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ROMA (Reuters/EP). "Al primer incidente, vamos a las elecciones", dijo Berlusconi el lunes durante una cena con los senadores de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), citado por la prensa italiana.

El primer ministro italiano se someterá a su primera prueba desde la ruptura con el presidente de la Cámara de los Diputados el miércoles, cuando estos votarán la moción de censura contra el subsecretario de Justicia, Giacomo Caliendo. La votación ofrecerá una medición concreta del nuevo equilibrio de poder en el Parlamento después de la ruptura con Fini, cofundador del PDL.

La moción de censura fue presentada por la oposición tras conocerse que Caliendo había sido puesto bajo investigación por su presunta pertenencia a la sociedad secreta conocida como P3, cuya actividad consistía en influir en las decisiones políticas y judiciales.

Caliendo ha negado que haya cometido ninguna falta y ha rechazado los llamamientos para que presente su dimisión, mientras Berlusconi le ha manifestado su apoyo.

En un e-mail enviado a Reuters, Caliendo ha explicado que el pasado 30 de julio fue interrogado por los magistrados y les dio información que, según él, confirma su total inocencia.

El Gobierno no tendría que dimitir automáticamente si la moción saliera adelante, pero esto supondría un golpe simbólico como los que Berlusconi ha dicho que no tolerará.

Fini y sus aliados han formado un nuevo grupo parlamentario que cuenta con 33 miembros en la Cámara Baja, los suficientes para despojar al Gobierno de su mayoría, y 10 en el Senado, lo que podría dejar reducida su mayoría a dos votos.

Si el Gobierno dimite y el presidente de la República, Giorgio Napolitano, cuyo papel es principalmente institucional, no consigue forjar uno nuevo, éste puede disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, que tendrían lugar en un plazo de dos meses.

ESTRATEGIA DE ABSTENCIÓN

El bloque de Fini se ha reunido este martes con dos partidos centristas de la oposición --la Unión de los Demócratas Cristianos y de Centro (UDC), encabezada por el ex presidente de la Cámara de los Diputados Pierferdinando Casini, y Alianza para Italia (API), con el ex alcalde de Roma Francesco Rutelli al frente-- para negociar una posición común de cara a la moción de censura.

Al término del encuentro, Fini dijo que los partidos están inclinados hacia la abstención, pero la decisión final será anunciada a última hora de este martes. La UDC y API tienen 39 y ocho escaños en el Parlamento, respectivamente.

La estrategia de Fini de atraer votos hacia la abstención permitiría a los aliados de Berlusconi superar la moción de censura, pero también asestar un golpe al Gobierno para demostrar su fuerza.

El hecho de que el PDL no consiguiera aplazar la moción de censura contra Caliendo hasta después del verano ya supuso un punto en contra del Gobierno.

El PDL rompió la alianza con Fini y sus seguidores la semana pasada, tras meses de enfrentamientos públicos entre Berlusconi y su antiguo socio. Fini dijo que seguirá apoyando al Gobierno siembre que éste actúe conforme a su programa electoral, pero advirtió de que no dudará en oponerse a las propuestas que vayan contra "el interés general".