Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Bankia está para comprar en bolsa
• ↑ AL ALZA
  Fidelity duplica su peso en Cellnex
• Ayco, participada por la valenciana Onofre Miguel, necesita más capital para sobrevivir

VALENCIA (VP). "Los tenedores de sicav continúan deshaciendo sus vehículos de inversión igual que los pequeños inversores están deshaciendo sus participaciones de fondo: por necesidad". Así de claro se muestra un reputado gestor de fondos cuestionado del por qué las sociedades de inversión de capital variable siguen su senda descendente en España.

Para ello basta con echar un vistazo al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) donde en lo que va de año -con datos al cierre de ayer- se han registrado 13 incorporaciones frente a las 40 que han causado baja. O lo que es lo mismo: por cada una que se ha animado a cotizar en este mercado creado específicamente para estas peculiares sociedades, tres han causado baja. 

La falta de liquidez ante la ausencia de crédito, la deslocalización hacia otros países, el riesgo regulatorio y una campaña mediática en contra han estado detrás de la 'tendencia bajista' que están sufriendo en los últimos tiempos después de un periodo de esplendor donde llegaron a superar las 3.300.

HACIENDA AL ACECHO

Sin embargo, hay que sumar un nuevo factor: las observaciones de Gestha, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, al Anteproyecto de Ley de modificación tributaria y presupuestaria y de adecuación de la normativa financiera para la intensificación de las actuaciones en la prevención y lucha contra el fraude.

Unas observaciones que fueron formuladas este pasado lunes y que textualmente, en lo que a las sicav se refiere, rezan textualmente así: "Para evitar los abusos en las sicav que convierten una institución de inversión colectiva en una institución de inversión privada, proponemos la modificación de la Ley de IIC para incluir un nuevo requisito que establezca un límite máximo en el porcentaje de participación en una sicav, entre el 2% y el 5% del capital social máximo de la sicav fijado estatutariamente".

Todo un detalle a tener en cuenta a la espera de que el Gobierno de Mariano Rajoy ponga sobre la mesa el esperado encarecimiento fiscal de este histórico vehículo de inversión de grandes patrimonio.

LAS NECESIDADES APRIETAN

Un vehículo que al cierre del pasado año, según los datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el número se redujo hasta niveles de 2004 tras perforar la cota psicológica de las 3.000.

"El problema no es el número en sí sino que las necesidades aprietan, la banca no da créditos y hay que tener liquidez, por lo que es un recurso fácil y rápido deshacer una sicav. Ya habrá tiempo para volver a constituir otra", advierte el responsable de una de ellas.

Por su parte, Iñigo Susaeta, socio director de Arcano Family Office, sigue manteniendo su defensa sobre estas peculiares socieades que de un tiempo a esta parte están siendo cada vez más denostadas por la ciudadanía. "Siguen siendo un vehículo de inversión permitido por el regulador, tal y como sucede en otros países y supone mantener dentro de España el capital de grandes familias".

REALEZA, EMPRESARIOS Y TOREROS

No cabe duda que están dentro de la ley, pero las voces que esgrimen la laxa política fiscal como principal argumento en su 'acoso y derribo' son más numerosas. Sobre todo viendo como entre ellas aparecen nombres de la realeza -por ejemplo la infanta Pilar de Borbón, cuya sicav no atraviesa precisamente sus mejores momentos-, un buen número de empresarios locales -familia Lladró, familia Suñer, Andrés Ballester, Enrique Martinavarro, Pablo Serratosa...-, e incluso toreros como El Juli, cuya sicav Rodeo de Inversiones redujo su patrimonio el pasado año en un 7,25%.

"Hay que contar con una seguridad jurídica y no crear incertidumbre sobre estas sociedades porque lo único que se consigue es que las grandes fortunas se lleven el dinero a otro sitio", advierte Susaeta, que tiene claro que muchos de los dueños de estas sociedades "están tirando de las últimas reservas ante la falta de crédito".

TRANSPARENCIA... A MEDIAS

El hecho de cotizar en el MAB hace de la transparencia un aspecto de obligatorio cumplimento, dado que deben de informar periódicamente -cada trimestre- de sus movimientos, un aspecto que no gusta a los dueños de estas sociedades porque los datos son públicos al figurar en la base de datos del organismo supervisor que preside Julio Segura.

"La opacidad sigue estando en cierto modo, puesto que normalmente el verdadero dueño de la sicav no aparece y al frente de la misma pone a alguien de su confianza aunque en los informes que se envían a la CNMV se lea que hay un inversor que copa más del 90% de la sociedad", apunta el gestor consultado por este diario, "pese a que por ley deben de haber un mínimo de 100 accionistas y todos sabemos que la mayoría son una especie de 'marionetas' o 'mariachis' como se les denomina en la jerga".