VALENCIA. Los dos hombres que impulsaron ‘el primer banco de la nueva banca', Rodrigo Rato y José Luis Olivas, están ya fuera de su criatura. Los problemas endémicos de la entidad que agrupó a siete cajas de ahorros han acabado por devorar a sus propios creadores. Es el mito de Saturno, quizá al revés, puesto que en este caso es la criatura que engendraron la que ha acabado engulléndoles.
La decisión de Rodrigo Rato de presentar su dimisión este lunes, en plena tormenta de rumores sobre su futuro, puede ser un requisito imprescindible para planear la viabilidad de la entidad. Pero como ocurrió el pasado noviembre cuando se forzó desde Bankia la marcha de José Luis Olivas ante la crisis inminente del Banco de Valencia, estas dimisiones no acaban con el verdadero problema de fondo: Bankia es una entidad con graves problemas, con un empacho inmobiliario que necesita ingentes cantidades de dinero para sanear unos balances atestados de ladrillos y metros cuadrados de suelo rústico.
Aún por inesperada, la dimisión de Rato este lunes no pilló a casi nadie por sorpresa. La mañana del lunes empezó con un fuerte ruido de fondo sobre la inminencia de una solución para Bankia. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció en una entrevista que abría la puerta a usar dinero público para salvar a alguna entidad con problemas. Poco después comenzaron a conocerse detalles sobre la operación: hasta 10.000 millones inyectados en el banco, que tendría que asumir el desembarco de directivos nombrados por el Gobierno en un consejo intervenido. Y, de ahí, a la dimisión de Rato.
ANTES DIMITIDO QUE DEGRADADO
Durante el pasado fin de semana se había especulado con posibles cambios en la cúpula de la entidad. Además de preverse la salida de Francisco Verdú de la dirección general, se planteó la opción del nombramiento de un consejero delegado que asumiera las competencia ejecutivas que ejercía hasta ahora Rodrigo Rato. Sin embargo, la negativa del presidente a asumir esta cesión habría precipitado su salida.
Los consejeros de BFA recibieron la dimisión del presidente a través de un correo electrónico pasados unos minutos de las tres de la tarde, cuando ya se había hecho público. Por el momento no hay convocada ninguna reunión del consejo de Bankia ni de BFA, aunque no se descarta que se produzca con el fin de acortando los plazos legales previstos para este tipo de situaciones. La idea es que el viernes se produzca el reemplazo.
UN CONSEJO PROFESIONAL
La elección de José Ignacio Goirigolzarri, exdirector general del BBVA, para presidir la entidad ha sido bien recibida por un buen número de consejeros que prevén nuevos nombramientos marcados por un perfil bancario de los nuevos dirigentes. "Gente de banca para dirigir un banco", explican.
Goirigolzarri habría aceptado el puesto tras una negativa inicial a ocupar el segundo escalón del banco. Formalmente lo propone el propio Rato, aunque pocos dudan de que es el hombre pactado con el ministro de Economía Luis de Guindos.
El exdirectivo de BBVA, hombre de Deusto y de 'Neguri', el barrio residencial de la antigua burguesía financiera vasca, tendrá las manos libres para nombrar a un nuevo consejo consejo de administración, tanto en BFA como en Bankia. La salida de los consejeros que actualmente ejercen su puesto por designación política se da por hecha.
La cuestión es que con la intervención de facto que supondrá la suscripción de bonos contingentes (CoCos) por parte del FROB por más de 7.000 millones de euros, todos los equilibrios territoriales saltarán por los aires. La propia presidencia es un caso evidente. Según los acuerdos firmados por las cajas de ahorros, y en especial entre Bancaja y Caja Madrid, corresponde a esta última nombrar al presidente. Es el mismo caso por el que fue necesario que Bancaja propusiera a Francisco Pons para la vicepresidencia de BFA-Bankia cuando ya estaba pactado su nombramiento.
EL FUTURO DE FRANCISCO PONS, EN EL AIRE
Unas horas después de hacerse pública la dimisión de Rato, en Valencia nadie era capaz de augurar cuál iba a ser el papel de Pons en el corto plazo. Tras unos meses en el cargo y sin llegar a concluir un proceso que durante un tiempo se daba por hecho, su desembarco en la presidencia de Bancaja, ahora distintas fuentes daban por hecho que su continuidad era una quimera. Este periódico intentó, sin conseguirlo, recabar su opinión en la tarde del lunes. Otras fuentes cercanas al expresidente del lobby empresarial AVE no tuvieron mejor suerte.
Respecto al impacto de la nueva situación de BFA-Bankia en Bancaja, las distintas fuentes consultadas por ValenciaPlaza.com coincidían en señalar que el estatu quo ha saltado por los aires. "Veremos qué ocurre con la auditoría sobre el Banco de Valencia... Ahora todo está en otras manos", señalaron fuentes próximas al consejo de la caja.
JOSÉ LUIS OLIVAS, COLGADO AL TELÉFONO
La otra gran pieza clave es la de José Luis Olivas, que pese a haber salido de la vicepresidencia del grupo por la crisis del Banco de Valencia, finalmente intervenido por el Banco de España, ha logrado mantenerse en la presidencia de Bancaja. El comunicado de Rodrigo Rato a la CNMV mantuvo una medida ambigüedad sobre si mantendrá la presidencia de Caja Madrid. Pese a ello, todo el sector da por hecho que también dejará ese puesto -al que llegó tras descabalgar a su predecesor, Miguel Blesa, en una batalla interna del PP madrileño- al frente de una caja sin competencias, como ocurre con Bancaja y el resto de entidades.
Si eso ocurre, la posición de Olivas se debilitará aún más. Durante la mañana de este lunes, y tras desencadenarse las noticias que desembocaron en la dimisión de Rato, Olivas estuvo "colgado al teléfono", en contacto con algunos de los socios de BFA-Bankia y, a través de Aurelio Izquierdo, con los contactos que mantienen en la 'torre KIO'. El enfrentamiento que se vivió el pasado noviembre entre Olivas y Rato tuvo entonces un perdedor y un ganador.
El que entonces salió reforzado de aquella guerra casi fraticida entre dos compañeros de partido, exdirigentes económicos en gobiernos e impulsores del banco que no pocos calificaron como "del PP", ha acabado siguiendo el mismo camino. Bankia, el gigante con pies de barro que crearon ha acabado por engullirles a ambos. Quizá en unas semanas no quede nadie de los que lo pusieron en marcha.
Por fin. ¿dimitiran ahora los consejeros de Bancaja en BFA que votaron a favor de renegociar la participacion de Bancaja en BFA? Han tenido varios meses para hacerlo y estoy seguro que a alguno de ellos le quedará un poco de "verguenza torera".
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