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VALENCIA. El pasado viernes, el conseller de Economía, Máximo Buch, presentó el nuevo mapa del sector público empresarial que reducía a 18 los entes resultantes y que quedaba dividido en seis grupos distribuidos en diferentes áreas de gestión. 

Tanto el titular del departamento, como el vicepresidente del Consell, José Císcar, dejaron la puerta abierta a la entrada de empresas privadas que quieran participar en la gestión de estos entes. Uno de estos grupo que, según reconocen fuentes de la conselleria, plantea mayores posibilidades para la entrada de compañías privadas es el de Medio Ambiente y Gestión de Residuos, que integra a Vaersa, firma dedicada principalmente a la gestión de residuos y con numerosas plantas dedicadas a esta función, y Epsar, ocupada en el saneamiento de agua y que dispone de varios cientos de depuradoras.

Estas empresas públicas, según anunció Buch, serán absorbidas por la unidad de negocio de residuos sólidos, que incluirá a Vaersa, Piedra Negra SA, Marina Alta SA y Rimasa, y por la unidad de negocios de saneamiento de agua, que incluirá a la Epsar. 

Según las citadas fuentes, la intención de la conselleria es aplicar el mismo modelo de gestión público-privada presentado para Sanidad en el que la Administración negociará por diálogo competitivo con las empresas interesadas. Es decir, escuchará las diferentes propuestas de las compañías del sector que expondrán bajo qué condiciones sería interesante para la iniciativa privada encargarse de la gestión. Posteriormente, la Administración es la encargada de redactar los pliegos definitivos que presentarán para su colocación definitiva en el mercado. 

Así pues, la Generalitat está dispuesta a poner en manos de la empresa privada la gestión de las depuradoras y las plantas que gestionan los residuos si se producen las condiciones adecuadas para ello tras el citado proceso de diálogo competitivo.

EPSAR: EL ENDEUDADO 'GIGANTE' DE LA DEPURACIÓN 

La Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR) disponía, según la cuenta general de 2010, de 449 instalaciones de saneamiento y depuración en la Comunitat Valenciana que tratan, anualmente, en torno a 500 hectómetros cúbicos de agua. Los ingresos principales de esta empresa provienen del cánon que percibe el ente por esta gestión hídrica y ronda los 200 millones de euros anuales.

No obstante, el citado informe de la auditoría evidenciaba los números rojos de la entidad que presentaba "un fondo de maniobra negativo por importe de 180,5 milones de euros" y una deuda comercial vencida al cierre del ejercicio que ascendía a 103 millones de euros.

"La entidad viene obteniendo pérdidas elevadas en los últimos ejercicios", subrayaba el informe, por el que el desarrollo futuro de las operaciones y la capacidad para atender los pasivos mostrados "están sujetos a la continuidad del apoyo financiero por parte de la Generalitat, así como a la adopción de medidas que permitan la generación de recursos propios suficientes".

El ente acumulaba a finales de 2010 una deuda con entidades financieras de 679 millones de euros y los plazos de amortización se elevaban hasta 2035. El inmovilizado material a finales de 2010 de Epsar era de 910 millones de euros.

La gestión de la Epsar, además, se encuentra en el punto de mira por supuestas irregularidades en relación al caso Emarsa. El exgerente del ente José Juan Morenilla y el director de Explotación, Ignacio Bernácer, se hallan imputados.

VAERSA: GESTIÓN MEDIAMBIENTAL 

En cuanto a Valenciana de Aprovechamiento Energético de Residuos SA (Vaersa), es una empresa pública que se encarga principalmente de la gestión de residuos y de todo tipo de servicios relacionados con el medio ambiente, como la prevención de incendios forestales. Dentro de la misma se integran Piedra Negra SA, Marina Alta SA y Rimasa.

Las funciones concretas del ente son el diseño y construcción de plantas de residuos, la gestión de plantas de compuesto, la gestión de abocadores de residuos, el diseño y construcción de ecoparques, la gestión de abocadores de residuos, plantas de transferencia de residuos, de envases ligeros o de residuos de pilas.

El importe neto total de ventas en 2010 de las cuatro entidades fue de 96 millones de euros. Los gastos de personal anuales fueron en este ejercicio 46 millones de euros. El inmovilizado material neto del que dispone el ente público en concepto de terrenos, construcciones, instalaciones (las citadas plantas de residuos) y maquinaria, entre otras, era al cierre de 2010 de 56 millones de euros.