VALENCIA. Nadie regala nada, ni en España ni en Silicon Valley. Aunque Sergi Herrero ve una diferencia fundamental: "En España se juega la Liga, pero Silicon Valley es la Champions". Como vicepresidente de Desarrollo de Negocio de BNP-Paribas en Estados Unidos y residente en la capital de la tecnología mundial, Herrero ha aprendido que en el valle están los mejores del mundo dando lo máximo, "con lo que estás fuera o dentro muy rápido".
Hombro con hombro frente a la webcam, Herrero explica por videoconferencia a un reducido grupo de jóvenes empresarios en Cámara Valencia cuáles son las cosas que hay que tener en cuenta si se quiere triunfar en el mismo terreno en que nacieron las compañías que hay son punta de lanza de la economía mundial.
Junto a él, Jordi Argente (presidente de la Cámara de Comercio española en California) y Sebastián Muñoz (CEO y co-fundador de Realsec Inc. durante el último año, filial de la empresa española Realia Technologies, de la que también es socio fundador), están dispuestos a desmontar mitos y ha ofrecer una hoja de ruta para probar suerte en una ciudad donde el éxito no está garantizado, pero si se encuentra puede llegar a ser proporciones legendarias.
1- Estar preparado para correr riesgos. Nadie ha dicho que sea más fácil alcanzar el éxito en el valle, pero la rentabilidad de lograrlo allí es de tres a cinco veces superior a hacerlo en otra parte, asegura Sebastián Muñoz, captador de socios globales para Telefónica y socio de Spainnexus, consultora especializada en la internacionalización de empresas españolas en Silicon Valley. En todo caso, únicamente seis de cada 1.000 empresas de base tecnológica (startups) consigue financiación en Estados Unidos y de ellas, cuatro están condenadas al fracaso, según las estadísticas.
2- Alimentar el propio ego. La resistencia al desaliento es fundamental en un lugar tan competitivo. De hecho, los inversores tienen muy en cuenta cómo es el emprendedor, al margen de cómo sea su propuesta. "Si tienes un buen equipo que ha tenido experiencia en proyectos anteriores, la valoración de la compañía se dispara", asegura Argente, que se autodefine como emprendedor en serie.
Su caso no es único. Cómo él hay muchos que han profesionalizado la condición de creador de empresas y con ello aportan un valor muy especial a las iniciativas. "Unas van mal y te aportan conocimiento, otras cierran, pero otras salen adelante y te aportan capital para seguir adelante", señala.
3- Planificar el desembarco por fases. Desembarcar en Silicon Valley no es como ir a la luna, pero también requiere una serie de preparativo concienzudos. "Se debe empezar con un primer viaje de prospección", recomienda Argente. Con una estancia de un par de semanas bien aprovechadas se puede visualizar cómo es el sector y hacerse una idea del lugar que se podría ocupar. Se recomienda aprovechar la celebración de alguna conferencia de alguien relevante en el propio sector para establecer contactos.
La segunda incursión debe ser una estancia de tres meses, si se tiene la voluntad firme de hacer negocio. Para la ofensiva hay que llegar armado con tarjetas de visita en inglés, teléfono móvil local, disponer de un despacho y tener a mano los recursos de la Cámara y del Consulado de España. En esta ocasión se debe ir perfectamente preparado para explicar los detalles a los potenciales inversores y a los socios que se planteen captar.
Si las expectativas se están se están confirmando, lo siguiente es traerse a la familia para el verano. Sebastián Muñoz le da la razón, y lo hace con conocimiento de causa, ya que es lo que hizo hace seis años.
4- Beneficiarse del asesoramiento disponible. Significa un despilfarro de esfuerzo ignorar las facilidades que pueden encontrarse en organizaciones como la Cámara de Comercio española en California. Además, los tres emprendedores insisten en la necesidad de concertar entrevistas en empresas y participar en tantas sesiones y jornadas como se pueda.
Estos consejos valen para la empresa, peor también para las cuestiones más domésticas como la búsqueda de una vivienda o su amueblamiento. "Hay tanta gente que viene a esta zona que se ha generado todo un negocio con el ‘aterrizaje de emprendedores'. Son muy competentes y a aprecios muy competitivos", reconoce Muñoz.
5- Aprovechar la ‘década dorada'. No hace falta ser adolescente para labrarse un provenir en Silicon Valley. A pesar de lo llamativas que resultan las historias de estudiantes que se convierten en multimillonarios antes de alcanzar la mayoría de edad, lo más normal es llegar en la treintena o apunto de alcanzarla, el ‘década dorada' para el emprendedurismo. A esa edad se tiene la experiencia suficiente para no llegar como un neófito, pero todavía se conserva el impulso de la juventud.
Ese fue el caso de Muñoz, que hizo las maletas hace seis años por una cuestión de coherencia profesional. "Mi empresa se dedica a la tecnología, por lo que tenía que estar en la cuna de la tecnología", sentencia. En todo caso, los tres recomiendan que los más jóvenes aprovechen para formarse por medio de masters o haciendo prácticas en las universidades y empresa locales. De este modo se puede entrar en contacto con otros emprendedores y startups.
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