VALENCIA. La candidatura de Marina d'Or para hacerse con el macroproyecto de juego y ocio de Eurovegas no es el primer intento de Jesús Ger para sacar adelante su proyecto más ambicioso: Marina d'Or Golf. Ubicado en los 18 millones de metros cuadrados del PAI Oropesa-Cabanes (Castellón), aprobado en 2010, la empresa sigue buscando los 6.000 millones de euros necesarios para hacerlo realidad en un plazo mínimo de 12 años, según reconoció el propio Ger en su día.
Tras diversos intentos, no hace un año que la empresa anunció la firma de un acuerdo con Al Habtoor Trading Enterprises para constituir una compañía de energía renovable y la apertura de negociaciones para la participación del grupo dubaití en la financiación de Marina d´Or Golf. Pasado este tiempo, la iniciativa no se ha concretado.
Fuentes de la compañía reconocen que se siguen buscando inversores que puedan hacer realidad el proyecto, en el que consideran que Eurovegas puede tener un acomodo perfecto. La multimillonaria inversión ofrecida por el magnate del juego estadounidense Sheldon Adelson, unos 18.000 millones de euros, supondría una salida para un proyecto que la compañía que preside Jesús Ger no puede desarrollar a corto plazo.
El ambicioso plan de urbanización que presentó Marina d'Or para la inmensa pastilla de suelo, y que se inspiraba justo los ambientes tematizados de los hoteles y casinos de Las Vegas, se ha convertido en una utopía tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. La empresa castellonense no solo ha desechado iniciar este proyecto pese a tener las licencias. También ha paralizado la construcción de nuevos edificios en su 'ciudad de vacaciones' original.
Los millones de Adelson, sin embargo, ha despertado el interés de Ger. Su principal baza, frente al año largo de negociación que acumulan sus competidores, Madrid y Barcelona, la disponibilidad inmediata del suelo. Marina d'Or prefirió mantener silencio este lunes tras el revuelo mediático originado durante el fin de semana.
IMPACTO MEDIÁTICO
Eso no evitó que la onda expansiva de la oferta 'valenciana' para acoger el Eurovegas se propagase. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra; la consellera de Turismo, Lola Johnson; el expresidente de la Diputación provincial, Carlos Fabra; el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig; el conseller de Territorio de la Generalitat de Catalunya o distintos portavoces de Compromís y Esquerra Unida han multiplicado el efecto del anuncio realizado por Jesús Ger.
Después de más de un año de rivalidad entre Madrid y Barcelona por ganarse la inversión que plantea el multimillonario americano Sheldon Adelson, el empresario castellonense anunciaba ante 5.000 touroperadores nacionales e internacionales el inicio de los contactos para convertir su antiguo proyecto Marina d'Or Golf, en el mayor complejo de casinos de Europa.
La fecha elegida con el anuncio coincidió con el final de la llamada fiesta de la primavera de Marina d'Or, la convención anual para profesionales previa a la comercialización de su oferta vacacional para la temporada de verano. En todo caso, el proyecto cuenta con el apoyo de la Generalitat Valenciana y la conformidad del principal partido de la oposición si "respeta el medio ambiente y las condiciones normales de desarrollo de un negocio", como ha advertido Ximo Puig.
LA POLÉMICA DE LOS PLAZOS
Sobre el supuesto retraso en la presentación de la candidatura que adujo el conseller de Territorio catalán, Lluís Recoder; desde Presidencia de la Generalitat de Catalunya se ha matizado a Valencia Plaza que el miembro del Govern se refería al tiempo invertido por los otras aspirantes y no a la existencia de un hipotético plazo de presentación de candidaturas.
"Cataluña lleva más de un año defendiendo su propuesta y Madrid, más tiempo aún", señalan. En todo caso, reconocen que la última palabra la tiene la empresa promotora de Eurovegas, que no ha cerrado en ningún momento la posibilidad de seguir valorando emplazamientos.
En todo caso, las exigencias de Sheldon Adelson para instalarse en España chocan con infinidad de restricciones legales. El magnate exige, en la práctica, la supresión de normas urbanísiticas, fiscales, laborales, comerciales e incluso sanitarias. Todo para hacer prácticamente del recinto una zona franca, al estilo de la propias Las Vegas o de sus incursiones en el extranjero en Macao (China) y Singapur.
Todas estas exigencias, analizadas al detalle en las negociaciones que se arrastran en Madrid y Cataluña, en las que participan el Gobierno de España y los autonómicos, obligarían en muchos casos incluso a establecer excepciones en normativas europeas, lo que desde distintos sectores tanto legales como políticos se considera muy complicado.
MARINA D'OR GOLF, UN PROYECTO PARALIZADO
El respaldo público no debería significar inversiones directas de la Administración, sino facilitar la tramitación administrativa para la implantación del complejo. Es un caso similar a la celebración en el complejo de Jesús Ger de los cuartos de final de la Copa Davis, celebrados en el pasado mes de abril, que fueron sufragados con inversión privada.
De hecho, el proyecto se encontraba paralizado desde 2010, cuando consiguió la aprobación parcial, pero no reunió el capital necesario para ponerse en marcha. La propuesta incluía tres campos de golf, diseñados por Greg Norman y Sergio García; y un mínimo de siete grandes hoteles tematizados (Los Alpes, Acuario, Caribe, París, Hollywood, Venecia o balneario) de diferentes categorías, cada uno de ellos con una actividad lúdica asociada, como piscinas, parque infantil, patinaje sobre hielo, boleras o salas de baile.
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