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José Luis Olivas, el político que subió a la cima de la banca y descendió a los infiernos

21/05/2012

VALENCIA (EFECOM). La dimisión prevista para hoy de José Luis Olivas como presidente de Bancaja, su último reducto de poder en el sistema financiero valenciano, pone fin al sueño del político que llegó desde Cuenca para, hace casi 31 años, comenzar a escalar a lo más alto del Gobierno valenciano y después, de la banca española.

El cese de Olivas como vicepresidente ejecutivo de Bankia el pasado noviembre marcó un punto de inflexión en su escalada, acosado por las noticias sobre la mala gestión de Bancaja, la intervención del Banco de Valencia y su imputación en la investigación judicial por falsedad contable y administración desleal en esa entidad.

Olivas con García Checa en la presentación de la nueva imagen de Bancaja

Para entonces ya había pasado a la historia de la política y la economía valencianas por ser el único en cuya trayectoria coincidían una Presidencia de la Generalitat y responsabilidades en dos de las más importantes entidades financieras de la Comunitat: Bancaja y Banco de Valencia.

Olivas, nacido en 1952 en Motilla del Palancar (Cuenca) y licenciado en Derecho, participó en la fundación de UCD, fue nombrado en diciembre de 1981 director general de Presupuestos de la Conselleria de Economía y Hacienda de la Generalitat y, ya con el primer gobierno autonómico presidido por el socialista Joan Lerma, secretario general de ese departamento.

Tras una etapa como concejal del Ayuntamiento de Valencia, volvería a la política autonómica en 1995 de la mano del entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana.

Olivas sería conseller de Economía y Hacienda hasta julio de 1999 cuando, tras la victoria electoral del PP por mayoría absoluta en las autonómicas, se convirtió en vicepresidente primero del Consell.

Ese salto institucional le llevaría a ocupar, de forma natural, el cargo de presidente de la Generalitat durante casi un año (desde el 24 de julio de 2002 hasta las elecciones del 25 de mayo de 2003) después de que Zaplana fuera llamado por José María Aznar para ser ministro de Trabajo y Seguridad Social.

Olivas sería el tercero de los cinco presidentes autonómicos y el único, junto a Alberto Fabra -que accedió a la Presidencia de la Generalitat tras la dimisión de Francisco Camps-, que no ha sido elegido en unas elecciones.

Tras las autonómicas de 2003, en las que Camps fue candidato, Olivas abandonó la política activa para ser nombrado, en enero de 2004, presidente de Bancaja y del Banco de Valencia, entidad esta última a cuyo frente estuvo hasta el pasado 28 de octubre, cuando presentó su renuncia voluntaria al cargo.

El Banco de Valencia se convertía un mes después en la primera entidad bancaria intervenida por el Banco de España desde el inicio de la crisis, tras detectarse un "agujero" de unos mil millones de euros, que han sido aportados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Olivas dimitió de la presidencia del Banco de Valencia antes de que se hiciera público el "agujero" sin consultar al presidente de BFA y Bankia, Rodrigo Rato, lo que creó un distanciamiento entre ambos que ha acabado con la salida del primero.

El político y banquero valenciano representó a Bancaja en el complicado proceso de fusión que dio lugar al BFA y a su filial, Bankia, bajo la presidencia de Rato.

En los pasos previos a la presentación de la marca conjunta Olivas había garantizado que la integración en Bankia no alejaría "los centros de decisión" de la Comunitat, e igualmente se negaba desde el Consell que fuese a producirse una pérdida de poder valenciano.

Tras el descalabro del baluarte de la banca valenciana en Bankia, fueron frecuentes las llamadas de atención a Rato para mantener la "valencianía" en esta entidad y en su participada Banco de Valencia, que no lograron arrancar un compromiso público de su presidente.

La imputación de Olivas y otros veintiséis directivos del Banco de Valencia acusados de formular cuentas falsas reactivaba en marzo los rumores sobre el cese inminente del banquero como presidente de Bancaja, que había resistido durante meses las presiones para dejar vacante su último cargo.

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