VALENCIA. El XIII Congreso Regional del PPCV celebrado este fin de semana ya es historia. El relato de este cónclave tiene como protagonista al ya confirmado presidente del partido, Alberto Fabra, que ha superado 10 meses de mandato ‘entregado' desde Génova para, ahora sí, poder levantar el brazo ante la militancia como líder respaldado a través de las urnas.
La cita congresual ha reflejado áreas del partido plenamente iluminadas y otras más oscurecidas que pueden representar problemas a medio plazo para la formación que preside Fabra, que ha vuelto a demostrar que bajo su aparente inmovilismo o apatía respecto a las cuestiones orgánicas, sabe ejecutar con determinación su particular hoja de ruta.
LUCES. PUNTOS DE APOYO FIRMES PARA FABRA EN EL PPCV
-Consolidación del liderazgo del presidente. El PPCV ha vuelto a demostrar que es un partido presidencialista y obediente. Pese a la existencia de decisiones, como la designación de Serafín Castellano, que no ha gustado en determinados sectores del partido; Alberto Fabra y su entorno también han sabido reaccionar estratégicamente para amortiguar en cierta medida los focos del descontento.
-Ejecutiva que atiende a diferentes sensibilidades territoriales. Pocos son los núcleos importantes del partido que pueden haberse sentido desplazados en el extenso organigrama diseñado por Fabra. La prueba de que las diferentes corrientes de la formación ‘popular' se mostraron satisfechas de la propuesta del presidente es que el voto en blanco no se elevó más allá de la provincia de Valencia.
-Control del partido centralizado en la figura del presidente. Fabra ha variado la dependencia de la presidencia del Comité de Derechos y Garantías, del Comité Electoral así como las áreas que controlan las relaciones con Les Corts y con el Congreso de los Diputados para que estén vinculadas a sí mismo; liberando de esas competencias a la secretaría general. Además, para evitar susceptibilidades, ha nombrado vicesecretario general a César Sánchez, y vicesecretaria de Organización, Marisol Linares, dirigentes de Alicante y Castellón de la máxima confianza de Fabra y que ejercerán de contrapeso al propio Serafín Castellano.
-César Sánchez. La entrada del diputado autonómico y alcalde de Calpe es la novedad en el organigrama más interesante del congreso. Bien relacionado con diversas corrientes del partido, es la imagen de la renovación y puede ejercer una labor de cohesión en el partido muy valiosa para Alberto Fabra.
SOMBRAS. POBRE RESPALDO DESDE MADRID Y LAS CUENTAS PENDIENTES INTERNAS
-Malestar por la ausencia de ministros y primeros espadas de Génova. En esto coincidían todos los dirigentes consultados. Alberto Fabra fue un presidente que Madrid impulsó hacia el liderazgo y, sin embargo, Mariano Rajoy no ha estado presente en fecha tan señalada. Los motivos de agenda en un jefe del Estado pueden resultar comprensibles, pero no así que ningún ministro haya acudido y que sólo el valenciano Esteban González Pons haya representado a la dirección nacional, además de los presidentes autonómicos de Baleares y Galicia, José Ramón Bauzá y Alberto Feijóo, respectivamente.
Diferentes fuentes del PP valenciano reconocían que Madrid debería haber cuidado más la participación: "Puede entenderse que Mariano Rajoy tenga compromisos, pero puede dar orden para que vengan ministros o altos cargos del partido", subrayó un diputado autonómico a este diario. En vez de eso, los 'populares' valencianos tuvieron que conformarse con la emisión de unos vídeos en los que aparecían mensajes del propio Rajoy o de María Dolores de Cospedal.
-El 18,7% del voto en blanco genera dudas de cara al congreso provincial de Valencia. Juzgar como irrelevante un nivel de penalización de esas características en una formación tan poco dada a las estridencias como el PPCV, no parece lógico. El mayor obstáculo para la tranquilidad del partido se concentra en Valencia, donde el voto de castigo ha sido más elevado por el malestar generado en Alfonso Rus y Rita Barberá por el nombramiento de Serafín Castellano. No obstante, las aguas parecían bajar más tranquilas ayer en el PP valenciano.
La posibilidad de una alternativa a la presidencia provincial de Valencia que ostenta Alfonso Rus todavía está en el aire. Hoy está previsto que la dirección reúna al comité ejecutivo y convoque el congreso provincial. A partir de ahí comenzará la cuenta atrás para la presentación de candidaturas. Diversas fuentes consultadas por este diario se inclinan hacia la idea de que Fabra no impulsará otro aspirante para relevar a Rus. No obstante, si así se produce, se disparará la tensión en el partido hasta la celebración de los cónclaves provinciales, prevista para los próximos 13, 14 y 15 de julio.
-El papel del 'zaplanismo'. La normalidad e integración de los miembros de este sector que durante años estuvo enfrentado con los afines a Francisco Camps, no debe tomarse en sí como un hecho negativo. No obstante, el protagonismo adquirido por los llamados zaplanistas preocupaen otras sensibilidades alicantinas. De la misma manera, el papel que pueda adoptar Serafín Castellano, quien ostentó importantes cargos bajo la batuta de Eduardo Zaplana, y el que pudiera adoptar en el futuro Alicia de Miguel, incrementa las dudas entre los que durante los últimos años se han enfrentado a los fieles al expresidente.
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