La entidad sigue negociando el cobro de los 7,5 millones de euros de la deuda de la Generalitat, pero se prepara para evitar que los empresarios alicantinos pierdan su herramienta de representación en caso de colapso económico
VALENCIA. El riesgo de quiebra que acecha a la patronal alicantina Coepa ha obligado a sus responsables a barajar alternativas para que el incierto futuro de la organización no signifique una pérdida de representación de este colectivo empresarial. Aunque desde la entidad la posibilidad de echar el cierre de la que advierten los trabajadores es un tabú, también se reconoce que, si no se empiezan a cobra los 7,5 millones de euros que le debe la Generalitat, su futuro tal y como hoy se entiende la organización está en riesgo.
La salida que distintas fuentes señalan como más práctica para que los problemas económicos de la asociación no perjudiquen los intereses del colectivo que representa, es la refundación de la organización con la creación de una nueva asociación que permita partir de cero económicamente, mientras que la antigua Coepa, como sociedad mercantil, va resolviendo sus problemas.
El sistema consistiría en el trasvase de los socios de Coepa a otra organización que se vea a salvo de responsabilidades y libre de cargas. En esta nueva entidad, la organización podría dotarse de la infraestructura que fuera capaz de mantener y procedería a la sustitución de la antigua Coepa en los puestos institucionales de representación.
DESCONFIANZA ANTE LOS HISPABONOS
En todo caso, fuentes empresariales advierten que los gestores de la organización no están actualmente "en ese estadio" y centran sus esfuerzos en salir adelante. Sin embargo, reconocen que las posibilidades de que Coepa cobre lo que le deben en un plazo adecuado no son todo lo probables que se desearía.
La Generalitat fía el pago a la aprobación por parte del Gobierno central de los llamados Hispabonos, bonos de deuda conjuntos de las comunidades autónomas avalados por el Estado. Sin embargo, los altos niveles a los que se encuentra la prima de riesgo no ohace recomendable sacar al mercado un producto de estas características, por lo que resulta poco verosímil que esta solución llegue a tiempo para saldar las deudas con la patronal alicantina.
De todos modos, "mientras hay vida hay esperanza", insisten. Actualmente, los responsables de Coepa están negociando la renovación de los créditos firmados con los bancos para poder asumir la prestación de los servicios de formación que la Administración valenciana debía haber pagado.
PRECONCURSO DE ACREEDORES
Al tiempo, se está demandando a la Generalitat la fijación de un plan de pagos realista que permita saber a qué atenerse y poder reflejarlo en el plan de viabilidad que se está elaborando. El "peor escenario posible" que se bajara en estos momentos, según fuentes empresariales, es la solicitud de un preconcurso de acreedores que diera un margen de tres meses, ampliable a cuatro, para poder alcanzar una acuerdo que evite la suspensión de pagos definitiva.
Si no se hubiera podido salir adelante en ese plazo, la declaración de concurso de acreedores sería inevitable y sus consecuencias podrían terminar con la liquidación de la asociación. No sería el primer caso, pero sí el de mayor envergadura.
El problema añadido en este caso es la función de Coepa, reconocida por la CEOE como la institución provincial representante de los empresarios locales en la negociación de convenios, además de en la composición de la patronal autonómica Cierval. De no salir adelante Coepa de esta trance, la alternativa a la creación de una patrona sería al integración de los empresarios alicantinos en una única patronal autonómica fuerte, siguiendo el modelo de Foment del Treball en Cataluña.
Actualmente el sistema de represenciación patronal es un modelo intermedio entre el modelo de concentración catalán y la dispersión vasca, que cuenta con Confebask como marca paraguas de tres patronales provinciales fuertes. La apliación del modelo vasco se rompió en la Comunitat con la salida de Rafael Ferrando de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) en 2005. A partir de ese año, Cierval contó con un presidente que no era presidente provincial lo que le permitió alcanzar una autonomía que ha heredado José Vicente González, al suceder a Ferrando en 2011.
Me parece un derroche de cinismo que un directivo de Coepa diga que, tal y como esd ahora, Coepa es un organismo que no funciona: ¿ Quien es el respopnsable de que Coepa sea lo que es ? . . . . . y la solucion de dejarla hundirse y fundar otro organismo (para seguir ellos "montados en al machito" ) es mas propia de charlatanes de feria que de empresarios serios.
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