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   VALENCIA (VP / EP). Más de 100 trabajadores de la empresa de lencería y ropa de baño Little Kiss se manifestaron ayer en l'Eliana (Valencia) para expresar su oposición frente al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la Dirección de la compañía, que afecta a 108 de los 137 empleados, así como para exigir a la firma que acepte las alternativas al despido que plantean los sindicatos.

   Los participantes en la manifestación, que comenzó en la puerta de la fábrica, situada en la Avenida Camp de Túria, y finalizó frente al Ayuntamiento, fueron acompañados de pancartas y gritaron consignas como 'Queremos trabajar, queremos trabajar. Si nos despiden, con dignidad'.

   La presidenta del Comité de Empresa, Elena Herrera, fue la encargada de leer el manifiesto en el que se instaba a "hacer un frente común" con el objetivo de "demostrar a la dirección de Little Kiss que no vamos a permanecer impasible mientras juegan con el futuro de nuestras familias".

   Asimismo, el escrito subrayaba que "existen alternativas al despido" y destacaba que los sindicatos tienen "capacidad" para "proponer alternativas". También indicaba que la empresa "no puede especular con nuestro trabajo y engañarnos con la crisis" ya que "sabemos que la empresa no pasa por una situación económica mala".

   En opinión de la presidente del Comité de Empresa, la Dirección de la compañía "está a tiempo de recapacitar, reconocer su error y atender a las alternativas a los despidos que proponen CCOO y UGT".

    Asimismo, Elena Herrera, en declaraciones a Europa Press, indicó que los trabajadores no están de acuerdo en las condiciones de los despidos planteados porque, según explicó, "es una deslocalización de la empresa que quiere sacar todo el trabajo fuera" a pesar de que "hay trabajos que se podrían hacer aquí con gente que está trabajando en plantilla".

   "La confección está en China y Marruecos, pero hay cosas que se podrían hacer aquí y se están sacando fuera, como el envasado y repaso plancha", recalcó la presidenta del Comité de Empresa, quien subrayó que los sindicatos intentarán que "se quede la máxima gente posible en plantilla", así como que la empresa "se replantee la situación", puesto que "sólo queremos trabajar".

   Herrera aseguró que los sindicatos han "intentado proponer diferentes cuestiones como prejubilaciones, fijos discontinuos en unas condiciones en las que se puedan conservar los puestos de trabajo", porque si alguien está seis meses trabajando y otros seis en paro "en dos años y medio te has comido todo tu paro".

   Por su parte, el alcalde de l'Eliana, Josep María Ángel, hizo hincapié en que los trabajadores "no deben pagar la crisis" porque "lo que han hecho es trabajar lealmente para que la empresa crezca".

   En este sentido, el primer edil insistió en que, en el actual contexto de crisis, "hay que hacer un esfuerzo generalizado pero, sobre todo, con los que más padecen que son los trabajadores". Además, aseguró que existen otras alternativas "sobre las que se puede reflexionar", entre las que citó repartir el tiempo de trabajo.

ERE PARA "REFLOTAR" LA EMPRESA

   Por su parte, la dirección de la empresa, en un comunicado, indicó que el despido de parte de su plantilla "se toma como disposición preventiva para evitar una quiebra segura, lo que perjudicaría a la totalidad de sus trabajadores", y señaló que "los responsables de la marca han adoptado esta salida en aras de conseguir reflotar la empresa".

   Asimismo, la firma aseguró que su situación de crisis "ha quedado debidamente acreditada ante la Autoridad Laboral, habiendo probado a la misma la imposibilidad de soportar el peso de todos sus trabajadores, debido al descenso sufrido en la facturación".

   La empresa negó formar parte de un entramado empresarial y aclaró que "el equívoco, puede haberse generado porque la marca cuenta con una filial comercial en China, donde se comercializan productos amparados por la marca Little Kiss", pero "en ningún caso" se trata de una unidad de producción. "Tampoco existen filiales en Estados Unidos o en Marruecos", aseguró.

   Del mismo modo, matizó que el ERE presentado "no persigue despedir al 75 por ciento de la plantilla, sino al 66 por ciento", además de "ofrecer la opción a 13 trabajadores de mantener parcialmente su empleo, mediante distintos tipos de contratos laborales".

   Por último, manifestó que "no es cierto" que el ERE se haya planteado "con el objeto de deslocalizar la producción", sino el de "adaptar la estructura de la empresa, tanto a la realidad de mercado como a su situación económico-financiera".