Las dos ramas familiares han separado las sociedades participadas y escindido la división de Construcción tras casi 70 años de trayectoria
VALENCIA (F.C.). Tras seis meses de negociaciones, las dos ramas principales de la familia propietaria del Grupo Onofre Miguel han emprendido un nuevo camino en solitario, después de casi setenta años de historia en común. Como resultado del proceso, se han separado accionarialmente las sociedades del grupo familiar, segregándose una de sus principales ramas, Onofre Miguel Construcción, que queda en manos de los hermanos José Ramón y Regina de Miguel Giménez.
El resto seguirá liderado por José Luis Miguel Belenguer, actual presidente del grupo. Los tres primos constituyen la tercera generación de la familia al frente de la empresa, constituida en 1941 por su abuelo, Onofre Miguel Llopis.
José Ramón y Regina son hijos de Ramón de Miguel, anterior presidente del Grupo Onofre Miguel, al que le sucedió su sobrino, José Luis Miguel Belenguer. Fuentes vinculadas a la sociedad explican que las últimas decisiones estratégicas del actual presidente no han contado con el apoyo de la otra rama de la familia, que decidió abordar la separación. De esta manera, el grupo conserva los negocios de promoción inmobiliaria y ‘hospitality' (turismo y salud). Además, mantiene la participación del 22% en la inmobiliaria Ayco.
José Ramón había dirigido en los últimos años la división de construcción del grupo familiar. Además, tenía su propio estudio de diseño y arquitectura, Ecom, que se integra ahora en la nueva estructura de negocio.
Fuentes conocedoras de las negociaciones apuntan que las mayores dificultades han estado en la separación del accionariado de las sociedades participadas por las dos ramas de la familia de Miguel.
REESTRUCTURACIÓN
Onofre Miguel es uno de los grupos valencianos cuya actividad dio un importante salto con el boom inmobiliario y de la construcción, durante el que diversificó su actividad a ámbitos como los hoteles, la promoción de parques industriales y de negocios, el asesoramiento especializado y la inversión -con la gestión de activos inmobiliarios y de participaciones en empresas a través de la gestora de capital riesgo Onofre Desarrollo-. En 2006 llegó a alcanzar los 125 millones de euros de facturación.
En los últimos años, la crisis ha cambiado el panorama del sector y ha obligado al grupo a replantear su estrategia. La facturación anual se ha reducido a prácticamente la mitad y la firma ha reestructurado su deuda. La compañía apostó por especializarse en la promoción de viviendas de segmento alto y por la promoción industrial (el Parque Táctica, en Paterna, es su principal proyecto). Asimismo, inició la búsqueda de socios en otros países para abordar promociones conjuntas.
A principios de 2008, Onofre Miguel abordó una reestructuración organizativa y de su equipo directivo, con los objetivos de reforzar su estrategia comercial y su internacionalización. En esta línea, el grupo firmó una alianza estratégica con Porcelanosa, orientada, sobre todo, a la cooperación en los mercados exteriores.
Las dos ramas de la familia siguen interesadas en abordar su expansión internacional, si bien ahora lo hará cada una por su camino. Fuentes de la firma indican que el proyecto de construcción de un edificio de oficinas con 26 plantas en la zona de negocios de Bahreim está, de momento, parado, aunque se están analizando otras colaboraciones con promotoras y constructoras de diversos países de Oriente Medio y los Emiratos Árabes.
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