MADRID (EP). El empresario Ángel de Cabo, último dueño de Viajes Marsans y Nueva Rumasa, ha abandonado el negocio de compra de empresas en quiebra y, a partir de ahora, limitará su actividad a gestionar las sociedades de las que es propietario, según confirmaron a Europa Press fuentes cercanas al empresario.
Las mismas fuentes explicaron que De Cabo no quiere continuar con la actividad de reestructuración de compañías en dificultades debido a los problemas derivados de las últimas operaciones llevadas a cabo en la compañía turística y en el grupo empresarial de la familia Ruiz-Mateos.
En este sentido, el empresario valenciano defendió a través de sus colaboradores que su voluntad siempre ha sido la de recuperar la viabilidad para las compañías en dificultades y se lamentó de la presión mediática y judicial sufrida desde que su nombre salió a la luz pública, a raíz de la compra de Viajes Marsans.
De Cabo, que contaba con un equipo de cerca de 100 personas, verá ahora reducidos sus colaboradores a unas 10 personas y su centro de operaciones seguirá en su sede de Valencia.
Las mismas fuentes no quisieron precisar el número de empresas que el empresario seguirá gestionando, aunque confirmaron que la mayoría de ellas pertenecen al sector hotelero, transportes y construcción, así como a la gestión inmobiliaria.
PROBLEMAS CON RUMASA
El 10 de septiembre de 2011 Ángel de Cabo compró el conglomerado empresarial de Nueva Rumasa a la familia Ruiz-Mateos por un euro, a través de la sociedad Back in Business.
Fuentes cercanas al empresario explicaron que esta operación ha supuesto una "decepción importante" respecto a las expectativas iniciales puestas en la adquisición debido a la información "errónea" aportada por los Ruiz-Mateos durante las negociaciones de compra.
A raíz de esta operación, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz imputó a De Cabo por presuntos delitos de estafa y apropiación indebida dentro de la causa que investiga a la familia Ruiz-Mateos por la venta de pagarés del grupo empresarial. De Cabo declaró ante el juez el pasado 28 de enero.
Por otro lado, la compra en junio de 2010 de Viajes Marsans a sus antiguos dueños, el entonces presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y su socio Gonzalo Pascual --fallecido hace dos semanas--, a través de la sociedad Posibilitum Business también le ha acarreado consecuencias legales, aunque no personales.
El Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid apartó a Posibilitum Business de la gestión concursal de Viajes Marsans en octubre de 2010 y está ahora pendiente de resolver sobre la culpabilidad concursal de la sociedad, así como de Pascual y Gonzalo, fallecido hace dos semanas.
Por otro lado, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha imputado a su colaborador y último director general de Viajes Marsans, Iván Losada, por un presunto delito de apropiación indebida del dinero de los clientes de la compañía turística por una querella presentada por la Fiscalía.
Además, este tribunal también ha admitido a trámite otra querella presentada por cuatro empresas acreedoras de Viajes Marsans contra Díaz Ferrán, Pascual y Posibilitum Business. La Audiencia Nacional estudia ahora qué juez asumirá las dos querellas.
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