C. SIERRA. 23/07/2012 José Vicente González, presidente de la patronal autonómica Cierval, se muestra crítico con las medidas de ajuste del Gobierno, pero las acepta si son coyunturales y existe un objetivo. Propone planes de estímulo para la economía, la reducción del gasto público y el traslado de 'todos' los festivos al lunes

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VALENCIA. Le ha tocado bailar con la más fea, es decir, presidir la primera asociación empresarial valenciana en el momento más difícil, no solo para la economía en general, sino para la propia asociación. Fuertemente impagada por la Generalitat, al igual que tantos otros acreedores, González se propone la unificación de las organizaciones empresariales, patronales y cámaras, a medio plazo. Sus razonamientos están saturados de sentido común. Acepta los sacrificios que la crisis impone pero siempre que haya transparencia por parte del Gobierno y un objetivo hacia el que dirigirse. Habla con la claridad del empresario que no depende ni de subvenciones ni de ayudas de la Administración para llevar su empresa (GH Industrial, donde en estos momentos negocia un aumento de su participación) hacia adelante.

1. -Acaba de cumplir un año al frente de Cierval. ¿Es como se lo imaginaba, o dada la situación es más duro de lo que había pensado? ¿Cuál ha sido su momento más amargo?
-Ha sido un año especialmente duro para todos y de la misma manera lo ha sido para Cierval. La deuda que tiene la Generalitat Valenciana con las organizaciones empresariales ha provocado una asfixia financiera en nuestras organizaciones sin precedentes. La situación es tan seria que prácticamente ha paralizado una buena parte de nuestra actividad y, en ese sentido, sí que no ha sido como yo lo imaginaba. No hemos podido desarrollar, como yo deseaba, una función más eficaz de orientación a las empresas, pero cuando se tiene que estar pensando obsesivamente en cómo se va a pagar la nómina a final de mes, eso es muy difícil. Sin embargo, el momento más amargo que he pasado durante este periodo fue cuando tuvimos que acometer recortes de personal. Despedir a un empleado siempre es un drama.

2. -¿Está de acuerdo con la línea de fuertes ajustes que está marcando el Gobierno, como la subida del IVA y los recortes a los funcionarios y los servicios públicos?
-La subida del IVA es una medida severa que provocará un descenso de la demanda interna. Muchas empresas tendrán que asumirlo a costa de sus beneficios para continuar con su actividad. Sin embargo, por otro lado creo que era una medida impuesta y necesaria. Las últimas medidas en un 50% son aumentos de impuestos, o lo que es lo mismo, menos dinero en manos de las empresas y los ciudadanos, lo cual en general no es bueno para la economía y, por supuesto, para el consumo. Pero todo sea por el sacrosanto principio de reducir el déficit, siempre que estas medidas sean coyunturales.

No hay, en cambio, el mismo énfasis en reducir el gasto público y eso es fundamental. Mientras que las medidas de aumento de impuestos son de carácter inmediato, las de reducción del gasto se van postergando en el tiempo. Hacen falta medidas más radicales e inmediatas en la reducción del gasto público. No recortar el gasto público básicamente en inversiones productivas que generan empleo. Y son infraestructuras no solo las carreteras o ferrocarriles, sino también las tecnológicas como I+D, institutos tecnológicos, transferencia del conocimiento desde las universidades, etc. Y hay que explicar con claridad a los ciudadanos para qué se aprietan el cinturón, qué planes de estímulo y recuperación de la economía hay. La gente nos podemos sacrificar por un futuro mejor, no sacrificarnos por sacrificarnos.

3. -¿No le parece que las grandes corporaciones privadas deberían contribuir al esfuerzo colectivo con un mayor Impuesto de Sociedades que el que realmente se abona en la actualidad?
-Un sistema impositivo debe ser justo. Es cierto que hay que favorecer a las Pyme que son la base de nuestro sistema económico. Y al mismo tiempo hay que dar seguridad jurídica y económica a todas, grandes y pequeñas. Medidas como la no aplicabilidad de los créditos fiscales de años anteriores, en realidad suponen un incremento de precio para algunas operaciones corporativas que se han realizado.

4. -Se ha organizado un gran revuelo con el traslado de festivos en la Comunidad Valenciana. ¿Cuál es su opinión sobre ello? ¿Considera que en estos momentos hay que dejar a un lado las tradiciones para fomentar la productividad?
-Los empresarios conocemos bien el coste económico y las pérdidas que un 'puente' tiene para cada empresa. No podemos permitirnos, en estos tiempos, perder millones cada vez que un festivo nacional o autonómico cae entre semana. Primero en la CEV, en 2008, y en Cierval después, llevamos pidiendo esta medida desde hace mucho tiempo y de hecho, el pasado lunes pedí como vicepresidente de CEOE hacerla extensiva a todas las festividades autonómicas, nacionales y municipales. No se trata de dejar de lado las tradiciones, si no de combinar ambas cosas: aprovechar las festividades sin afectar a la productividad.

