VALENCIA. ¿Qué más da que la crisis de Bankia sea un asunto estratégico para el futuro de la economía española con importantes repercusiones en la coyuntura europea? ¿Qué importa que el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea, los grandes bancos de inversión, la propia Presidencia del Gobierno de España o el Ministerio de Economía estén midiendo cada palabra y cada paso en un asunto tan delicado como puede ser la intervención, cuanto no nacionalización, de la tercera entidad financiera de España? Naderías, al menos para Rita Barberá.
La alcaldesa de Valencia, tan dada a las salidas de tono y a adoptar un discurso tan aparentemente trascendente como en realidad populista, quiso este martes decir la suya sobre Bankia, Rodrigo Rato e incluso sobre José Ignacio Goirigolzarri, el futuro presidente de la entidad. ¿Que lo que le viene encima a este vasco de Neguri es una tarea ardua sobre la que van a estar puestas todas las miradas del mundo económico-financiero europeo? Seguro que encuentra un rato para reunirse con ella. Al fin y al cabo necesita trasladarle con urgencia "ese sentimiento de valencianía que debe incardinar todo lo que es Bankia".
"Me gustaría hablar pronto con él, darle la enhorabuena, invitarle a nuestra tierra y charrar, independientemente de la situación financiera de la entidad, de la necesidad de implicarse mucho con los valencianos", subrayó. Así, le pidió que se mantengan "las inversiones que se tienen que mantener y que esté muy próximo al empresario valenciano".
Con tal familiaridad se refirió Barberá a Goirigolzarri -"un gran banquero, de gran profesionalidad y gran personalidad"- que a más de uno se le quebró el aliento cuando la alcaldesa aclaró que no lo conoce.
A quién sí conoce Barberá, y de tiempo, es a Rodrigo Rato. Tanto que logró lo que muchos ansiaban el lunes por la tarde, hablar con él. Ojo, y no en cualquier momento, justo antes de comer, en plena vorágine de su dimisión, comunicada a la CNMV y hecha pública justo antes de las tres. La alcaldesa le mandó un mensaje y Rato la llamó. "Siento un gran cariño y admiración. Ha hecho lo mejor para la entidad y para todos", afirmó.
Y ya, de carrerilla, la alcaldesa de todos los valencianos se puso el traje de faena, el de salvar al mundo: "Tranquilidad, no hay ningún problema con los ahorros. Yo misma tengo el dinero en Bankia y no pienso retirarlo", dijo. Para rematar con: "Bankia es más segura ahora porque el Estado ha intervenido". Pues nada. Que nos intervengan.
A esta señora le toca ya retirarse, y además de verdad.
Otro dato que confirma (bancaja+cam) la pésima administración valenciana que los ha dirigido y manipulado los últimos años. Se han cargado la economía y el sector financiero entero valenciano. Que pena. Mas valencianía pero más responsables políticos y financieros ante los tribunales.
Corto se queda el comentario con la vaciedad absoluta de nuestra representante municipal. Tanto se ha creído su papel que ahora resulta patética. Es como si ek Titanic se estuviera hundiendo y saliera dando voces como una histérica, ¡qué nos se pierda su valencianía!. Pues me temo que se acabaron las cuotas. Ahora manda el Estado, esto es Madrid. Y ya hay media docena de grandes -por el pufo que han creado-empresarios valencianos temblando. Si se sanea Bankia, suspenden pagos ya mismo (como debería de haber pasado hacea años).
Y donde estaba ese sentimiento de valencianía cuando despilfarraba el dinero de los valencianos hasta dejarnos en la más grande de las ruinas? Y cuando robaban a manos llenas en Emarsa? No vale más que para dar cuatro saltos en el balcón del ayuntamiento en Fallas.
le quiere hacer la competencia a Espe, pero esta pone el nivel muy alto
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