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VALENCIA. La Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) volverá a tener hoy presidente después de un mes de tensiones, negociaciones y renuncias. Los dos últimos aspirantes que se han disputado el puesto han sido Joaquín Farnós de los Santos y Salvador Lluch, castellonenses, empresarios y estrechamente vinculados con el Partido Popular de su provincia.

Aunque Lluch era el mejor posicionado, tras la negativa del también consejero Carlos Cabrera para asumir el cargo, por su experiencia financiera como directivo de Bancaja hasta el pasado año y representante de la Caja de Ahorros de Castellón en la fundación de la entidad; su insistencia en situar a otro castellonense como director general generó un enfrentamiento con los representantes valencianos.

Pese a que la presidencia es ocupada tradicionalmente por un empresario de Castellón, fruto de los acuerdo de fusión de las SGR provinciales establecidos en los años 80, nada obliga a que el responsable ejecutivo también venga de esa provincia. La voluntad de no abrir la nueva etapa de la institución con un frente abierto ha hecho que la Generalitat mediara e intentara limar estas asperezas.

Hay que tener en cuenta que Lluch sumaba a su méritos curriculares si estrecha vinculación con el presidente del PP de Castellón y secretario general de la Cámara de Comercio, Carlos Fabra. Además de haber sido designado para el cargo en la SGR por la cámara castellonense, el empresario es consejero de la empresa Golf del Mediterráneo, de la que es presidente el político.

JOAQUÍN FARNÓS, LA TERCER VÍA

Como tercera opción, el empresario Joaquín Farnós de los Santos empezó a despuntar como una buena alternativa ante las tensiones generadas. Licenciado en marketing por el ESIC, dirige desde hace 21 años el Hotel Termas Marinas El Palasiet, un centro especializado en tratamientos de talasoterapia que fundó su padre, Joaquín Farnós Gaucha, exconseller de Sanidad y antecesor de Carlos Fabra en la presidencia de la Diputación de Castellón.

Distintos empresarios no disimulan su malestar por los retrasos que ha sufrido la designación de los nuevos responsables de la entidad avalista "con la que está cayendo". Hay que tener en cuenta que la dimisión del director general del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Jorge Vela, por su imputación en el caso Nóos paralizó el proceso, al haber sido el hombre elegido por el conseller Máximo Buch para capitanear el cambio de rumbo.

Aunque el actual responsable del instituto, Fernando Díaz, ya es consejero de la entidad, su incorporación a esta y a la propia conselleria ha sido reciente. El nuevo conseller le situó al frente del Instituto Valenciano de Estadística (IVE) el pasado mes de febrero, tras mantener una estrecha relación con él a través del fondo de capital riesgo Tandem Capital, creado en 2007 por varios grupos familiares valencianos, entre ellos Ballester, Martinavarro, Zamorano, Lis y Giménez, y que presidía Buch.

VUELTA A LA NORMALIDAD

Fuentes de la conselleria confirman que en la reunión del consejo de esta jornada, que se celebrará en la sede de Economía, se procederá al nombramiento de un nuevo representante de la Generalitat, cubriendo la vacante que dejó la salida de Vela. De este modo, se quiere completar un proceso que se inició hace un mes y que debe calmar las aguas para que la entidad redefina sus funciones y vuelva a trabajar con normalidad.

A pesar de los vaivenes, lo que no se prevé que sufra alteración es la política definida para el futuro de la SGR. La idea es abandonar todas las actividades que ha ejercicio "de banco puro y duro", como las describen distintos conocedores de la SGR, y dedicarse exclusivamente al negocio típico de estas sociedades: dar créditos razonables a pymes.

Tras la renovación del pasado 30 de abril, la junta general de la SGR de la Comunidad Valenciana redujo sus miembros 37 a 18, conservando únicamente a ocho de los consejeros de la anterior cúpula. Después de inyectar 60 millones de euros para la recapitalización de la entidad, la Generalitat elegió como representantes a seis consejeros: Santiago Santos y Adolfo Porcar, de Bankia (la entidad financiera con mayor participación en la SGR); Joaquín Maldonado, ejecutivo actualmente en Mediolanum; y tres altos cargos de la consellería: el dimitido Jorge Vela; director del área de inversión del IVF, Enrique Montes; y a Fernando Díaz.

Por Castellón se incorporan Joaquín Farnós y Salvador Lluch, mientras que renovaron el empresario Carlos Cabrera y el secretario de la Confederación Empresarial Castellonense Rafael Montero. Por Valencia, entró Manuel García Portillo y siguieron Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV); Juan Eloy Durá, presidente de la patronal de la construcción Fevec; e Isabel Cosme, presidenta de la patronal del comercio de Valencia, Cecoval. Entre los alicantinos sólo continúa Antonio Medina y se incorporaron Antonio Alonso, Cristóbal Navarro y Jesús Navarro Navarro.

LOS PEORES RESULTADOS DE LA HISTORIA

Con las modificaciones accionariales provocadas por el riesgo de intervención del Banco de España, la Generalitat ha ampliado su presencia hasta alcanzar el 40% del capital social (57 millones de euros), mientras que las entidades de crédito han reducido su porcentaje al 4% y el resto de protectores al 1%, por efecto de la ampliación de capital. De este modo, el capital protector pasa a representar un 45% del total, en la media del resto de las sociedades de garantía recíprocas españolas.

La SGR cerró 2011 con unas pérdidas de 55 millones de euros, frente a los dos millones registrados en 2010. Los avales concedidos habrían alcanzado los 263 millones; los avales formalizados acumulados, 6.457 millones y el riego vivo, 1.222 millones. El margen de explotación se sitúa en 11,9 millones de euros y con 67 millones destinados a dotaciones.