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Salvador Navarro, presidente de CEV

VALENCIA. La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) ha cerrado el ejercicio 2011 con unas pérdidas de 246.414 euros y que para 2012, la diferencia negativa entre ingresos y gastos se prevé que crezca hasta los 367.307 euros. Esta perspectiva responde una previsión de caída de ingresos en este año de un 27%, pasando de 7,5 millones a 5,5 millones, como refleja la Memoria anual de la organización, presentada ante la asamblea.

Aunque la entidad va a recortar sus gastos en 1,9 millones (un 25%), el pago por adelantado de los cursos firmados con la Generalitat (que no se han cobrado), sumado a los costes del expediente de regulación de empleo (ERE) que ha reducido a la mitad la plantilla de la organización el pasado mes de junio; vuelven a marcar números rojos en las cuentas de la organización.

Actualmente la administración valenciana adeuda a la CEV 6,9 millones de euros por cursos y actividades delegadas que, pese a haber sido cobradas por el Consell del Gobierno central, éste no ha transferido a la organización. En la misma situación están el resto de patronales y los sindicatos UGT-PV y CCOO-PV, que han arrastran pagos pendientes desde 2010.

OBJETIVO: LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA REAL

El presidente de la CEV, Salvador Navarro, ha defendido ante la asamblea la necesidad de que la entidad se encamine hacia la independencia económica real, por medio de la prestación de nuevos servicios y el replanteamiento de las cuotas. La optimización de los ingresos sería el segundo paso tras el ajuste de gastos que se ha reflejado en la reducción de la mitad de su plantilla "por motivos estrictamente económico", como ha destacado Navarro.

Sobre el traslado de las fiestas a los lunes para mejorar la productividad, el presidente de CEV ha recordado que la organización ya lo propuso en 2008 y ha reiterado su apoyo a la medida. En todo caso, el responsable patronal ha lamentado que la Administración pública siga sin abordar una reforma profunda que reduzca su déficit y su deuda excesivos.

Entre otras medidas, propone a la Generalitat reducir todos aquellos costes que sean improductivos y fruto de la ineficiencia, para lo que ve necesario avalar cada una de las inversiones productivas con un análisis que justifique el retorno de la inversión. Por el lado de los ingresos, insiste en que se debe avanzar hacia un modelo de financiación público privado de sus actividades e inversiones, además de atajar el fraude fiscal, que perjudica a las empresas que sí cumplen con sus obligaciones.

AJUSTES Y REFORMAS

"Sería un grave error que la atención a los problemas más acuciantes impida establecer una estrategia de futuro", ha asegurado. En ese sentido, considera necesaria una revisión del sistema de financiación autonómico y una reforma del modelo productivo para el que se establezcan unas prioridades presupuestarias en aquellos sectores o subsectores clave para un crecimiento sostenible en el tiempo.

Igualmente ha defendido el mantenimiento de activos cuya consolidación ha requerido muchos años y recursos y que son claves para esa redefinición del futuro, como la red de institutos tecnológicos, las plataformas de ayuda a la internacionalización y la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR).