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LONDRES (EFECOM). Las autoridades británicas, del Gobierno al banco central, hablaron hoy abiertamente de una posible ruptura del euro y alertaron de la necesidad de un acuerdo urgente que ponga fin a la crisis de la eurozona.

En la sesión semanal de preguntas y respuestas en el Parlamento británico, el primer ministro, David Cameron, aseguró por primera vez que la zona euro debe "recuperarse o romperse".

"Si la eurozona quiere seguir como está, entonces tiene que construir un cortafuegos apropiado y proteger a sus miembros más débiles", aseguró el primer ministro, que añadió: "Tiene que recuperarse o parece que se enfrenta a una ruptura potencial".

"Es la opción que deben adoptar (los líderes europeos) y no lo pueden posponer mucho tiempo", alertó el líder conservador ante la crisis que afronta a la moneda única y que podría también afectar duramente al Reino Unido, pese a que mantiene la libra esterlina.

Se trata de la primera vez que el Gobierno británico, que ha culpado a la crisis de la eurozona a la falta de crecimiento del Reino Unido, ha hablado tan abiertamente de la ruptura del euro.

Solo hace unos días, el ministro británico de Finanzas, George Osborne, criticó a aquellos que especulaban sobre el futuro de Grecia.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, al presentar su informe trimestral, admitió hoy que esta institución analiza "planes de contingencia" para el caso de una ruptura de la unión monetaria europea, aunque no los precisó.

"Navegamos en aguas turbulentas, con el riesgo de que nos llegue una tormenta del Continente", afirmó King, que aludió a la dificultad de incluir ese riesgo en sus previsiones para la economía del Reino Unido.

"No sabemos cuándo se dispersarán esas nubes -añadió-, pero hay buenas razones para pensar que (a largo plazo) el crecimiento se recuperará y la inflación afolojará".

El gobernador subrayó no obstante que es "poco realista" pensar que el Reino Unido pueda mantenerse aislado de la crisis financiera global y de los problemas en la zona euro, destinataria de la mayor parte de las exportaciones británicas.

La situación de crisis de la eurozona y el peligroso efecto que puede tener en la economía británica también llevó al ministro británico de Exteriores, William Hague, a calificar de prioritario resolver los problemas de la moneda única.

"La eurozona afronta profundos retos, muchos de los cuales eran obvios desde el principio, que en la actualidad se han visto exacerbados por un débil crecimiento y una deuda excesiva", señaló Hague durante la cena anual de la Confederación de la Industria Británica (CBI).

El Reino Unido se opuso siempre a renunciar a la libra esterlina en favor del euro, postura que han mantenido gobiernos conservadores y laboristas, y que a menudo le ha acarreado críticas de sus socios en la Unión Europea (UE).

Según Hague, solucionar los problemas de la moneda única y reactivar el crecimiento en Europa es el "mayor impulso" que podría recibir la economía del Reino Unido, actualmente en recesión.

El jefe del Foreign Office aseguró que su Gobierno está "reduciendo el déficit, poniendo bajo control las finanzas públicas y creando un sistema impositivo para impulsar el crecimiento y resultar atractivo a los empresarios".