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VALENCIA. Es posible que la comisión de investigación que se está desarrollando en Les Corts Valencianes sobre la quiebra de Caja del Mediterráneo (CAM) no sirva más que para poner en evidencia el desgobierno que reinaba en la entidad financiera. Pero aunque solo fuera para eso, el desfile de los exconsejeros está revelando uno, si no el mayor, de los problemas de las cajas de ahorros: unos órganos de gobierno politizados y escasamente cualificados para desarrollar su labor, cuando no una autocomplacencia tornada ahora lamento.
Este lunes, en el parlamento valenciano se dieron dos buenos ejemplos. Uno, el de José Enrique Garrigós, empresario, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante y exconsejero de CAM: "No tenía ni tiempo ni conocimientos para analizar lo que nos presentaban los directivos", dijo. Otro, el de Susana Maestre, una licenciada en Marketing, a la que le tocó "por sorteo" estar en el consejo. "No sabía ni cómo funcionaban los órganos de gobierno de la caja". Aún así, aceptó. Ambos se sienten engañados por los directivos, pero nunca antes de que la entidad fuera intervenida levantaron la voz.
Dos muestras de un mal endémico de las cajas de ahorros que han acabado por pasar una factura multimillonaria, la de las pérdidas acumuladas por gestiones ahora puestas en duda y que pagará la sociedad en general tanto por el coste de su rescate para las arcas públicas como por la desaparición de unas entidades centenarias.
Este lunes, el consejo de administración de Banco Financiero y de Ahorros (BFA, matriz de Bankia) vivió uno de esos episodios que, de abrirse nuevas comisiones de investigación parlamentarias (o judiciales), se narrarán al estilo de lo que narran los consejeros de CAM en Les Corts. Nadie tenía conocimiento del abasto del desfase contable, a pesar de que a la nueva cúpula de la matriz de Bankia le haya bastado con un par de semanas para reformular las cuentas y pasar de unos pequeños beneficios a unas pérdidas insondables.
BFA, UN CONSEJO NACIDO CON EL PECADO ORIGINAL DE LAS CAJAS
El consejo de BFA aprobó unos resultados y un plan de recapitalización que supondrán en un muy breve plazo de tiempo, la nacionalización de la entidad. Pese a que en el mundo económico financiero se daba por hecho que el consejo dimitiría en bloque como ocurrió con el de Bankia la semana pasada, lo cierto es que este cese no se dio. Y no lo hizo no porque no concurran las mismas circunstancias que en su filial, sino porque el desembarco del FROB es tan inminente que no vale la pena nombrar uno nuevo para esta transición. La veintena de consejeros dejarán forzosamente sus cargos en unas semanas.
Cuando las siete cajas de ahorros lideradas por Caja Madrid y Bancaja crearon BFA nombraron un consejo de administración a imagen y semejanza de sus socios. Políticos metidos a banqueros o empresarios impulsados desde los partidos políticos mayoritarios ocuparon los sillones de una entidad que desechó desde el primer día la profesionalización de sus órganos de gobierno. No hubo comportamientos diferentes entre Caja Madrid y Bancaja, que copaban casi la totalidad de los nombramientos: replicaron en el nuevo banco sus viejas costumbres.
LOS SIETE VALENCIANOS CON ASIENTO EN EL CONSEJO DE BFA
El primer protagonista del triste final de BFA, que tiene como consecuencia más palpable en la economía local la desaparición de Bancaja, es el propio expresidente de la caja, José Luis Olivas. El también expresidente de la Generalitat, entre otros cargos políticos, negoció con Rodrigo Rato (exministro de su misma filiación política, el PP) la fusión. Después eligieron a personas de su entorno personal de confianza a los que les acompañarían.
En el caso valenciano, dos colaboradores de Olvias en la caja, el vicepresidente y exalcalde de Castellón Antonio Tirado (entonces por el PSOE, aunque en la actualidad en la órbita del PP) y el secretario del consejo Ángel Villanueva, presidente de la Asociación de Impositores, una organización nacida como contrapeso conservador a la Unión de Consumidores de España (UCE).
También del PP es otro de los consejeros de BFA nombrado a instancias de Bancaja, el exconcejal del Ayuntamiento de Valencia, también con el PP, José Rafael García Fuster, abogado como el resto de sus colegas. Completaban el grupo dos empresarios, el expresidente de Cierval y promotor inmobiliario Rafael Ferrando, y Remigio Pellicer, industrial del sector del mueble nombrado a propuesta del PSOE.
Excepto García Fuster, que renunció a su puesto en Bancaja para entrar en BFA, el resto mantuvieron sus puestos en el consejo de Bancaja. Cargos que, de hecho, eran la base del curriculum con el que accedían a los puestos en el nuevo banco.
Todos continuaban este lunes en el consejo de BFA, pese a la crisis societaria vivida entre Bancaja y Caja Madrid a cuenta de Banco de Valencia, y a pesar de las críticas que se habían ganado por quienes consideraban que no habían defendido de manera firme los intereses de la caja valenciana en ese momento crítico.
Solo Olivas había dejado, de manera forzada, su puesto en la vicepresidencia. Le sustituyó Francisco Pons, expresidente del lobby empresarial AVE que le aupó al puesto. Estaba llamado a ser el hombre fuerte del bloque valenciano en BFA y Bankia, pero su mandato será el más corto de todos, aunque de momento ya tiene plaza en el consejo de Iberdrola que dejó Olivas. Este lunes a la hora que empezaba el consejo de BFA, Pons incluso estaba en Valencia en un almuerzo de AVE con el presidente de la Generalitat Alberto Fabra.
El consejo de Bankia ya fue destituido (en él estaban Tirado y Pons) y el de BFA tiene las horas contadas. Pero cuatro de los siete aún siguen en Bancaja y se verán las caras con el resto del consejo este miércoles, cuando está previsto que se elija al nuevo presidente, puesto que ocupa de forma interina Tirado. Otro encuentro con aire crepuscular.
Todos estos desmanes, tienen nombre y apellido, todos los que han firmado las operaciones de riesgos (Olivas, García Checa, Aurelio , Zurita, etc etc), que concedían créditos sin las debida garantía, ni avalistas de solvencia a Sociedades (Lubasa, refugio de García Checa, Enrique Ortiz, Bautista y tantas y tantas otras), exigir responsabilidades penales por mala gestión a sabiendas
FALTA MAS PERSONAS, QUIEN ES EL ENCARGADO DE RIESGO DE BANCO VALENCIA?, QUIEN SE ENCARGA DE LAS HIPOTECAS? QUE SE INVESTIGUE MAS, HABER QUE MAS SALE Y QUE DE VERDAD SE HAGA JUSTICIA EN ESTE PAIS DE CORRUPTOS, A TRABAJAR Y MENOS ENGAÑAR
Muy buenos dias: seguramente a ninguno de estos "simpaticos" personajes nadie cuando le den un crédito le preguntaban "si hay algún socio destacado en su empresa".- A estas alturas ya uno no siente ni envidia sana ni mala solo mira sus fotografías.- Saldrán adelante seguirán paseando sin problema, manejando sus empresas y no habrá ni Registro de Impagados,ni procedimientos judiciales que lo bajen de sus altares.-Es una verguenza pero esto funciona así. Solo una corrección faltan mas foto es que estos solíto no fueron.- Un saludo Alejandro Pillado Valencia 2012
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