BARCELONA (VP/EFE). El grupo Abertis ha tomado posiciones en Puerto Rico para gestionar conjuntamente con el gobierno local las autopistas denominadas PR-22 y PR-5, según han avanzado a Efe fuentes financieras.
Abertis, que se ha limitado a señalar que éste es un proceso previo y que todavía no se puede cuantificar la oferta, ha acudido a la preselección para ser considerados aptos para licitar por este proyecto, en una oferta conjunta con Goldman Sachs Infraestructures Partners.
Esto supone el regreso de Abertis al mercado estadounidense, ya que Puerto Rico forma parte de EE.UU, como Estado Libre Asociado, tras el intento de pujar por la autopista de Estados Unidos Pennsylvania Turnpike.
En 2008, el consorcio formado por Abertis (50%), el banco estadounidense Citigroup (41,67%) y Criteria (8,33%), ganó la puja por la autopista de Estados Unidos Pennsylvania Turnpike al pagar 8.300 millones de euros por 75 años de concesión, pero finalmente la política local del estado hizo que se abortase el proyecto.
Esta vez, Abertis no se ha asociado con Citi, que de hecho también ha solicitado las credenciales para poder pujar en una oferta junto a Itínere. Otro grupo español que también ha demostrado su interés por esta operación es OHL, que acude con Morgan Stanley Infraestructure.
Además, también concurren en este proceso de calificación previa la brasileña Companhia de Concessões Rodoviárias, JP Morgan Infraestructure, Road Development of Puerto Rico, Interpland-Grodco-Consorcio Remix Developmetn Group y el grupo colombiano Odinsa.
OCHO CONSORCIOS INTERESADOS
Los ochos consorcios interesados participarán en este proceso de concesión bajo el régimen que en Puerto Rico se denomina Alianzas Público-Privadas (APP), según las cuales el contrato entre el Gobierno y la entidad que resulte seleccionada para financiar, operar, mantener y mejorar las autopistas puede tener una vigencia de hasta 50 años prorrogable por otros 25 más.
Uno de los objetivos es incrementar el pago electrónico en estas autopistas de Puerto Rico del actual nivel, el 40% hasta el 85%, algo en lo que Abertis, en especial gracias a su filial francesa Sanef, tiene una amplia experiencia.
Este proceso de concesión de autopistas en Puerto Rico se abre en un momento en que los gobiernos locales de Estados Unidos están planteándose procesos de privatización de sus propias autopistas, siendo ese mercado uno de sus objetivos de expansión pendientes en Abertis.
En el caso de Puerto Rico, el primer paso, que se llevó a cabo el pasado 29 de julio en el proceso de licitación, es asegurar que los ofertantes están debidamente cualificados para llevar a cabo un proyecto de infraestructura de envergadura, lo cual se logra mediante el proceso de solicitud y presentación de credenciales.
Después, el Comité de Alianza evaluará las credenciales recibidas para el proyecto, según establece la Ley de las APP y el Reglamento de Licitación, y luego se darán a conocer los consorcios calificados para el proyecto para luego invitarlos a hacer propuestas formales.
El gobierno de Puerto Rico espera que el contrato de la PR-22 y la PR-5 se adjudique entre finales de año y principios de 2011 para que el proyecto pueda comenzar a funcionar durante el primer trimestre de ese año, según ha informado la prensa local.
En los próximos meses, diversos estados de Estados Unidos podrían abrir la puerta a procesos similares de privatización de sus autopistas para garantizar su mantenimiento y ampliación, entre ellos Illinois, Indiana, Maryland, Virginia o Carolina del Norte.
Los ingresos de explotación de Abertis, cuyo presidente es Salvador Alemay, fueron en 2009 de 3.935 millones de euros, su beneficios llegan a 653 millones y gestiona infraestructuras de autopistas, telecomunicaciones, aparcamiento, aeropuertos y logística.
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