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DOS CANDIDATURAS

El dilema de UPyD en Valencia

X. A.. 28/06/2012 Eduardo Gómez, al frente de la gestora en la capital, y Pablo Serrador, exjefe de campaña de Toni Cantó, se disputan la vara de mando local este sábado
Toni Cantó y Rosa Díez

VALENCIA. Todos los partidos, grandes y pequeños, tienen disputas internas con el objetivo de lograr poder orgánico. La época congresual de grandes formaciones como PPCV y PSPV, suele enviar a segundo término los cónclaves de organizaciones como UPyD, que este sábado, no obstante, afronta la importante elección de su líder en Valencia con dos candidatos en liza.

Tras la dimisión en enero por motivos personales del que fuera candidato en las pasadas elecciones, Ramón Igual, el partido en Valencia ha sido pilotado por una gestora encabezada por Eduardo Gómez, uno de los aspirantes a liderar UPyD en Valencia.

El otro candidato es Pablo Serrador, quien fuera jefe de campaña de Toni Cantó en las elecciones generales del pasado año en las que UPyD logró un escaño por Valencia. Este candidato celebró su acto de presentación el pasado martes con la presencia del torero Vicente Barrera y Consuelo Ordoñez, hermana de Gregorio Ordoñez, concejal del PP asesinado por ETA en 1995, según informó el diario Las Provincias.

La importancia del cónclave para UPyD radica en las dos vías que apuntan a abrirse según la victoria de uno u otro candidato. Fuentes del consejo territorial rechazan de plano que exista un enfrentamiento con la dirección nacional del partido por la preferencia de alguno de los aspirantes.

No obstante, se desliza que Serrador tiene el apoyo de Cantó y, por extensión, de Rosa Díez y, por otro lado, desde la dirección territorial valenciana se valora la independencia y el trabajo realizado por Eduardo Gómez tras el abandono de Ramón Igual.

En cualquier caso, se percibe la apertura de dos vías en el partido ‘magenta' en la Comunitat: una que apunta a la tutela desde Madrid y la continuidad del modelo de éxito empleado en las elecciones generales que permitió el logro de un escaño -unos 80.000 votos- al partido a través de un ‘mirlo blanco', en este caso, Toni Cantó; y otra con mayor arraigo en la independencia orgánica autonómica y que se centra en valorar e impulsar a miembros del partido con trayectoria destacada en la formación.

 

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