VALENCIA. El presidente de Bancaja se dirigió el jueves pasado a los consejeros de la entidad para presentarles el contrato de integración con Caja Madrid y otras cinco cajas de ahorro medfiante el procedimiento de SIP. Mostró serió interés Olivas y así se reflejó a lo largo de su discurso, en convencer a los consejeros de que Bancaja no va a perder el control sobre si misma y que nada va a cambiar en su rol dentro de la Comunidad Valenciana. "Nuestra Caja no va a perder ninguno de sus atributos por los que se la reconoce desde la sociedad a la que sirve" aseguró el presidente tras señalar que todos "queremos que nuestras cajas continúen siendo protagonistas principales y desempeñando su papel tradicional, diferenciado del de los bancos".
Puso como ejemplo Olivas a otros países europeos, como Austria, Holanda, Francia o Alemania "en los que las cajas no pierden su naturaleza, sino que integran su esfuerzo individual sobre algunas de las competencias operativas en una institución bancaria común, de la que se convierten en socios. Con el tiempo se da entrada a nuevos socios y de esta forma se generan recursos propios para capitalizar de forma adecuada a la entidad". Desgranó Olivqs los casos de éxito del Rabobank, el Credit Agricole, Sparkasse ("el conglomerado financiero más grande del mundo"), el Volksbank o Raiffeisen Bank. "Lejos de la experimentación, nos encontramos frente a un modelo ensayado con éxito en países de nuestro entorno", concluyo Olivas.
"BANCAJA NO VA A DESAPARECER"
El modo de abordar las relaciones con el SIP ocupó otra buena parte de la presentación del presidente de la caja. "Creemos que los procesos de integración no han hecho más que comenzar y que en los próximos años veremos nuevas iniciativas en la misma dirección. Para entonces, Bancaja se encontrará situada en una posición privilegiada" aseveró, asegurando que "Bancaja no va a desaparecer ni es objeto de absorción por ninguna entidad. Bancaja continuará existiendo como hasta ahora, con idéntica personalidad jurídica y bajo la dirección de sus propios órganos de gobierno, decidiendo su presente y su futuro, y su Obra Social seguirá respondiendo a los objetivos que le marquen los órganos de gobierno de la Fundación".
Y llegaron las salvedades: "Nos hemos comprometido a delegar en la nueva Sociedad Central (...) el diseño y la coordinación de las políticas comunes, la integración operativa que permitirá ganar eficiencia y el desarrollo integrado de un conjunto determinado de negocios. Las decisiones sobre estas materias que se tomaban en este Consejo, pasarán a adoptarse en el seno del nuevo Consejo de Administración de la Sociedad Central".
Olivas entró a detallar superficialmente el contenido de las materias a delegar y que hasta ahora eran potestad exclusiva de Bancaja: "La política financiera del Grupo se determinará en la Sociedad Central que asumirá en exclusiva, entre otras, las funciones propias de la gestión financiera, la tesorería y los mercados de capitales. De igual forma, será la Sociedad Central quien decida la política de riesgos de crédito, riesgos de mercado y operativos, riesgos de liquidez y de tipo de interés y el control global del riesgo. Al igual que sucede en el resto de entidades nacionales de crédito, las operaciones que superen un determinado nivel deberán adoptarse en el seno de la Sociedad Central, mientras que las que no lo hagan serán decididas en el seno de Bancaja".
PÉRDIDA "APARENTE" DE SOBERANÍA
"Esta aparentemente perjudicial pérdida de soberanía o de autonomía de nuestra Caja admitiría -explicó Olivas- una comparación con la que se produjo en el proceso de integración de España en la Unión Europea y en la Unión Monetaria. Entonces, España renunció voluntariamente a cierta capacidad de decisión nacional por integrarse y participar -con el peso que le correspondía- en los órganos de decisión conjunta de la nueva Unión".
El presidente de la caja valenciana insisitó en que con el SIP, Bancaja mantiene e incluso refuerza su compromiso territorial porque las competencias otorgadas a la Sociedad Central, "no alejan los centros de decisión que importan a la inmensa mayoría de los clientes". "Nuestro Sistema Institucional de Protección nos permitirá gestionar conjuntamente la Tesorería de nuestra "entidad con la del resto de nuestros socios, pudiendo mejorar el acceso y las condiciones de la financiación, así como cubrir conjuntamente nuestro coeficiente de reservas mínimas", añadió.
2014, UNA CAJA EN LA BOLSA
Olivas hizo hincapié en que en el futuro la caja podrá participar en operaciones a gran escala, defendiendo criterios institucionales y territoriales en los proyectos que benefician a la entidad o a la Comunidad Valenciana. "Además -dijo- en etapas posteriores se podrá dar entrada a nuevos socios que aporten capital, bien procedente de otras entidades de crédito en una primera fase hasta 2014, o de inversores de todo tipo en el caso de que la Sociedad Central cotice en bolsa".
También se detuvo el presidente de Bancaja en los sitemas de toma de decisiones del nuevo grupo: Está perfectamente recogido el tipo de mayorías cualificadas que se exige para adoptar decisiones importantes. Para unos casos se trata del 75% del capital social y para otras materias alcanza el 93%. Igualmente garantista es la toma de decisiones en el seno del Consejo de Administración de la Sociedad Central o en el de su Comisión Ejecutiva, con mayorías cualificadas para materias reservadas del 76,2% y 82,8% respectivamente. Consecuentemente, con el presente contrato resulta prácticamente imposible adoptar una decisión de relevancia sin el acuerdo de nuestra entidad".
BAJAS INCENTIVADAS Y PREJUBILACIONES
Se refirió al Banco de Valencia en los mismos términos en que se hace en el contrato ("Se mantendrá el Banco de Valencia como una entidad de crédito independiente con personalidad jurídica propia, con órganos de gobierno autónomos, domicilio social en Valencia y su presidente será nombrado a propuesta de Bancaja") y aludió a los empleados afirmando que las cajas de SIP se han comprometido a conducir el proceso de constitución del SIP minimizando en la medida de lo posible su impacto en el empleo. "Habrá negociaciones con representantes de los trabajadores, buscando el mayor consenso. Los necesarios ajustes laborales se harán en su mayoría a través de bajas incentivadas y de prejubilaciones", fue el compromiso del presidente.
Muchas e importantes fueron las aseveraciones realizadas por José Luis Olivas acerca del buen futuro que le espera a Bancaja antes de obtener la aprobación de los consejeros. Sólo el tiempo dirá si acertó en su optimismo o se equivocó a la hora de pintar un paisaje tan halgüeño para los intereses financieros y empresariales valencianos.
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