VALENCIA. Más allá incluso que la elección de José María Mas Millet como nuevo presidente de Bancaja, la reunión del consejo celebrada este miércoles se encontró con la patata caliente de la indemnización que tiene pactada el actual director financiero de la entidad para cuando se jubile: casi 14 millones de euros.
Bancaja emitió un comunicado para salir al paso de la polémica originada por la publicación de este acuerdo. La caja matizó que "se trata de aportaciones realizadas a una entidad de previsión y que traen su origen en el contrato suscrito con motivo de su nombramiento como director general en septiembre de 2007, estando completamente cubiertas y devengadas dichas aportaciones desde 2010, y no suponiendo, por tanto, ninguna obligación ni desembolso adicional a la entidad".
La caja destacó que "a estar vinculados dichos derechos a situaciones de prejubilación o jubilación, Aurelio Izquierdo, actual director financiero, no ha ejercido ninguno de esos derechos ni ha cobrado importe alguno".
Finalmente, la entidad informó que "sin perjuicio de todo ello, el actual consejo de administración de Bancaja ha planteado a Aurelio Izquierdo la revisión de los acuerdos existentes, propuesta que ha sido aceptada con plena disposición por su parte".
REFORMULACIÓN DE LAS CUENTAS DE 2011 Y VUELTA A BENEFICIOS EN 2012
Pero el consejo de Bancaja, al margen de abordar esta polémica, también tuvo que atender otros asuntos ordinarios, entre ellos la reformulación de las cuentas de la propia entidad correspondientes a 2011. La caja, que inicialmente había presentado unas pérdidas de unos 300.000 euros, decidió amortizar unos créditos fiscales que tenía acumulados, siguiendo la estela de sus participadas BFA y Bankia (y de muchas otras entidades) ante la dificultad de saber cuándo los podrá hacer efectivos. Es una medida de prudencia que elevó finalmente las péridas del año a medio millón de euros.
Hay que recordar que Bancaja ya no genera beneficios o pérdidas por su negocio bancario. De hecho, su cuenta de resultados actual se limita a los gastos propios (que incluyen las dietas de los consejeros y el salario del propio Izquierdo, entre el escaso personal que queda en la estructura) y a los ingresos que percibe por la rentabilidad que le genera su 'colchón' de alrededore de 80 millones de euros.
Precisamente este último aspecto ha sido clave en lo que va de 2012 para que Bancaja presente a estas alturas del año unos 600.000 euros. Según fuentes del consejo, la diferencia (al margen de ligeros ahorros en gastos como seguridad o limpieza) estriba en la gestión de ese capital, y en ello ha jugado un papel decisivo el retorno de Izquierdo a la caja tras su paso por BFA y Banco de Valencia.
Hasta el año pasado Bancaja tenía ese dinero invertido en fondos que no rentaban más allá de un 1,5%. Izquierdo, experto precisamente en este campo, deshizo esas posiciones y ha puesto el capital en depósitos más rentables (sobre el 4%), lo que de por si solo ya ha permtiido a la caja obtener beneficios.
Una situación paradójica para un hombre sobre el que están puestas todas las miradas en este momento.
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