Hay que partir de la base de que generalmente una empresa pública que NO es rentable, seguirá sin serlo, aunque la gestione una empresa privada, (léase, p.e. museos) lo único que sucede es que con toda seguridad la empresa privada generará menos perdidas. Por el contrario una empresa pública que SI puede ser rentable, generalmente si se gestiona por gestores públicos, suele generar perdidas, mientras que el gestor privado consigue beneficios. El desastre de la gestión de empresas públicas, da pié a la solución "salvadora" de la privatización de la Gestión. Pero, ¿que distingue y que aporta la gestión privada, para que algunos la consideren la panacea de todos los males?... En primer lugar, y a diferencia de la gestión pública donde los cargos directivos se ocupan por Políticos que “sirven para todo” y se rigen por los criterios del partido, el sector privado pone un Gestor PROFESIONAL, que únicamente se rige por la consecución de objetivos y detalle muy importante, suele ser del sector a que pertenezca la empresa. En segundo lugar estos gestores profesionales realizan una gestión austera que bien podríamos llamar de "a mínimos" (mínimas nominas, mínimos gastos de mantenimiento y conservación, mínimo personal, mínima cualificación profesional, ect. ect..) Este forma estándar de gestionar , sirve para un gran número de empresas, independientemente del sector a que pertenezcan, Supermercados,, grandes almacenes, ect.. sin embargo suele ser de bastante dudosa eficacia en otros sectores donde la calidad del servicio o la especialización profesional es necesaria para mantener la competitividad de la empresa. Por ejemplo en la Sanidad y desde luego en los centros temáticos, como CACSA que son empresas que necesitan para su supervivencia un alto nivel de profesionalización que les permita estar en evolución continúa para ajustar la oferta de ocio continuamente a la demanda. En tercer lugar, estas empresas privadas aportan,….o deberían aportar, una posición determinada de liderazgo en su sector, y que coloque a la empresa pública en mejores condiciones de competitividad. Como sucede con el Oceanográfico gestionada por Parques Reunidos, que ha realizado una gestión “a mínimos” pero seria y profesional, colocando el Acuario dentro de su enorme oferta de Parques por todo el mundo. Si bien es cierto que, en mi opinión, no hay nada en esas empresas privadas de gestión que una administración pública seria no pudiera conseguir y mejorar, la realidad actual y la experiencia pasada está imponiendo la renuncia a procurar empresas públicas “bien gestionadas” directamente por la Administración. Lo único que queda es pedir que esas empresas privadas que van a gestionar el sector público, al menos sean rigurosamente seleccionadas, sean lideres en sus sectores y presenten planes de organización y de objetivos claros, porque sino, al menos en el sector de centros temáticos, acabarán por meter estas grandes inversiones en un pantano de aguas movedizas. Fdo. Izaskun García Azcárraga.