VALENCIA. El aterrizaje de Ximo Puig en la Secretaría General del PSPV no está siendo fácil. Además de las propias complicaciones que implica la puesta en marcha del nuevo aparato orgánico, hay que unirle otras preocupaciones más graves si cabe para la buena salud de una formación política: la delicada situación económica que atraviesa el PSPV y que, en este poco más de un mes de mandato, el líder de los socialistas valencianos está conociendo en profundidad.
Según fuentes de la dirección socialista, la deuda total del PSPV a día de hoy asciende a 9,5 millones de euros, incluyendo el ámbito financiero y pagos pendientes a proveedores. Un montante de fuerte envergadura que la nueva dirección del partido estudia cómo enjugar.
En Ferraz la situación tampoco es boyante. Además de encontrarse preparando un ERE, la deuda de la dirección nacional del PSOE asciende a 43 millones de euros. Una de las opciones que se plantean los socialistas valencianos es que desde Madrid se presten a renegociar de forma conjunta la deuda, una posibilidad factible dado que el PSPV comparte CIF con el PSOE, algo común a todas las federaciones excepto al PSC, que es independiente.
Los gastos en la última etapa socialista, con Jorge Alarte al frente, unidos a la caída de ingresos por el hundimiento de la afiliación, el descenso de ayudas a partidos políticos, la menor representación del PSPV en las instituciones y el retraso en los pagos de las subvenciones de la Generalitat, son algunas de las causas que fuentes de los socialistas valencianos esgrimen para justificar el fuerte incremento de la deuda de 2008 a esta parte.
FUERTES DESEMBOLSOS EN CAMPAÑA
Semanas atrás, el diario Levante-EMV publicaba que el PSPV adeudaba más de un millón de euros por autobuses de campaña, imprenta y actos. A ello hay que unir los honorarios adeudados al despacho de abogados por las campañas judiciales acometidas contra el PPCV como el caso Gürtel, que superan el medio millón de euros.
Así, diversas fuentes del partido culpan los "dispendios" de la etapa anterior pese al adelgazamiento de militancia que sufría la organización, cifrada en cerca de 8.000 en los últimos cuatro años. "La inversión en campañas en el cine no son gratis", comenta un dirigente del partido al referirse a lo que consideran gastos de los que se podía haber prescindido en el pasado.
Estas, y otras facturas pendientes, unidas a la propia deuda financiera del partido que ronda los seis millones de euros -con la sede de Blanquerías rehipotecada-, arrojan el citado montante de 9,5 millones de euros que deben los socialistas valencianos, una cantidad para que esperan mitigar con la ayuda de Ferraz.
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