VALENCIA. Hay que remontarse hasta 1977 para comprender la compleja sentencia que ha dictado el Tribunal Supremo sobre un conflicto que enfrenta a El Corte Inglés y a la mercantil Fapemar, propiedad de la familia Pechuán. Se trata de un enfrentamiento por la actualización de la renta que cobra la cadena de supermercados por la explotación por parte de Fapemar del aparcamiento ubicado en los bajos de su tienda de la calle Colón.
La historia se inicia en 1977, cuando el Colegio de los Niños de San Vicente (hoy convertido en una fundación) cedió a Fepemar y a Galerías Preciados el derecho de uso de unos solares que aún hoy son de su propiedad. La institución benéfica cedió el uso del suelo (a cambio de una renta) por una parte a Fapemar, que levantó los cines ABC Park y a Galerías Preciados, que construyó al tienda que hace esquina en Colón y Lauria. Al margen de ese acuedo, Galerías decidió 'realquilar' los sótanos de la tienda a Fapemar para que explotase el aparcamiento.
Durante décadas todo funcionó con normalidad, incluso cuando El Corte Inglés se quedó en 1995 con las tiendas de Galerías Preciados tras la nacionalización de Rumasa. La cadena de Isidoro Álvarez se subrogó el contrato que tenía con los Pechuán y siguió cobrando una cantidad por el uso del subsuelo de su tienda.
Sin embargo, hace unos cuatro años El Corte Inglés decidió que lo que percibía por la explotación del aparcamiento no era suficiente al tratarse, comparativamente y según fuentes de la cadena de distribución, de una "renta antigua". El Corte Inglés inició entonces un procedimiento judicial con la finalidad de romper el contrato. Lo perdió en primera instancia, lo ganó en la Audiencia Provincial y lo ha perdido definitivamente en el Supremo, que considera que el acuerdo de 1977 sigue vigente.
Por el medio en alguna de las resoluciones judiciales El Corte Inglés llegó a ver reconocida su intención de, al menos, actualizar la renta hasta casi un millón de euros anuales. Incluso en una de las sentencias se apuntan costas procesales por 14 millones de euros.
Todo ha quedado anulado con la resolución del Supremo que deja las cosas en su estado inicial. El suelo, como siempre, sigue siendo propiedad del Colegio de los Niños de San Vicente. Y la explotación del aparcamiento ubicado en los bajos de El Corte Inglés, en manos de Fapemar. "Como siempre ha habido un buen entendimiento con Fapemar ahora trataremos de llegar a un acuerdo con ellos para actualizar la renta", explicaron fuentes oficiales de la cadena de distribución.
Un extraño conflicto entre dos vecinos de uno de los puntos más deseados del centro comercial de Valencia.
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