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VALENCIA. Las dos grandes cajas de ahorros valencianas, en avanzado proceso de desaparición, se enfrentan a su transformación obligada en respectivas fundaciones tras haber perdido su condición de entidades financieras. Más en concreto, en 'fundaciones de carácter especial', una figura recogida tanto en la Ley de Fundaciones de la Comunitat Valenciana como en la Ley de Cajas de Ahorros autonómica. Sin embargo, tanto Bancaja como CAM tendrán que iniciar los procesos practicamente a ciegas, ya que el reglamento que la Generalitat debería haber desarrollado sobre el régimen de este tipo particular de entidades sigue pendiente.
El Consell introdujo el pasado mes de diciembre varias modificaciones en la Ley de Cajas de Ahorros valenciana por la vía de la conocida como 'Ley de Acompañamiento', el paquete de medidas fiscales y legislativas que se aprueba a final de año como desarrollo del Presupuesto anual de la Generalitat.
El Gobierno valenciano añadió dos apartados nuevos en el artículo 15 (bis). En uno, otorga capacidad supervisora e inspectora sobre estas fundaciones al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). En otro, se compromete a hacer el reglamento: "El Consell, a propuesta de los consellers competentes en materia de economía y fundaciones, desarrollará reglamentariamente el régimen de las fundaciones de carácter especial de cajas de ahorros".
A falta de esta regulación, y tal y como ordena la Ley de Fundaciones de la Comunitat Valenciana en la disposición adicional novena, introducida también en diciembre del año pasado, "las fundaciones que se constituyan como consecuencia de la transformación de cajas de ahorros (...) se regirán por lo dispuesto en la presente ley con las especialidades establecidas" en la normativa de cajas.
Estas especialidades, al margen del control del IVF, afectan fundamentalmente a la finalidad: "atender la obra benéfico con sujeción a las normas aplicables a las caja en esta materia". Fines a los que, con carácter auxiliar, podrán ampliarse al "fomento de la educación financiera".
Llama la atención que en el texto vigente haya desaparecido la mención que sí constaba en la redacción anterior sobre la posibilidad de "gestionar su cartera de valores" y el destino de los rendimientos de la misma, pese a que cuando se redactó, al menos en el caso de Bancaja, aún tenía la participación en Banco Financiero y de Ahorros (BFA); no así la CAM.
UN PATRONATO A IMAGEN Y SEMEJANZA DE LOS CONSEJOS DE LAS CAJAS
Pero el añadido más significativo que se introdujo a finales de 2011 en la Ley de Cajas de Ahorros valenciana fue un nuevo apartado que marca las directrices para la composición del Patronato. Textualmente, el apartado C del apartado 3 del artículo 15 bis dice: "La composición del patronato, así como el procedimiento de designación, renovación y provisión de vacantes de sus miembros deberá respetar el principio de representación de los intereses sociales y colectivos inherentes a los órganos de gobierno de las cajas de ahorros". El conseller de Economía se reserva el derecho de nombrar a un representante directo.
Es decir, según la norma en vigor, el patronato de las futuras fundaciones Bancaja y CAM deberá ser elegido por la misma vía que en la actualidad: Les Corts eligen al 25% los consejeros generales que representan a la Generalitat, los ayuntamientos, otro 25%, los sindicatos de los empleados, un 12% y los impositores, a través de asociaciones de usuarios, sobre un 35%. El resto corresponde a las entidades fundadoras (un 5% en Bancaja, algo menos de un 2% en CAM). 
Un sistema de elección extremadamente politizado y que, con la caída de las cajas, está siendo duramente criticado, ya que más que elegir a gestores expertos, primaba la vinculación política con los partidos políticos que son, en definitiva, los que eligen al grueso de la asamblea.
