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VALENCIA. Nada será igual en Bancaja dentro de unos meses. De hecho, ya no lo es. La entidad financiera fundada a finales del siglo XIX ya no opera en el mercado. No tiene impositores ni da préstamos. Del poder económico que tuvo en la Comunitat Valenciana durante décadas, especialmente las últimas, solo quedan los ecos de la crisis de Banco Financiero y de Ahorros (BFA, matriz de Bankia), al que encomendó su futuro como entidad financiera. Pero si queda alguna opción de que sobreviva parte de ese pasado ahora está en manos de José María Mas Millet.
Este abogado nacido en Valencia en 1953, curtido en decenas de consejos de administración de empresas, fue elegido este miércoles nuevo presidente de una caja a convertirse en una fundación a través de la que deberá tratar de mantener la obra social, el elemento distintivo que tenían las cajas de ahorros la caja de ahorros y que, tras el profundo tsunami vivido por el sector financiero español, tienen su futuro en el aire.
Mas Millet recibió el apoyo unánime de un consejo que hace poco más de una semana había vivido unas horas tensas con la dimisión de José Luis Olivas y el frustrado intento de aupar a Antonio Tirado a la presidencia. Tras diez días de interinaje, la presidencia de Tirado tocó a su fin. Se cumplió el guión que se había escrito durante los últimos días, con una negociación en la que ha estado involucrado parte del poder económico y político local. Con el visto bueno de la Generalitat de Alberto Fabra, tras la fallida apuesta por Tirado, Mas recibió el encargo de pilotar los restos del naufragio.
Mas, sin embargo, no ha llegado a Bancaja para pasar a la historia como el liquidador de la caja. Así se lo hizo saber a quienes impulsaron su candidatura a la presidencia y a todo el consejo. El objetivo es conseguir que, asumida la obligación de la caja de convertirse en fundación, esta nazca con la financiación necesaria para garantizar la continuidad de la obra social, "con la relevancia que ha tenido durante su historia".
No es un trabajo fácil. La nacionalización de BFA deja a Bancaja sin participaciones a las que recibir ingresos. Las vías que habrá que explorar para suplir este varapalo serán otras. Negociar con los nuevos dueños y gestores de BFA-Bankia, liderados por José Ignacio Goirigolzarri, algún gesto, siquiera a futuro, con las obras sociales de las cajas será un reto para Mas Millet. De forma paralela, encontrar patronos públicos y privados que se incorporen a la fundación que gestionará el patrimonio tanto material como de función social que le queda a la entidad.
UN CONSEJERO PROFESIONAL CON EXPERIENCIA FINANCIERA
José María Mas Millet, hasta este miércoles vicepresidente de Bancaja, donde llegó hace un par de años a propuesta del cupo del Partido Popular (algo que le recordó uno de los consejeros durante su elección, tras haber sido propuesto el pasado lunes por el 'bloque progresista de la entidad), escapa de los perfiles que copan la mayor parte de los asientos del consejo de Bancaja.
La suya es una larga trayectoria ligada a los consejos de administración de numerosas empresas y entidades financieras. Con bufete propio en Valencia, MQ Asesores Legales, ha participado en consejos de empresas como Telefónica, donde fue secretario general durante la época de Juan Villalonga, Banco Popular, Corporación Financiera Reunida, Banco Zaragozano o Antena 3 Televisión, empresa de la que fue presidente. Mantiene en la actualidad varios puestos de representación en consejos de empresas tanto cotizadas como no.
Hombre firme y poco mediático, José María Mas Millet se enfrenta ahora a la obligación de poner en valor a una entidad que se prepara para un cambio histórico. El primer reto ya tiene fecha, el 27 de junio, día para el que se ha convocado la asamblea general de la caja. Aún no se sabe si ese día se podrá poner en marcha ya el proceso de liquidación de la caja de ahorros y su transformación en fundación. Los tiempos los marcará el Gobierno, que tiene que desarrollar el reglamento por el que se producirán estos cambios, que no afectan solo a Bancaja.
!Por fin una buena noticia para Fundacion bancaja y los valencianos! Si algo puede hacerse, sin duda se hará.
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