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VALENCIA (VP). Catorce de las 36 cajas rurales de la Comunitat Valenciana han convocado en lo que va de mes a sus respectivas asambleas para junio, pero el resto deberá seguir sus pasos porque deben de hacerlo según marca la ley antes del 30 de junio. Prácticamente la mitad de un sector que está en plena ebulición ante lo que podría derivar en nuevos movimientos de concentración.

Entre las 14 cooperativas de créditos valencianas figuran un tercio de las que dan vida al grupo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM): Alquerías del Niño Perdido, Crèdit Valencia, Nules, Vilavella y Xilxes.

RATIFICANDO LA INTEGRACIÓN

Y otras dos, Albalat dels Sorels y Casinos, que están integradas en el Grupo Cooperativo Cajamar, también lo han hecho.

Tanto en el caso de CRM como en el de Cajamar el motivo no es otro que ratificar su integración en Cajas Rurales Unidas (CRU), la gran entidad rural de ahorros en España con unos 65.000 millones de euros en activos.

El resto de entidades de ambos grupos irán convocando sus respectivas asambleas porque, tal y como han apuntado fuentes próximas a lo que será CRU "el proceso sigue su marcha". Un proceso al que -de momento- no se han sumado las 14 que siguen 'solteras', de las cuales siete también han convocado ya oficialmente a sus asambleístas para el mes que viene. Se trata de las rurales de Albal, Alcora, Algemesí, Benicarló, Caixa Popular, Vall d'Uixó y Vinaroz.

CONTINUAR POR LIBRE

Fuentes próximas a Caixa Popular han declarado su intención de "continuar por libre" después de que no cuajara el SIP promovido por Solventia y asesorado por Analistas Financieros Internacionales. "En principio el grupo se creó en base a una sociedad central, una cooperativa de crédito de segundo grado, que no iba a tener capacidad comercial, por tanto no iba a ir por la línea de los grupos de Ruralcaja o Cajamar".

Las mismas fuentes recuerdan que "desde el primer momento se tuvo claro que se iba a respetar la franquicia de cada entidad, sin cabecera concreta alguna y donde todas las entidades adheridas tuvieran el mismo peso".

PÉRDIDA DE FILOSOFÍA

"Sin embargo -continúan-, el Banco de España pidió un mayor grado de integración, lo que significaba perder nuestra filosofía y vocación de servicio, es decir, estar cerca de nuestro entorno a través del tejido asociativo en barrios y poblaciones donde estamos".

Por su parte, desde Cajar Rural Central de Orihuela, una de las rurales de la CV con más peso, también han apuntado a este diario que se mantienen por libre y que no se han planteado decantarse por ningún grupo. "Actualmente estamos centrados en lo que es la gestión de la entidad y el mercado lo está valorando positivamente. Queremos seguir siendo una entidad local y ser nosotros mismos los que tomemos las decisiones".

De cara a la próxima asamblea, las fuentes de la cooperativo de crédito oriolana advierten que "no habrá ningún hecho relevante y lo único nuevo será dar cumplimento a los nuevos requisitos de capital. Tenemos la genérica suficiente para cumplir, por lo que estamos tranquilos".

CATORCE, AL MARGEN

De momento se mantienen al margen de los procesos de concentración 14 rurales de la Comunitat Valenciana, mientras que las que ya han convocado a sus respectivas asambleas llevan en uno de sus puntos del día uno de especial trascendencia.

Se trata de uno de los puntos que se repiten en varias de las convocatiorias, según los datos que obran en poder de este diario, y que dice textualmente ''solicitar la creación e/o incorporación de la entidad a una federación, unión u otra forma asociativa en la que participen otras cajas rurales'.

Habrá que esperar por tanto al mes que viene a ir conociendo los resultados de dichas asambleas, muy especialmente las de L'Alcudia, La Vall d'Uixó, Algemesí, Onda, Benicarló, La Vall de San Isidro, Alcora, Almassora, Albal, Caixa Popular, Vinromá, Vinaroz, Betxí y la Central de Orihuela. O lo que es lo mismo: las que se mantienen 'solteras'.