Pero además, esta forma de elección ya no solo queda obsoleta (ya no hay impositores ni apenas empleados) sino que además puede representar un impedimento para encontrar patronos externos que financien unas fundaciones que se han quedado sin vías de ingresos. De hecho, Banco Sabadell, dueño de Banco CAM (la entidad que tiene el negocio financiero que desarrolló Caja del Mediterráneo) ha mostrado su voluntad de contribuir económicamente a la continuidad de la obra social e incluso ha situado a Bernardo Chuliá, exdirector territorial de Valencia, al frente de la caja para que dirija su transformación.
Pero el banco que preside Josep Oliu, en conversaciones privadas, insiste en que su aportación financiera estará vinculada al control de la fundación y de su patronato, una opción que, de no modificarse la ley, no es posible.
Respeto a Bancaja, hay que señalar que, contrariamente a CAM, ya contaba con la Fundación Bancaja, encargada de desarrollar la obra social. Los miembros del patronato se elegían por el consejo de administración de la caja con un procedimiento propio, y si bien la politización en la elección de los patronos también estaba muy arraigada, en la forma no había intervención directa por vía legal.
PROCESOS ABIERTOS
En CAM, tal y como recoge la ley, han sido los administradores de FROB los que aprobaron el proceso de transformación de Caja Mediterráneo en una fundación, con lo que ese tramite ya está cumplido. Bancaja, por su parte, está pendiente de lo que ocurra finalmente con la nacionalización de BFA-Bankia y de las decisiones que se tomen en el Ministerio de Economía.
El ministro Luis de Guindos ha mostrado su predisposición a buscar soluciones para que las obras sociales de las siete cajas de BFA puedan seguir realizando su actividad. Cualquier decisión que se tome en este sentido puede condicionar el camino que debe elegir Bancaja. En todo caso, la entidad que preside José María Mas Millet ha convocado a la asamblea para el próximo 27 de junio.
En estos momentos, el consejo de la caja no sabe si la propuesta de liquidación de Bancaja y su transformación en una fundación (que deberá conjugarse con la posible desaparición o fusión con la ya existente, algo aun no decidido) formará parte del orden del día o habrá que convocar otra (siempre extraordinaria) más adelante para iniciar los trámites.
Si desaparecen las cajas también tienen que desaparecer sus "fundaciones culturales" y no convertirse en otro nido de corruptelas. Que pasen las obras de arte y los edificios a la administración competente o que se vendan en pública subasta y con lo recaudado, si sacan algo que se destine a disminuir la aportación del estado a su saneamiento. Basta ya de poltronas, pesebres y repartos de dietas. Para qué queremos mantener los consejos de las cajas en manos de políticos.
Siempre los primero COLOCAR POLÍTICOS Y AMIGOS. Del 15M lo único en lo que estaba todo el mundo de acuerdo es que BASTA YA DE ADVENEDIZOS Y MENOS ESTRUCTURA POLITICA. Pues ya se ve que no... SON SORDOS. Yo solo incluiría dos conceptos mas: los puestos NO SERAN REMUNERADOS, ni dietas ni nada... pues debe el dinero ir al fin y las AYUDAS serán a ASOCIACIONES SIN ESTRUCTURA O SUELDOS. Eso de que haya gente que se saque su sueldecillo de la ONG de turno y luego no llegue casi nada a su destino debe controlarse ferreamente.
Claro que la ley mantiene las cuotas, es lo que se llama despolitizar las cajas, que se lleva practicando desde hace muchos años en España. Por eso son tan solidas y tan relevantes en el sistema financiero.
Buenos días: ¿para que quiere el Gobierno Valenciano seguir con las "cuotas" políticas en las Cajas si no a quedado ningunas salvo las pequeñas que van sorteado esta tormenta muy bien.- ¿Es que aún en las Fundaciones "resto" del naufragio del poder financiero autonómico deberemos seguir pagando a Consejeros o miembros de Fundaciones políticos?.- No ha servido de nada los ejemplos de lo que ha ocurrido? Atte Alejandro Pillado Valencia 2012
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