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ALICANTE (EFE). El consejo de administración de Caja Mediterráneo (CAM) tiene previsto reunirse hoy para tomar una decisión definitiva sobre el Sistema Institucional de Protección (SIP) junto a Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria.

Al orden del día previsto del consejo, de carácter ordinario, se ha añadido a última hora la fusión fría anunciada a bombo y platillo hace justo dos meses. En este plazo han surgido diferencias entre los miembros del consejo de administración de CAM por los recelos que despierta otorgar plenos poderes al futuro consejero delegado de la entidad resultante, que será el actual presidente de Cajastur, Manuel Menéndez.

En principio, los consejeros de CAM no cuestionan la viabilidad y beneficios de la fusión con las cajas de Asturias, Extremadura y Cantabria pero las dudas sobre la influencia de Menéndez pone en riesgo la operación.

El pasado día 16, el Banco de España se reunió con CAM, que preside Modesto Crespo, para tratar de salvar la alianza y dio unos días para despejar las dudas, lo cual debería ocurrir mañana.

El comienzo de este trascendental consejo de administración había sido inicialmente previsto a partir de las 11 horas aunque debido a que algunos de los miembros deben llegar de otras provincias finalmente se ha retrasado hasta las 17.00.

El Banco de España defiende la necesidad de resolver las diferencias, dada la bondad de esa operación para todas las partes implicadas, que crearía la tercera caja de España, con 135.000 millones en activos, más de 2.000 oficinas y un volumen de negocio de unos 160.000 millones de euros.

Con el SIP, Crespo sería el presidente de la nueva entidad, aunque los poderes reales los ostentaría Manuel Menéndez. A su vez, cada caja mantendría su personalidad jurídica y su implantación regional de negocio minorista, así como sus órganos de gobierno y obra social independientes, si bien pondría en común las políticas de riesgos, tesorería, calificación crediticia, control interno y requerimientos regulatorios.