MADRID/ALICANTE (EFECOM). La centenaria Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) ha pasado en los últimos años de ser la cuarta caja de España, tras La Caixa, Caja Madrid y Bancaja, a echar el cierre, víctima de las consecuencias del desproporcionado peso del negocio inmobiliario, el conocido lastre del "ladrillo".
La CAM ha celebrado este lunes su última asamblea general justo cuando se cumple un año de su intervención por el Banco de España, el 22 de julio.
La entidad tiene su origen en el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Alcoy fundada en 1875. Posteriormente adquirió la denominación de Caja de Alicante y Murcia en 1975, para pasar a tener su nombre y configuración actual en 1988.
En el proceso histórico de configuración de la CAM han intervenido 18 cajas de ahorros y dos bancos.
Las cajas que la formaban eran la Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Alcoy, fundada en 1875; la Caja de Ahorros de Nuestra Señora de los Dolores, de la localidad alicantina de Crevillente nacida en 1903; la Caja de Ahorros de Novelda en 1903; y la Caja de Ahorros de Nuestra Señora de Monserrate, en Orihuela en 1906.
Además también pertenecían a la Caja de Alicante y Murcia, la Caja de Ahorros del Sureste de España, nacida en 1940, y en 1976 se integró la Caja de Ahorros de Alhama de Murcia, fundada en 1902.
La Caja de Ahorros del Sureste de España estaba formada, a su vez, por las Cajas de Ahorros y Montes de Piedad de Alicante, Elche, Jumilla, Yecla, Caudete, Cartagena y Murcia, creadas en 1877, 1886, 1893, 1902, 1919, 1921 y 1924, respectivamente.
En 1992 se integraron al grupo la Caja de Ahorros Provincial de Alicante y la Caja de Ahorros de Valencia, y en 1998 se adquirieron la filial española del banco británico Abbey National Bank y el Banco Sanpaolo, anteriormente llamado Banco Abel Matutes Torres-Banco de Ibiza.
En 2006, bajo la presidencia del ya fallecido Vicente Sala Belló, el grupo consiguió unos beneficios netos de 334,8 millones de euros, un 21,15 por ciento más que el ejercicio anterior, con una cifra de negocio de 106.402 millones de euros.
La caja, con sede en Alicante, contaba por esas fechas con 1.071 sucursales en territorio español y estaba presente en diversos países europeos, americanos y asiáticos como Estados Unidos, México, Cuba, República Dominicana, Reino Unido, Polonia, Suiza y China.
También tenía importantes participaciones industriales y estaba presente de forma directa e indirecta en sectores como la banca, el negocio inmobiliario y en empresas de inversión financiera.
Cuando comenzó la crisis financiera internacional fue una de las entidades financieras más expuestas por su inversión en el sector inmobiliario, y para hacer frente a la crisis intentó, sin éxito, participar en uno de los procesos de reestructuración con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura para fusionarse en el Banco Base.
No superó las pruebas de estrés a la banca europea dadas a conocer el 18 de julio de 2011 y fue la entidad que peor nota obtuvo, lo que provocó una caída de su valor en bolsa del 9 por ciento.
Tras fracasar la fusión, la CAM se vio obligada a pedir 2.800 millones de euros de ayuda al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para poder cumplir las nuevas exigencias de solvencia fijadas por el Gobierno.
Finalmente la caja fue intervenida por el Banco de España el 22 de julio de 2011 tras haber perdido 1.136 millones en los seis primeros meses de ese año y tener como morosidad más de la mitad de sus préstamos a promotores inmobiliarios.
El regulador la dotó con una línea de crédito de 3.000 millones de euros y la capitalizó con 2.800 millones de euros, por lo que el Estado pasó a controlar entre el 80 y el 85 por ciento de su capital.
El 7 de diciembre de 2011, el Banco de España adjudicó la CAM al Banco de Sabadell. El coste de su saneamiento lo asumió la banca a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que adquirió por 5.249 millones de euros el cien por cien de la entidad para venderla al Sabadell por 1 euro.
Hasta octubre de ese año, la Caja de Ahorros del Mediterráneo, convertida ya en el Banco CAM, registró pérdidas por valor de 1.893 millones de euros, según un informe remitido por la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
En mayo de 2012, el administrador del FROB en Banco CAM, José Antonio Iturriaga, compareció ante la comisión de Les Corts Valencianes que investiga la intervención de la entidad por el Banco de España.
Iturriaga responsabilizó a la anterior dirección y al Consejo de Administración de la situación de deterioro de la entidad, que contaba en el momento de su intervención con una fuerte exposición en el sector inmobiliario y activos de inversión crediticia de 53.000 millones de euros.
El 1 de junio finalizó la adquisición de Banco CAM por el Sabadell, que ha ofrecido pagar el 100 % del valor nominal de los títulos mediante acciones del banco, así como una prima en efectivo de hasta un 24 % adicional del valor nominal de los títulos canjeados.
Está previsto que a partir de mañana y hasta el próximo viernes declaren como imputados en la Audiencia Nacional cinco exdirectivos de la CAM en relación con la querella de la plataforma CAM contra la antigua cúpula de la entidad.
Se trata del expresidente del Consejo de Administración de la entidad Modesto Crespo, el exdirector general Roberto López Abad, la que fue su sucesora en el cargo, María Dolores Amorós, y los exdirectivos Vicente Soriano y Teófilo Sogorb.
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