5. -En estos momentos de crisis, ¿cree necesaria la unificación de organizaciones empresariales? ¿qué pasos deben darse en esa dirección?
-Las organizaciones empresariales son organizaciones privadas y son ellas las que deben tomar ese tipo de decisiones de forma voluntaria. Es cierto que actualmente existe algún tipo de duplicidad que se podría evitar y en eso estamos trabajando, en el aprovechamiento de sinergias. No es un proceso que se realice de la noche a la mañana. Vamos claramente en esa dirección, no hay alternativa. La eficacia al mínimo costo ha de ser la guía.

6- ¿Debe reenfocarse la formación universitaria para fomentar el emprendedurismo y la actividad empresarial? ¿Qué aspectos concretos hay que cambiar para que la Universidad genere mayores sinergias con las empresas?
-Creo que debemos cambiar no sólo la formación universitaria, sino también la escolar desde la Educación Primaria. Nuestros estudiantes no sólo tienen que aprobar, lo principal es que aprendan y que sean conscientes de que tienen posibilidades de crear una empresa o de poner en práctica una idea. Considero que se debe potenciar la Formación Profesional, mejorar nuestros idiomas desde la etapa escolar etc...

En cuanto a la universidad y la empresa, es cierto que tradicionalmente ha existido un distanciamiento entre ambas instituciones. Pero también lo es que somos plenamente conscientes de ello y que estamos trabajando para disminuir esta brecha y aprovechar la sinergia entre ambos mundos. Es necesario que los profesores universitarios tengan los mismos estímulos para publicar sus artículos en las revistas de primer nivel que por transferir el conocimiento a las empresas que se plasma en patentes y productos comerciales. No podemos permitirnos el lujo de que, a partir de artículos publicados por universitarios españoles, empresas alemanas, americanas o coreanas hagan patentes y las exploten. Hay que cambiar la ley. Y las empresas tenemos que incorporar a la Universidad como socio estratégico.

7- ¿Vale la pena inyectar ingentes cantidades de dinero en la banca mientras la mayoría de entidades sigue sin abrir el grifo de la financiación? ¿No sería mejor dejar caer a quien no sea viable?
-Indudablemente a nadie le ha gustado lo que ha pasado con nuestro sistema financiero. Especialmente a las empresas que no han tenido ni tienen acceso al crédito. Algunos, hemos sido espectadores de una serie de despropósitos que es preciso corregir de alguna forma. Los empresarios consideramos que al menos y especialmente en la situación que usted describe, la banca no debe negar créditos a las empresas porque sin el crédito, muchas empresas mueren generando una espiral negativa descendente de destrucción de empleo e incremento de la precariedad. Hay que salvar a cajas y bancos en problemas y convertirlas en instituciones viables, pero también hay que dar ejemplo y no salvar, y menos premiar, a banqueros y cajeros que han llevado a las instituciones de los que eran responsables a situaciones deplorables.

8. -¿Es usted partidario de un replanteamiento del actual modelo de Estado autonómico de manera que no suponga un lastre para toda la sociedad ni asuste a los inversores extranjeros?
-Yo no soy de los que opinan que hay que recortar el estado autonómico. Más bien de lo contrario, de un estado federal en el que quien sea responsable del gasto sea responsable de la recaudación y responda ante los ciudadanos, lo que no es óbice para que exista rigor y disciplina fiscal y solo se gaste lo que se sea capaz de recaudar. Y, por supuesto, sentido común, para encontrar sinergias, por ejemplo, en el volumen de compras. Y también un mercado interior único. Si tendemos a un mercado único europeo, ¿qué sentido tienen 17 mercados españoles?

9. ¿Qué opina de las condiciones impuestas por la UE, el BCE y/o Alemania para acudir en ayuda de España? ¿Son justas o abusivas? ¿Realmente nos hemos ‘pasado' tanto como critican en el exterior?
-Las condiciones son, sin duda, duras, pero sobre todo solo atacan a la reducción del gasto y en consecuencia tienen el riesgo de que la recesión sea mayor que la que padecemos. También hay que estimular la economía. Con una economía más dinámica se generaría más empleo, en consecuencia más ingresos para el Estado y menos gasto. Y el BCE debería hacer compras masivas de deuda española e italiana para deducir la prima de riesgo. Cada 100 puntos más de prima de riesgo son 15.000 millones de euros más en intereses. Y eso se come cualquier ajuste. Si Alemania, que puede, incentivara su consumo, sería una oportunidad de oro para nuestras empresas exportadoras, que están demostrando ser las más dinámicas.

Sí, nos hemos pasado. La deuda soberana de España es comparable a la alemana o a la francesa y muy inferior a la italiana, pero la deuda total española (soberana + empresas + familias) es proporcionalmente la más alta del mundo. Eso hay que corregirlo y para ello hay que sacrificarse un tiempo.

10. -Con los datos que ahora tiene en la mano, ¿cómo se imagina a la Comunidad Valenciana en el año 2020?
-Si todos (Administraciones, empresas y ciudadanos) hacemos lo que tenemos que hacer, en 2020 seremos una comunidad con una renta per cápita superior a la media española y probablemente también a la europea. Para ello hemos de refirmar nuestro modelo económico, basándolo en la industria, el turismo, el sector agroalimentario, los servicios avanzados, etc. Lo hemos dicho muchas veces y lo podemos hacer. Todos tenemos que aportar nuestro granito de arena. Nadie nos va a regalar nada. Yo, desde luego, estoy dispuesto a aportar más de un granito.