevilla?
-En el año 2000 tomamos la decisión de salir de Valencia. Abrimos en Castellón en 2003 y después continuamos con el plan de expansión por el resto de España. Como grupo, nos gusta buscar el sitio donde seamos necesarios, bien acogidos y, sobre todo, donde podamos construir el hospital. Es importante para que el centro funcione bien que sea óptimo: puedes comprar el hospital pero si no tienes la distribución correcta, no hay una varita para cambiarlo. Sevilla era una plaza en la que creíamos que cabía un hospital y acertamos. Hemos visto que ha funcionado y por eso vamos a reforzar nuestra posición allí.
-¿Tienen alguna otra previsión fuera de la Comunitat?
-Vamos un pasito detrás de otro. Ahora tenemos la vista puesta en el de Valencia: cuando esté en obras o a punto de empezar a rodar, buscaremos otras zonas. Aunque siempre estamos pendientes de cualquier oportunidad.
-¿Cómo está notando el sector y el grupo Nisa la crisis económica?
-Es un sector bastante acíclico. Nuestros clientes, los pacientes, no pueden evitar tener un problema o necesidad. No obstante, somos de los actores que notan la crisis al final de todo, porque quien te diga que no nota la crisis, miente. Hay complicaciones en precios, los proveedores lo pasan mal, existen tipos de cirugía o actividad clínica que lo sufren más que otros, como la estética, por ejemplo. Nuestro principal cliente, que son las aseguradoras, tienen dificultades por el cierre de empresas con las que tienen concertados seguros. Todo esto se nota, si bien es cierto que la mayoría de las personas tratan de mantenerlo, porque la salud es lo último en lo que intentas ahorrar pero igualmente se percibe la crisis.
-¿Les remite la conselleria menos pacientes que antes?
El grupo Nisa ha sido siempre un socio leal de la conselleria. Al tener muchos hospitales en la Comunitat Valenciana, desarrollamos radioterapia, colaboración con la eliminación de listas de espera, hemodiálisis por concierto, tratamiento de daño cerebral, ha habido casos de gripe y se han utilizado nuestras camas porque la conselleria nos lo ha pedido... colaboramos en muchos casos. Es cierto que desde Sanidad nos han informado que ahora van a intentar interiorizar todo lo que puedan en sus hospitales. Nuestro volumen de trabajo con la sanidad pública es de un 15%, una parte pequeña, antes era de un 18% aproximadamente.
-¿Qué aspectos destaca de la sanidad privada y de su grupo?
La sanidad privada está muy estigmatizada. Nisa nació en los años 70, hace 40 años ya. Sus accionistas, los que apostaron por construir un hospital en aquel momento, eran médicos en su mayoría. Conocían muy bien lo que necesitaba un profesional, un paciente y han tenido la claridad de reinvertir gran parte de sus dividendos para tener la última tecnología, quirófanos... Y luego, son hospitales de puertas abiertas para los profesionales: se les escucha mucho y eso repercute positivamente en el grupo y también en los pacientes.
-¿Cómo luchan ante esos prejuicios?
-Estamos en el patronato del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) que agrupa a empresas y aseguradoras que somos competencia en un foro en el que queremos transmitir que la sanidad privada da una buena asistencia. Hay casi ocho millones de personas que tienen un seguro; dos millones de funcionarios que repiten año tras año. Algo hará bien la sanidad privada. Eso sí, nosotros no queremos suplantar a nadie, queremos ser complementarios y unir fuerzas.
-¿Cuántos usuarios tiene el grupo Nisa?
En cifras generales, al año solemos hacer casi medio millón de pruebas ambulatorias, más de 300.000 urgencias, 60.000 ingresos, 65.000 intervenciones quirúrgicas... Damos una cobertura importante.
-¿Qué partes del negocio quieren reforzar?
Queremos integrar e impulsar las tecnologías de la información. Por ejemplo, que un profesional de guardia al que llaman por teléfono pueda ver imágenes a través de dispositivos digitales, pedir pruebas, consultar historias previas... incorporar toda la tecnología para facilitar el trabajo al profesional, lo que redunda en que el paciente será atendido de forma más ágil. Hay que acertar, lógicamente, estudiarlo, analizar las tecnologías... pero queremos trabajar en ese campo. Esto va muy unido a la teleasistencia. Hemos abierto la telemedicina para niños para así ofrecer cobertura a distancia en casos que lo permitan.
-¿Cómo ven el cambio de modelo anunciado por Sanidad?
El cambio de modelo es muy complejo. Hemos acudido a las distintas presentaciones que ha hecho la conselleria pero lo vemos complicado y jurídicamente se van a encontrar mil problemas. Esto no es una empresa nueva con un modelo. Esto está vivo, la conselleria está funcionando con sus hospitales en marcha y no puedes 'cortar' para arrancar otra cosa. Va a tener dificultades seguro pese a los esfuerzos que están realizando. Entendemos que es algo que hacen para adaptarse a las circunstancias que tienen en este momento.
-¿Estará Nisa en el diálogo competitivo, si este llega a producirse?
Nosotros escuchamos siempre pero Nisa tiene claro que, como está definido el modelo ahora, no somos el operador que buscan. Hablan de una serie de servicios que nuestro grupo no sabe hacer, no nos dedicamos a eso. Podemos ser prestadores de servicios para algún otro.
-¿Cree que el pago de un canon es un obstáculo insalvable?
Aparte de las dificultades jurídicas, hay que contar con la parte financiera en la situación económica actual. Pedir un canon de un volumen importante es un handicap para el operador, porque tiene que ver muy claro el negocio para decidir entrar.
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