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VALENCIA. "La Comunitat Valenciana no va a ser intervenida". Estas palabras han salido de la boca del presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra; del vicepresidente del Consell, José Císcar; del conseller de Hacienda, José Manuel Vela; o ayer mismo, del diputado autonómico y responsable en el área de Economía en Les Corts, Ricardo Costa, en declaraciones a este periódico. 

Sin embargo, en el ámbito nacional se lleva señalando desde hace varias semanas a dos regiones como las aspirantes a recibir el ‘castigo' que supone una intervención: la Comunitat Valenciana y Andalucía. Una gobernada por el PP y otra por el PSOE.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dejó la puerta abierta semanas atrás a este tipo de actuaciones para las regiones que no se encuentren "en la senda de cumplimiento del déficit" que ha marcado el Ejecutivo. Una posibilidad que Mariano Rajoy refrendó este lunes públicamente.

Es por ello que el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera del día 17 de mayo se antoja decisivo para el futuro de las autonomías: el momento del ‘match ball' en el cual las regiones que no pasen el ‘corte' exigido por el Gobierno central pueden verse, en aplicación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, abocadas a la intervención.

El conseller de Hacienda, José Manuel Vela, salía al paso ayer de las informaciones que apuntaban a que el Gobierno valenciano se encontraba entre los ejecutivos cuyas cuentas no cumplían con las exigencias del ministerio. "No hemos recibido ninguna indicación por parte del Gobierno para modificar nada", subrayó el responsable autonómico, para apostillar que, en el caso de que hubiera introducir algún cambio, no sería "sustancial".

Vela puntualizó además que Alberto Fabra habló el lunes con Cristóbal Montoro y él mismo mantuvo una charla en la noche del martes con el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, sin que hubiera novedades sobre esta posibilidad. "Se puede producir de aquí al próximo jueves, pero hasta este momento desde luego no", subrayó el conseller. 

Mientras desde todos los ámbitos del Gobierno valenciano y del PPCV se defiende que no habrá intervención en la Comunitat, la oposición se alinea con el riesgo señalado desde el exterior a figurar entre las regiones que tenga que dejar paso al Ejecutivo de Mariano Rajoy: "Estamos intervenidos de ‘facto'", coincidían ayer en este diario Enric Morera (Compromís) y Marga Sanz (EUPV), en declaraciones a Valenciaplaza.com.

Más reflexivo se mostraba en este sentido el diputado socialista Julián López, quien recordaba que el ICO está "actuando como soporte de la Generalitat en los mercados financieros" y es el Gobierno de España el que nos dice "cuánto recortar y dónde". "¿Esto es formalmente una intervención? Quizás no, pero se le parece bastante", señaló el parlamentario.

Resulta indiscutible el coste político que una intervención tendría para el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, quien lidera una autonomía que aportó un millón y medio de votos a Mariano Rajoy en las elecciones generales. También resulta evidente que otra de las regiones en la cuerda floja es Andalucía, de signo socialista.

En el escenario nacional, no se contempla una intervención en solitario precisamente a una autonomía en manos del PSOE, por lo que, de producirse, ‘arrastraría' -por deméritos propios- a otra del Partido Popular en circunstancias similares. Y en esa terna, diversos medios nacionales sitúan a la Comunitat Valenciana como una de las candidatas, sin perder de vista a la Región de Murcia.